Newmont Corporation (minería subterránea)

(Foto: Newmont Corporation)

Hace unos años, la compañía Newmont anunció la metamorfosis de su mina a cielo abierto en Cajamarca a una operación subterránea, a la cual denominó Yanacocha Sulfuros, con la que incrementará su producción de oro en 15% e invertirá US$ 2,250 millones.

Y, hace unos días, Antamina, empresa con 20 años de actividad minera a cielo abierto en Áncash, caviló la idea de mutar hacia la producción subterránea a partir del 2036, debido a que encontró mineralización por debajo del actual tajo en desarrollo.

Se trata de dos referentes mineros en el Perú y el mundo que están apostando por cambiar su método de explotación de recursos, en consonancia con otros importantes actores del sector, “lo que hace pensar que las operaciones a tajo abierto migrarán a sistemas de minado subterráneo, debido a la continuidad de la mineralización en profundidad”, proyectó el Ing. Alfredo Pacheco, durante una charla magistral en Cantera de Talentos para la Minería.

Ver también:  Newmont vende mina Éléonore en Canadá por US$795 millones

En este programa de capacitación profesional que organiza el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, el especialista refirió que el 43% del total de operaciones mineras en el planeta usan el método de minado subterráneo, y es el responsable del 12% de la producción global, de acuerdo con el informe que publicó McKinsey & Company en julio del 2021.

Pero la decisión de pasar de un método de explotación a otro requiere, evidentemente, de la estrategia de planeamiento, la cual evalúa distintos factores, como los costos de minado, la infraestructura del sitio, la planta de procesamiento, cumplimiento ambiental y permisos.

“Las minas no se copian. Todas tienen sus propias condiciones y restricciones naturales. Por tanto, cada mina tiene un modelo de valor y costo único. Tiene variables distintas a gestionar, entre ellas: el ancho de veta, calidad de roca, buzamiento, ubicación espacial, contaminantes, agua y leyes de mineral”, diferenció.

Ver también:  Newmont vende mina Éléonore en Canadá por US$795 millones

Problemas comunes en planeamiento

Y si bien cada mina es distinta a la otra, el planeamiento está presente en todas ellas, por lo que es de esperar que surjan problemas comunes en los planes de corto plazo.

En ese sentido, Alfredo Pacheco expuso que los inconvenientes que suelen observarse son la planificación aislada y dispar, el cumplimiento parcial del plan, la mala rendición de cuentas por los resultados, los planes altamente manuales, a débil comunicación interfuncional y las acusaciones entre las áreas de ingeniería y operaciones.

Por último, señaló que el planeamiento presenta tres etapas: conceptual, prefactibilidad y factibilidad, siendo que los costos tienen más presencia en la última etapa, mientras que el riesgo tiene mayor intervención en la primera etapa.