Manuel Pulgar-Vidal admitió que no se pueden prohibir los pirotécnicos. La contaminación es “temporal” y solo hay que autorregularse. Alertó que la quema de llantas produce enfermedades respiratorias. Vea sus recomendaciones.
El ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, sostuvo que “no se puede prohibir” el uso de pirotécnicos en celebraciones de fin de año, pese a que en Navidad la contaminación del aire limeño superó en 24% el límite máximo permitido debido a la quema de estos artículos. Dijo que la contaminación es temporal por ser una combustión.
Argumentó que la quema de pirotécnicos es una costumbre histórica arraigada en el mundo, que solo depende de la “autorregulación”. Pero sí exhortó a que no se quemen llantas y muñecos en Año Nuevo por el daño al medioambiente y a la salud de las personas.
“De hecho se ha incrementado (la contaminación del aire), pero hay que ser consciente de que es temporal, porque la combustión es muy rápida, como puede ser un pirotécnico”, afirmó.
“Eso no significa que no invoquemos a la población a que no quemen muñecos ni llantas. La quema de llantas genera fundamentalmente SO2, pero también material particulado, que incide fuertemente en las enfermedades bronco respiratorias. Y Lima ya es una ciudad con mucho material particulado, porque vivimos en un desierto: hay mucho polvo en suspensión”, alertó.
Cuidado con niños, adultos mayores y animales
Informó que la policía está vigilando para que estos actos no ocurran durante las celebraciones del Año Nuevo 2014. En relación a los pirotécnicos, advirtió que contiene azufre, por lo que hizo algunas recomendaciones para evitar daños en la salud de los adultos mayores, niños y animales:
“Háganlo en sitios muy abiertos, donde el aire impida que haya una concentración, porque finalmente los que más sufren son los más niños que pueden estar aspirando estos gases cuando se hace sin cuidado”.
“A nivel mundial se queman pirotécnicos desde hace siglos. Es difícil prohibirlos -admitió Pulgar-Vidal-, pero tiene que hacerse bajo horarios establecidos y en lugares abiertos. Creo que es una cuestión de autorregularnos. Lo podemos hacer bajo ciertas reglas que son fundamentales para evitar estos daños que siempre se producen en adultos mayores, en niños y en animales”.