El 80 por ciento de mineros ilegales que escaparon de la interdicción en el distrito de Ananea, en Puno, se instalaron en la cuenca del Inambari, en Madre de Dios, para seguir explotando oro sin autorización.
Se trata de al menos 300 mineros ilegales que operan en la ribera del Inambari afectando con relaves a la reserva de Bahuaja Sonene, según los informes de la Dirección Regional de Energía y Minas de Puno que han sido corroborados por el Frente Policial de esa región.
A fines de noviembre, el alto comisionado para la formalización e interdicción minera, Daniel Urresti, advirtió de la creciente presencia de los mineros informales en el Inambari y les dio un plazo de cinco semanas para que se fueran del lugar
Dicho plazo vence la próxima semana.
La República