Miguel Santillana señaló que el movimiento Tierra y Libertad “tiene como objetivo botar” el proyecto minero ‘Tía María’ en Arequipa”, valorado en US$1,400 millones. Asimismo, advirtió que el segundo paso sería provocar el cierre de ‘Cerro Verde’, pero no podrán porque existe una buena política entre la minería y los arequipeños. “Etnocaceristas, Movadef y Tierra y Libertad quieren también meterse ahí”, añadió. Además, Santillana informó que se planearía bloquear el proyecto ‘Las Bambas’ en Apurímac, el cual debería entrar en operaciones el próximo año.
Miguel Santillana llamó “brichero” a esposo de la congresista Verónika Mendoza
Miguel Santillana, economista del Instituto del Perú, disparó contra el esposo de Verónika Mendoza al considerarlo un “brichero”.
Santillana fue entrevistada en Buenos Días Perú por las inversiones mineras que están siendo detenidas en el sur a través de las protestas.
“Otra persona que es clave aquí es Verónika Mendoza y su esposo (Jorge Millones), que tengo entendido que su oficio es trovador en Cusco, o sea brichero”, mencionó Santillana.
(Puedes ir hasta el minuto 5:25 para escuchar lo que dijo Santillana sobre el esposo de Verónika Mendoza)
Trome
La difamación como análisis político
Por Rocío Silva Santisteban
En ‘Buenos Días Perú’ el supuesto analista pero en realidad ujier de algunas empresas extractivas venidas a menos, Miguel Santillana, ha salido con pizarra en ristre para difamar a diestra y siniestra y, nuevamente, señalar que la institución que dirijo es “antiminera” e insinuar que defendemos a “etnocaceristas, Movadef, remanentes del MRTA y militantes de Tierra y Libertad” (como si todo fuera lo mismo) y que el PJ liberó a Oscar Mollohuanca no por su inocencia sino por ser “buena gente”.
No es la primera vez que lo hace, seguramente no será la última. Incluso él mismo ha venido al local de nuestra institución en abril del 2014, donde se le abrieron las puertas como a cualquier persona, para boicotear una conferencia de prensa. Durante todo el año pasado se ha presentado en el programa de Jaime de Althaus para sostener, entre otras cosas, que la CNDDHH forma parte de un complot contra el desarrollo financiado por una red internacional que tiene, entre otras promotoras, a MISEREOR, financiera ¡de la iglesia alemana! En esa ocasión sostuvo que Marco Arana era el “gran titiritero” de todas estas conexiones, pero ahora sustenta enfático que es un “fantoche” manejado por Marisa Glave, Carlos Monge y Pedro Francke. En una conferencia del 27 de mayo del 2013 preparada por Santillana para COMEX en el Swiss Hotel titulada “¿Por qué y quiénes se oponen a la inversión en el Perú?”, sostuvo que la CNDDHH es una de ellas, pero consigna a Ronald Gamarra como su SE cuando yo misma dirijo la institución desde el 2011.
Escribo estas líneas porque la infamia y la mentira no pueden tolerarse. Me siento también indignada ante la delectación de Jaime Chincha frente a cada una de las palabras que expectora Santillana, asintiendo ante cada descalificación y adjetivación, o acotando frases célebres como “los aparatos de inteligencia deberían servir para esto [perseguirlos]”. Claro que nos ha buscado la DINI, nos ha reglado la DINI, nos tiene chuponeados la DINI, pero la información que maneja Santillana responde, en realidad, a los trolles y espías de las empresas de inteligencia privada: por eso se equivoca de manera torpe cuando, por ejemplo, sostiene que Front Line es una “ONG que sale de la Vicaría de Sicuani” cuando es una institución internacional.
Su información es inexacta pero, además, despreciable: utiliza el viejo método goebbelsiano e informa con medias mentiras para que parezcan verdades enteras. Así no sólo acusa a la CNDDHH sino que busca vincular a muchos de nuestros asociados, como Jaime Borda o Ruth Luque (de DHSF) o nuestros aliados institucionales como Javier Jhancke (Red Muqui), con el Movadef y hasta con ¡los carteles mexicanos de la droga! Ergo, si el vocero de la Southern sostuvo que quienes protestamos somos “terroristas antimineros”, este bedel de bajo presupuesto, lo pretende confirmar con mapas malhechos e ir más allá.
Mi colega Gustavo Faverón ha dicho que en realidad uno no debería contestarle porque “Responderle a ese pata, malagua amoral y oligofrénica, el penoso Miguel Santillana, columnista necrocéfalo […] sí sería como responderle al cadáver en un velorio. Es una nulidad. De día escribe los artículos que le dictan sus amos mineros. De noche le amarran una pita y lo emplean como yoyo en demostraciones del perrito, el muertito, la vuelta al mundo, el tirabuzón y la bicicleta. De madrugada lo riegan y al despuntar la mañana escribe sus ideas con saliva sobre una servilleta…”.
No hay que agregar otro adjetivo. Quizás, ocuparse del venal “analista” vale la pena solo para visibilizar la mendacidad como supuesta forma de análisis político. Creíamos que los tiempos de usar los medios para difamar opositores se habían terminado cuando la ciudadanía plena canceló el fatídico 5 de abril recuperando la democracia, pero no, todavía hay bacterias que sobreviven.
La República
Creemos que es buena la tolerancia, pero cuando algún vecino de la zona quiere hablar en programa no le dan cobertura o porque no le dan la oportunidad a los dirigentes del Valle del tambo y escucharlos porque protestan, todos los televidentes escuchamos y pensamos; debe haber las dos partes para que el canal y el programa no se vea parcializado de un lado
La realidad es incuestionable y Miguel Santillana lo pone en claro, los antimineros tienen que responder a los dineros que reciben de sus auspiciadores o patrones -que no es poca cosa- y buscan las contradicciones en una sociedad con argumentos terroristas que asustan a la poblacion y las conducen a la protesta violenta. El artículo de Rocio Silva S. trata de desvirtuar sin argumentos lo dicho por M. Santillana pero además recurre al viejo truco de descalificar al oponente con calificativos y verborrea característica de los rojos a ultranza. El Perú no necesita este tipo de izquierda cavernaria que retrasa el desarrollo del país. Se necesita una izquierda no ideologizada que responda a las necesidades de esta sociedad tan dispar y contradictoria. Me da verguenza ajena cuando habla de democracia como si a estos les hubiera costado recuperarla y que no se confunda la “democracia” de Cuba o Venezuela con la nuestra, que no será la mejor pero que podemos y debemos mejorarla.
En las pocas oportunidades( por otras circunstancias) que tuve de ver las entrevistas de Santillan en canal N, y en otras de leer algunos de sus articulos(ya no los hago), he sacado a conclusion lo siguiente: el analisis o los analisis que hace de los temas vienen enfocados de un solo angulo, y todos ellos dentro de la perspectiva de resguardo de los intereses del sector empresarial, con el que deja expeler un tufillo de asalariado por parte de estos. Es extrano que, como analista que dizque ser, no toque los otros actores: poblacion,comunidades,medio ambiente, intereses de la nacion, etc. Es el caso del historial de comportamiento de las companias mineras (v.g. Buenaventura que en sus unidades de operacion: Orcopampa, Julcani, Recuperada, etc. las habitacion de los trabajadores esten constituidos de cuartuchos hechos de calaminas de laton de zing,insalubres, y la alimentacion: cada quien se los vea, y los trabajadores que esten con la neumoconiosis u otros males, buscan la forma de molestarlos para expulsarlos sin los beneficios de ley). El analista Santillan conocera de esta realidad. O de otra que los empresarios mineros, con el argumento de denunciar una area de terreno, para fines de explotar mineral, se hacen duenos de inmensas areas de terreno, a precios de un (01) dolar USA por hectarea, osea con cien mil dolares, que solamente lo poseen los mineros, se apropian de cien mil hectareas,haciendo de este un territorio independiente autonomo sin jurisprudencia de nuestro gobierno en perjuicio de las comunidades asentadas en. ese territorio. Si Santillan conocera de esta realidad y de otras, que seria largo enumerarlas,y/o hace de ojos ciegos y oidos sordos en salvaguarda de sus interese ocultos
El título me generó gran interés “LA DIFAMACIÓN COMO ANÁLISIS POLÍTICO”; sin embargo de primera a última línea el artículo se dedicó a difamar. Por qué para exponer sus ideas algunas personas toman los adjetivos de mil maneras, como si insultar más implicaría tener la razón. Será necesario insultar y mentir para sustentar una posición, o será mejor argumentar con la verdad. Lamentablemente a veces insultar y mentir da más réditos electorales, y en ocasiones sirve para “movilizar” sectores de la población contra los intereses del país.
Desconcertante la pretendida respuesta de la sra. Rocío Silva, llena de improperios de muy bajo nivel, sin argumentos sensatos y convincentes que desvirtúen lo afirmado por Miguel Santillana.