La empresa de exploración de minerales KoBold Metals, respaldada por multimillonarios como Jeff Bezos y Bill Gates, anunció la semana pasada que comenzaría a perforar en Groenlandia en busca de materiales críticos utilizados en los vehículos eléctricos como el cobalto o el níquel. Son los llamados ‘minerales del futuro’.
KoBold, que utiliza la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para buscar materias primas, se hizo el año pasado con una participación del 51% en el proyecto Disko-Nuussuaq, en la costa occidental de Groenlandia, operado por Bluejay Mining, que cotiza en la bolsa de Londres.
La empresa conjunta utilizará drones para realizar un estudio magnético de alta resolución de la zona y tiene previsto perforar un total de 3.000 metros este año a profundidades de entre 150 y 400 metros donde se encuentran los metales.
El cobalto se ha convertido en un componente crítico en la transición mundial hacia un futuro más verde, una realidad que se refleja en su precio en alza: 29.000 dólares por tonelada métrica en julio de 2020; cuando este artículo se imprimió a finales de marzo, 82.000 dólares por tonelada. La mayoría de las baterías de iones de litio dependen del cobalto, y todo, desde los iPhones hasta los Teslas, depende de esas baterías. Se estima que el mercado mundial de vehículos eléctricos y electrónica de consumo triplicará la demanda de cobalto a finales de esta década.
Pero las minas son finitas. Y a medida que el valor del cobalto se dispara, también lo hace la importancia de su papel en la contienda económica entre Pekín y Washington. En un esfuerzo por salvar el planeta y obtener beneficios al mismo tiempo, una empresa financiada por -entre otros- un grupo de medio billón de dólares que incluye a Bill Gates, Jeff Bezos y Michael Bloomberg, ha puesto sus miras en Groenlandia, cuyos ciudadanos podrían acabar adoptando también estas lucrativas actividades.
“El objetivo es buscar metales masivos del grupo del níquel, el cobre, el cobalto y el platino”, dijo a Reuters el director ejecutivo de Bluejay Mining, Bo Steensgaard. Los precios del níquel, utilizado en el acero inoxidable y en las baterías de los vehículos eléctricos, se duplicaron a principios de este mes a raíz de la invasión rusa de Ucrania, que provocó las sanciones occidentales contra Moscú. Rusia suministra alrededor del 10% de las necesidades mundiales de níquel.
“Los recientes y desafortunados acontecimientos geopolíticos demuestran claramente que el mundo occidental necesita nuevos yacimientos de estos metales críticos”, dijo Steensgaard.
En 2019, KoBold recibió el respaldo de uno de los principales fondos de capital riesgo de Silicon Valley, Andreessen Horowitz, y más potencia de fuego de Breakthrough Energy Ventures, un vehículo de financiación multimillonario creado por el cofundador de Microsoft, Gates, y sembrado por un grupo de caras conocidas que incluye a Bezos, Bloomberg, Ray Dalio, David Rubenstein, Jack Ma, Reid Hoffman y Sir Richard Branson.
La recaudación de fondos ascendió a decenas de millones de dólares y proporcionó a KoBold un margen financiero de cuatro años para los esfuerzos preliminares de exploración en más de una docena de lugares, incluyendo Groenlandia. Una ronda más reciente aportó otros 192,5 millones de dólares. Y las previsiones de alta demanda deberían ayudar a atraer futuros préstamos y proyectos más grandes, incluso en uno de los lugares más inhóspitos del mundo.
“Para lograr ese elevado objetivo debemos acelerar nuestros esfuerzos para encontrar los materiales clave para la revolución de los vehículos eléctricos”, dijo. El mes pasado, KoBold recaudó 192,5 millones de dólares que se utilizarán para descubrir materiales críticos.