ProActivo | Son alrededor de US$ 60 millones de inversión que las mineras realizarán para efectuar las pruebas moleculares según sus nuevos protocolos sanitarios por la pandemia. Si bien ninguna industria ha estado preparada para enfrentar eficazmente los estragos del COVID-19, que constituye un desafío mundial, sí hay actividades económicas con bases que les permiten adaptarse mejor en esta emergencia sanitaria.
Las cifras las destacó Ricardo Labó, en el foro organizado por LQG Energy & Mining Consulting, del cual es socio. “Es muy importante todo lo que está invirtiendo en el sector minero en esta situación y los esfuerzos que hace para mantener niveles mínimos de contagio, gracias a los protocolos y cultura de seguridad que siempre han desarrollado”, subrayó.
Afirmó que nadie puede garantizar que no haya contagios, pues se trata de un virus nuevo y engañoso, “y creo que ningún otro sector está invirtiendo tanto dinero en cumplir las exigencias sanitarias ante esta coyuntura”.
Hasta US$5 millones invierte una empresa para adaptar campamentos
Aseguró que las mineras más grandes están invirtiendo entre US$ 2 a US$ 5 millones, solamente en adaptar sus campamentos, con cuartos y camas individuales, instalar nuevos módulos; y las minas que no tenían campamento, están instalando espacios temporales.
Indicó que se tratan de compañías mineras grandes, con un rango de entre 40, 50 y hasta 100 millones de dólares.
Más de $60 millones en pruebas moleculares
Precisó que hay empresas mineras que han decidido solamente hacer pruebas moleculares (tienen 1000 empleados) y cada 15 días, por cada cambio de turno.
Detalló que son US$ 120 por cada uno de los 1,000 trabajadores cada mes, unos US$ 250,000 al año. Si hay 200.000 empleados en el sector minero, multipliquemos eso por cada 15 días, por mes y todo el año de inversión, y son más de US$ 60 millones solamente en pruebas moleculares”, pormenorizó.
Asimismo, manifestó que las compañías mineras igualmente han adaptado teletrabajos, ampliado rotaciones, disminuido personal en las operaciones de producción mediante trabajo remoto.
Futuro inmediato en proyectos
De otro lado, Labó sostuvo que el desarrollo de los proyectos mineros en el futuro inmediato está centrado inicialmente en Mina Justa que estaría listo el próximo 2021; Toromocho, tal vez a mediados del mismo año, y Quellaveco para el 2022.
“Vemos una cartera pequeña con proyectos en ‘stand by’, como Ariana, bajo una medida restrictiva interpuesta por un grupo de la sociedad civil, que la ha paralizado, y si bien es una inversión menor, es importante”, agregó.
Acotó que también está Corani, a la espera de financiamiento que se puede dar en breve, debido que el precio de la plata ha empezado a subir; así como otro grupo de proyectos que en conjunto, no supera la inversión de lo que es un gran mega proyecto, como el de Quellaveco.
Activar proyectos GreenField
Estimó que es menester activar más proyectos GreenField, que son totalmente nuevos, así como las ampliaciones.
“Tenemos a Pampacancha, los Relaves de Shouxin, Las Bambas, Yanacocha Sulfuros. Y aquí estamos hablando de inversiones totales a realizar entre los años 2021 y el 2022, o a lo largo de 3 a 4 años”, refirió.
Añadió que también figuran San Gabriel y Magistral, que son proyectos medianos para los estándares mineros, y hay otro gran número de iniciativas que están pospuestas o paralizadas, como Tía María y Conga.
“Igualmente Zafranal, en venta desde hace algunos meses; Pampa del Pongo, con algunos temas de tierra. Lagunas Norte, de Barrick; y Coroccohuayco, entrampado por la consulta previa; y lo mismo podría pasar con San Gabriel de Buenaventura”, anotó.
Afirmó que la renovación de estos proyectos es de suma importancia para mantener el incremento de la producción de cobre obtenido en los últimos 10 años.
Gobierno debe agilizar operaciones de proyectos ya listos
“Aquellos proyectos ya listos para iniciarse, les falta algún tema burocrático o alguna consulta; y luego están los que están en un desarrollo más incipiente, en exploración avanzada, prefactibilidad y factibilidad”, detalló el ejecutivo.
Demandó que el Gobierno debe centrarse en estos momentos en cómo asegurarse que se acelere los procesos de los proyectos listos para operar, así como de los que están en construcción y en factibilidad.
“Todos esos proyectos forman parte de la cartera de los famosos US$ 60,000 millones, pero esto no va a ocurrir mañana en su integridad, por lo que el objetivo es que los que están en exploración avanzada pasen a prefactibilidad, los de prefactibilidad se muevan a factibilidad, y así sucesivamente”, explicó.
Inversión minera se recuperará
En cuanto a la inversión minera, estimó que a causa de los estragos del COVID-19 caería casi 30% pero si es que se concretan los proyectos mencionados, habría una recuperación paulatina.
“Hay un efecto estadístico del 2020 al 2021, y aún estaríamos bajos con respecto al 2019, para ir luego recuperándonos en los siguientes años, pero depende mucho de las decisiones que tome este Gobierno en materia de minería en su último año”, apuntó.