Contaminación en Ramis mata animales
Liubomir Fernández.
Puno
Los comités de regantes que agrupan a los afectados por la minería ilegal e informal de Puno, reportaron la muerte de diecisiete cabezas de ganado esta última semana, debido al consumo de agua contaminada del la cuenca del río Ramis.
El afluente se ha convertido desde hace dos meses en la tumba de decenas de vacunos y ovinos, luego que recuperara sus niveles históricos de contaminación. Ello tras el reinicio de las actividades de minería ilegal en las zonas altas del distrito de Ananea, provincia de San Antonio de Putina y cuyos relaves van a dar al río en mención.
Los animales eran de propiedad de campesinos naturales de los sectores de Añuska, Punilla y el caserío de Huasqui, jurisdicción de la provincia de Azángaro.
Esa razón obligó a los afectados a protestar para exigir que cese la explotación de oro de forma ilegal. “No sabemos hasta cuándo vamos a estar así. Nuestros animales mueren y nadie dice nada. Lo peor es que los mineros siguen operando con total impunidad”, reclamó José Villa, secretario de organización del distrito de Progreso, zona dañada por la actividad.
La Dirección Regional de Energía y Minas (Drem) confirmó que desde diciembre de 2014, los mineros retomaron sus operaciones, sin embargo, no se puede hacer nada para intervenirlos pues se requiere de un número significativo de policías, que no está disponible al momento.
DATO
Según la Dirección Regional Agraria de Puno (DRAP), entre 1990 a la fecha, en la cuenca del río Ramis murieron alrededor de 70 mil cabezas de ganado. Los afectados bordean los 15 mil campesinos. Las áreas de cultivo también fueron dañadas.
La República