Rebeca Ampudia en el Perú Tech Week 2025

Rebeca Ampudia, Jefa de Proyectos de ProActivo

ProActivo | La innovación en la minería es más que un fenómeno digital, un proceso de constante cambio que se remonta a la prehistoria, y que hoy, en la denominada quinta revolución industrial, está impulsado por los desafíos de la sostenibilidad global. En la industria minera, esto significa nuevas tendencias, mejoras operativas y corporativas, que abarcan tanto la innovación tecnológica como la social y la reducción de emisiones.

“Aunque nos dicen que ya estamos en una quinta revolución industrial, (…) no es solamente el tema de ver a las máquinas, o que las máquinas o la inteligencia artificial va a funcionar por sí misma, sino que son las máquinas, la inteligencia artificial y las personas, porque tenemos que trabajar todos de forma holística, todos en conjunto”, señaló Rebeca Ampudia, Jefa de Proyectos de ProActivo.

Evolución de la innovación

Como parte de su presentación titulada “Evolución de la innovación en la industria minera”, durante el evento Peru Tech Week, organizado por Minetech Connect, Rebeca Ampudia realizó un recorrido histórico, donde indicó que la minería ha evolucionado desde la Edad de Piedra, pasando por las edades del Cobre, Bronce y Hierro.

Como ejemplo de los vestigios tempranos, mencionó la Motilla de Azuer en España, de la época del bronce. El Imperio Romano marcó otro hito con el trabajo de vetas y técnicas más hidráulicas. Posteriormente, la presentación se centró en la trascendencia de las sucesivas revoluciones industriales.

En el contexto peruano, la Jefa de Proyectos de ProActivo resaltó el elaborado trabajo con los minerales de las culturas preincas, como la Mochica, empleando distintas técnicas de extracción y beneficio. Continuó con la evolución posterior que abarcó la extracción en el Nuevo Mundo, como en Potosí y la mita minera, hasta la época republicana, marcada por nuevos requerimientos energéticos para la extracción.

Minería moderna: automatización y predictibilidad

En la parte de la minería moderna, la digitalización y la automatización aparecen como elementos centrales. Ampudia mencionó a Quellaveco como una mina ejemplo de optimización de actividades a través de estas tecnologías.

Otro avance clave es la implementación del IROC (Centro Remoto Integrado de Operaciones, por sus siglas en inglés) un centro de operaciones cuyo uso es una tendencia que ha avanzado desde hace 4 años y que será implementada en Chinalco. El objetivo de este sistema es reducir riesgos y apoyar la predictibilidad y prevención, evitando accidentes y riesgos a la salud humana.

En cuanto a maquinaria, Rebeca Ampudia apuntó al auge de la electromovilidad y el requerimiento energético basado en baterías de litio, que experimentó un repunte económico durante la pandemia de 2020. “Tenemos el IoT, la IA, la digitalización, que es utilizar modelos de predictibilidad para poder realizar las actividades, sino utilizarlos como un apoyo, como una ayuda para poder realizar nuevas predicciones”, añadió.

Alcance 3 y las metas Net Zero

En cuanto a sostenibilidad, Ampudia abordó los desafíos de la innovación impulsados por las exigencias ambientales. Destacó que la minería debe reducir su huella de carbono. “Hay guías, metodologías, estándares nuevos y no tan nuevos que han surgido para la descarbonización, igualmente para lo que es la reducción misma de los gases de efecto invernadero. Y lo que tenemos ahora para lo que es las metas al Cero neto o Net Zero, o lo que son las metas al 2050”, dijo.

Entre los mayores desafíos para las empresas mineras, Ampudia subrayó la ISO 14064, junto con el protocolo de GEI de GRI (Iniciativa de Reporte Global, por sus siglas en inglés), utilizado para la medición de emisiones y que es fundamental para el reporte con los stakeholders.

“El mayor punto de dolor o el mayor eje donde se tiene que trabajar es el Scope o Alcance 3. Este Alcance 3, son las emisiones indirectas que tiene la minería. Es por esto que las empresas mineras jalan a toda su cadena de valor y las llevan a que ellos también puedan implementar estas nuevas tecnologías, la medición, porque sin la medición no hay un buen control de las emisiones”, precisó.

Otros esquemas cruciales para el futuro financiero y operativo son el TCFD (Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima, por sus siglas en inglés), para la medición de riesgos de negocios; y el TNFD (Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con la Naturaleza, por sus siglas en inglés), para temas de naturaleza y biodiversidad. Estos estándares son de suma relevancia ya que un negocio puede dejar de ser rentable o de obtener financiamiento si no se adapta a escenarios climáticos más severos.

Rebeca Ampudia también mencionó la SBTi (Iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia, por sus siglas en inglés), un compromiso internacional no obligatorio pero muy considerado ya que mide la mejora paulatina en las emisiones.

“En muchas de las empresas ahora, en la parte de la matriz, en lo que es la prioridad máxima, están estos ejes y es por eso que se esfuerzan más, tienen más prioridades. La parte de biodiversidad, la parte de cambio climático en lo que es el financiamiento para estos mismos; y claro, utilizar nuevos mecanismos para poder tener este financiamiento y poder lograr el tan ansiado cero neto o tratar de llegar a ello”, puntualizó.

Dato

Rebeca Ampudia es abogada especializada en medio ambiente y sostenibilidad, con más de 10 años de experiencia en el ambito público y privado. Abogada por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, egresada de la Maestría en Derecho con mención en Derecho Constitucional y Derechos Humanos por la misma casa de estudios. MBA por CENTRUM Católica con mención en sostenibilidad e innovación, miembro Beta Gamma Sigma; y, especialista en Sostenibilidad por el Massachusetts Institute of Technology (MIT).