Jaime Reusche (Moody's)

En medio de un contexto político y económico desafiante, el vicepresidente de Riesgo Soberano de Moody’s, Jaime Reusche, ofrece una visión integral sobre la situación del Perú y los retos que enfrenta. Destaca la importancia de la actualización de proyecciones del Ejecutivo y analiza el impacto de factores políticos en la calificación del país.

Moody’s ha otorgado al Perú una calificación de Baa1, reflejando la solidez fiscal y el buen manejo macroeconómico del país. A pesar de la persistente volatilidad política, la resiliencia fiscal y la perspectiva de crecimiento económico aún respaldan esta calificación.

Aunque las próximas elecciones son un factor a considerar, Moody’s no las ve como una preocupación inmediata. La volatilidad política puede afectar la confianza empresarial y la inversión, pero mientras no influya significativamente en la gestión fiscal, la independencia institucional prevalece.

El bajo crecimiento económico no impacta directamente en la calificación soberana. Sin embargo, dificulta el manejo fiscal. El incumplimiento de la regla fiscal del déficit no enciende alarmas sobre la solvencia del Estado, pero subraya la necesidad de una actualización de proyecciones macroeconómicas por parte del Ejecutivo.

Riesgos y Perspectivas Futuras

Los riesgos políticos, especialmente relacionados con el Poder Judicial y el Congreso, impactan las expectativas económicas y la inversión extranjera. Para cambiar la perspectiva negativa de la calificación, se necesita una mejora en el clima político, un repunte económico y una mayor confianza del sector privado e inversores extranjeros.

Preocupa más el Poder Judicial y el Congreso. Los riesgos políticos vienen por el lado de escándalos de corrupción, otros escándalos que puedan salir del Poder Judicial y del Congreso como estas iniciativas de gasto. Estos golpean las expectativas económicas y ralentizan el crecimiento, lo que dificulta el manejo fiscal.