ProActivo | Entre la espada y la pared. Entre el largamente esperado proceso de formalización minera y la reactivación económica. Decenas de miles de trabajadores de la minería artesanal y en pequeña escala están con la incertidumbre de poder reiniciar sus actividades. El Perú tiene en el contexto de la pandemia ocasionada por el COVID-19 la oportunidad para que ese subsector de la minería constituya un valor para la macro y microeconomía nacional; o puede seguir ignorando su valor cuando el precio del oro sigue al alza y ya superó los US$ 1,730 la onza, situación que históricamente se sabe ocasiona un crecimiento descontrolado, incremento del mercado negro y afectación al medio ambiente.
La falta del esperado marco normativo para la formalización es un viejo problema, que se esperaba resolver en el año 2018 y quedó en el tapete, según reveló la presidenta de la Comisión de Energía y Minas del Congreso de la República, Jéssica Apaza quien, en solidaridad con esa problemática, dijo “basta a la discriminación”.
Es una realidad que la ausencia de la ley que permita formalizar a los mineros los aqueja, pero el país también siente esa carga porque no recibe el impuesto a la renta y por ende no puede distribuir el canon minero, aunque se trata de un sector con intenso movimiento económico por la explotación de la riqueza minera del país.
A la espera de la Ley y por un viceministerio de la pequeña minería y minería artesanal
Según explicaron, no existe un marco normativo que les garantice el derecho de concesión. “Los compañeros tenemos que estar atentos para cambiar las normas. Además de la esperada ley, pedimos también la creación del Viceministerio de la pequeña minería y la minería artesanal”, señalo el dirigente minero Manuel Reinoso, quien durante años ha trabajado para incorporar a la legalidad y formalidad a este numeroso grupo de trabajadores.
COVID-19: Protocolo sanitario colectivo
En momentos de crisis sanitaria mundial, los trabajadores mineros reconocen la importancia de cuidar la salud frente a la amenaza por el COVID-19, e insisten que a la par pueden reiniciar con sus labores, señalan que en sus operaciones no han tenido enfermos por el nuevo coronavirus.
“Como lo dicen en distintas bases, el 15 de junio empezaremos a trabajar. Todo lo que sacamos los mineros artesanales lo reinvertimos en nuestro país. Hay pueblos enteros que dependen de la minería artesanal”, acotó Reinoso, quien anotó que están a la espera de la Ordenanza del gobierno regional de Arequipa, al respecto y no quieren discriminación.
En tal sentido, sí piden asesoría para elaborar sus planes de trabajo y reclaman que se les permita la aprobación de protocolo sanitario colectivo, a nivel regional. “Pedimos el plan sanitario colectivo” precisó el dirigente minero, Máximo Adolfo Franco Bequer, respaldado por otros dirigentes de la zona sur de Perú, al dirigirse al gobierno regional de Arequipa.
Otra preocupación que tienen es la del trabajo de las mujeres “pallaqueras”, o seleccionadoras de mineral, un reclamo que desde la zona de Secocha ha sido reiterativo en una reunión virtual sostenida entre las distintas bases.
La reactivación económica
Para los dirigentes de distintas bases mineras es un despropósito negarles su existencia en el Plan de Reactivación Económica que el Ministerio de Economía y Finanzas preparó. Rechazaron que no se les haya calificado como una actividad propia de la reactivación económica del país y por el contrario estén incluidos “otras actividades” y por ende en la cuarta fase.
Especificaron que ello no les corresponde debido a que se trata de una numerosa población de peruanos que generan un gran movimiento económico y que a la fecha tienen un grado importante de organización.
“Es insostenible tenernos en esta condición. La gente no tiene que comer y se puede generar un conflicto social”, alertó Miguel Turpo, quien especificó que ellos brindan empleos y hay familias que depende de dicha actividad”, acotó.
Como se sabe, la minería en pequeña escala realiza todo el proceso minero, desde el cateo hasta la comercialización.
Por su parte, otro minero, Hernán Chávez, remarcó que la única actividad que realizan es la minera y se dirigió a las autoridades para señalar que ellos solo son representantes de bases mineras integradas por trabajadores que cuentan con sus respectivas familias. “Por ende son muchísimas necesidades… La necesidad es grande… Asumimos responsabilidades que de repente no nos toca”, acotó.
En otro momento, el gerente de la Dirección Regional de Minería de Arequipa Juan Muñiz, remarcó que en Arequipa se desarrolla minería en esa escala en las 8 provincias, “son 60 mil mineros, el 80% dedicado a la explotación minera, el 15 % dedicado a conducir operaciones de beneficio empleando mercurio y el 5 % a comercialización de mineral bruto”.
El plan de vigilancia
En cuanto al plan de vigilancia, el director regional de salud, Leonardo Chirinos, recomendó que cada base minera cuente con su propio plan a diferencia de la solicitud por un protocolo sanitario colectivo. Señaló que ello es conveniente para cumplir con las indicaciones del Ministerio de Salud para cuidar la salud frente a la pandemia.
Los desafíos son grandes, hay avances
Consultado por ProActivo, el director de formalización minera, José Farfán, precisó que para lograr la ansiada formalización es importante contar con una clasificación como parte de ese proceso y aprovechando los avances de inscripción en el Ministerio de Energía y Minas.
Otro punto crítico, añadió es el de la comercialización, que requiere “esclarecimiento” para que el mercado tenga fiabilidad en el exterior. “Necesitamos tener un registro de comercializadores, que cumplan ciertos requisitos y estándares de calidad, trabajamos en eso para sacar el reglamento”, indicó.
Finalmente, Farfán remarcó que, entre los aspectos fundamentales para la formalización, están la comercialización, el análisis del tema de los insumos como el mercurio, combustible y explosivos. Asimismo, tener en cuenta que existe una cooperación internacional dispuesta a dar asesoría técnica y por último, trabajar por la reactivación económica de dicho sub sector de la minería como parte del desarrollo del país.
Leyes claras y transparentes para evitar enfrentamientos de inversionista con comunero. El cánon minero debe de llegar directamente a él área donde se encuentra el recurso, haciendo una fiscalización a él funcionario público que se responsabilice y cadena perpetua para casos de corrupción.