Perú descuidó proyectos de energía en las zonas norte y sur del país, ahora las los empresarios claman por agilizar todo plan energético en favor de dichos territorios para evitar una crisis que le reste competitividad a la industria del país.
La carencia, puesta al descubierto a la opinión pública por el presidente de la SNMPE, Pedro Martinez, requiere, según pidió, “decisión política rápida” para que impulsar los proyectos porque de no ser así habría interrupciones, advirtió.
Según los expertos se requiere de unos 1.000 millones de dólares de inversión anual frente a la expectativa de crecimiento por la cartera minera que supera los 50.000 millones de dólares.
Dicha situación, agravada por los conflictos sociales y la incertidumbre por la aplicación de la Ley de la Consulta Previa han puesto en peligro la realización de proyectos mineros en la zona sur: Tacna, Moquegua, Arequipa, Cusco y Puno. Lo mismo que en la zona norte del país: Cajamarca, La Libertad y Piura.
El sur tiene consumo de 920 megavatios (MW) que actualmente es consumida en su mayoría por las cupríferas Southern Perú y Sociedad Minera Cerro Verde. Cuando ingrese en operaciones Quellaveco, cuyo EIA ya fue aprobado, se adicionará una demanda por 140 MW.
Perú demanda 5.000 megavatios, que según el ministro de Energía y Minas, Jorge Merino puede llegar a duplicar cada 10 años, según la tasa de crecimiento del país. Mientras la necesidad de energía aumentó 10%, la capacidad instalada creció en apenas 1%.
Según la Ley de Consulta Previa, la participación de los pueblos -donde se realizan proyectos mineroenergéticos es obligatoria. Una situación que hasta el momento agudizó más las discrepancias, aunque existe la expectativa que con la aplicación del reglamento de la ley, se produzca un efecto reverso.
Red interconectada
No todo está mal. El país tiene las redes del norte y el sur unidas por la línea de transmisión de Transmantaro. Desde el 2001 el Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional (Coes) es el operador técnico para que los clientes -entre ellos las mineras- puedan negociar directamente con las generadoras. Así,una empresa del sur puede acceder a energía producida en el norte.