¿Sabe usted, amigo lector, cuánto le costaría al erario nacional cuatro líneas de las seis proyectadas para el Metro de Lima Metropolitana? US$17,758 millones según los planes del Ejecutivo. ¿Qué metro del mundo cuesta tanto? Ninguno. Ni el de Dubái, uno de los siete Emiratos Árabes, que con sus 52 kilómetros de extensión ha costado US$ 7,600 millones, es decir US$ 146,15 millones por kilómetro, siendo hasta ahora el más caro del mundo, principalmente por sus lujos, pero será superado en este ítem por la línea 2 del Metro de Lima.
Un apretado resumen de la evolución de precios nos recuerda el anuncio –en febrero de 2012- de un monto de inversión para la Línea 2 del Metro de US$ 2,000 millones, luego se publicitó un cálculo de US$ 3,000 millones, pero a diciembre del mismo año subió a US$ 5,000 millones, para finalmente –ya en febrero de 2013- triplicar la cifra a US$ 6,500 millones. Si se mantenía esta friolera, cada uno de los 35 kilómetros de esta línea nos hubiera costado US$ 185.71 millones.
Los panegiristas del Metro 2 de Lima nos decían que en el extranjero nos miraban con admiración por esta obra, tanto que nos habían otorgado un premio al mejor proyecto de infraestructura -LATAM 2013- por su alto nivel tecnológico y de diseño solo comparable al de Dubái. Y que los genios de Proinversión habían previsto que la obra se haga a una profundidad de 25 metros, no solo para proteger la arqueología de la ciudad, sino para evitar la remoción de la infraestructura de agua y saneamiento, telecomunicaciones y electricidad.
¿A qué se debía tanta zalamería? Para responder esta pregunta debemos centrarnos en la citada Línea 2 del Metro. Una mañana del 14 de febrero de 2013 los ministerios de Economía y Finanzas (MEF) y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) otorgaron la viabilidad al Proyecto de la Línea 2 y Ramal Av. Faucett–Av. Gambetta del Metro de Lima y Callao y ratificaron que la inversión ascendería al citado tope, US$ 6,500 millones.
Durante un año ni la clase política, ni la Contraloría, ni el Congreso -vía la Comisión de Transportes y Comunicaciones o de Fiscalización y Contraloría-, ni autoridad alguna de prevención del delito se pronunciaron. Hasta que ante los peligros de un direccionamiento de la obra, que sacaba del camino a las constructoras Odebrecht del Brasil y Graña y Montero del Perú, las mismas que habían concluido la Línea 1 del Metro, es que el diario El Comercio y Pedro Pablo Kuczynski denunciaron la sobrevaloración del proyecto.
PROINVERSIÓN EXPLICA
ProInversión respondió el 14 de febrero de 2014: si bien uno de los diseños preliminares de la obra la estimaba en US$ 3,000 millones, aseguraron que no estaban considerados los costos de las estaciones, material rodante, el IGV y el ramal Faucett – Gambetta, por lo que “el costo de la obra será de cerca de US$ 5,800 millones que con el IGV se elevan a poco más US$ 6,600 millones”, lo que en sus cálculos lleva a un costo sin IGV de US$ 162 millones por kilómetro.
Al día siguiente Kuczynski contraatacó denunciando que en el “trencito” de 35 kilómetros se gastaría una suma fuera de control que le costaría al país tanto o más que la refacción del canal de Panamá (valorizada en $5,250 millones) y mucho más que otros metros de reciente construcción como el de Santiago de Chile, el de México, el que se construye en Quito e incluso más que el metro de los trillonarios árabes (Dubái).
Con poquísimas excepciones, ni la clase política ni la tecnocracia peruana entraron al debate. Esto a sabiendas que estaba de por medio la obra de infraestructura más cara de la historia del Perú que, a decir del experto en contrataciones con el Estado, Alex Starost, había sido “direccionada para que ganara en su ejecución y administración un solo postor, al igual que también uno solo (ganaría) la supervisión de la obra”, como veremos después. Este es solo el comienzo de la historia. (Continuará).
EL DATO
CONCESIÓN DE 35 AÑOS
El 28 de abril de 2014, el Ejecutivo, a través del MTC, y el Consorcio Nuevo Metro de Lima Línea 2 suscribieron el contrato de concesión por un período de 35 años para el diseño, financiamiento, construcción, operación y mantenimiento de la Línea 2 y una parte de la Línea 4 del Metro de Lima por un monto de US$ 5,658 millones.
POR: PLINIO ESQUINARILA
Fuente: Expreso