El canciller mexicano Marcelo Ebrard llegó el jueves a Bolivia invitado por el presidente Luis Arce para discutir una eventual alianza bilateral para la industrialización del litio boliviano.
“Este viaje corresponde al interés de lograr una extensa colaboración en litio, para lo cual fui invitado a conocer Uyuni, el mayor desierto de sal en el mundo con importantes reservas de litio… Este metal estratégico coloca a Bolivia en primer lugar mundial de reservas y a México en el décimo”, escribió Ebrard el jueves en una columna del diario boliviano La Razón.
Ebrard tenía previsto una rueda de prensa con su colega boliviano Rogelio Mayta antes de viajar a la sureña ciudad de Sucre, la capital histórica de Bolivia, para participar de una celebración patria como invitado de honor.
Bolivia y México tienen una relación diplomática de 190 años -recordó Ebrard- que alcanzó su pico cuando el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador le concedió el asilo al expresidente boliviano Evo Morales en 2019 tras su renuncia después de unas fallidas elecciones denunciadas como fraudulentas por la OEA, lo que detonó un estallido social que dejó 37 muertos.
A su vez, Arce fue un aliado de su par mexicano en el reclamo por la exclusión de los presidentes de Venezuela, Nicaragua y Cuba por parte de Estados Unidos a la Cumbre de las Américas celebrada en California en junio pasado.
A pesar de sus enormes reservas, Bolivia no ha podido consolidar una industria del litio. Arce se ha propuesto activarla tras 14 años de escasos avances que han rezagado a Bolivia frente a sus vecinos Chile y Argentina.
El gobierno boliviano impulsa la construcción de una planta para producir carbonato de litio a nivel industrial hasta 2024 para lo cual ha seleccionado como eventuales socios a seis compañías transnacionales: una estadounidense, cuatro chinas y una rusa.
También Argentina negocia con el gobierno boliviano acuerdos de colaboración cuyo alcance están en negociación.
Como parte de sus actividades Ebrard conducirá el jueves un coche eléctrico fabricado en Bolivia, informó la embajada mexicana en La Paz.