El Ministro de Energía y Minas de Perú, Oscar Vera, había asegurado en una presentación en el Congreso que la entrada en operación al 100% de la refinería de Talara permitiría a Petroperú, su dueño, reducir los precios de los combustibles. Sin embargo, tras más de 10 días desde la puesta en marcha de la refinería, se han observado sucesivas alzas en los precios de los combustibles en el mercado local.
A lo largo de los últimos siete meses, los precios mayoristas de gasolinas regular y premium han aumentado en aproximadamente S/2.00 por galón, situándose en S/18.21 y S/21.95 respectivamente en el caso de Petroperú. Algunos grifos en la capital incluso superan los S/24.00 por galón para el gasohol.
Esta tendencia al alza en los precios de los combustibles se atribuye a diversos factores tanto a nivel internacional, como el recorte de producción de la OPEP, como a nivel local según advierten los analistas. El precio internacional del petróleo se ha elevado a cerca de los US$90 por barril, el máximo en diez meses, lo cual representa un riesgo para la inflación, sumado al efecto del fenómeno El Niño en el verano.
A pesar de las expectativas, algunos expertos dudan que la refinería de Talara vaya a reducir los precios de los combustibles en el corto plazo. Aunque debería ser más eficiente que la planta antigua, aún necesita cubrir los costos de la refinería, por lo que la fijación de precios se realizará en función del flujo proyectado de caja y considerando la deuda que se debe pagar.
Además, se ha señalado que los precios de gasoholes y gasolinas de Petroperú suelen ser un 15% a 40% mayores en comparación con los precios de referencia internacional publicados por el Osinergmin. La disminución de la provisión de petróleo ligero de los lotes de la cuenca Talara también podría llevar a la empresa a importar más derivados, contrarrestando la idea de reducir importaciones con la nueva refinería.
En el mercado peruano, Petroperú, considerada menos eficiente y más costosa, fija el precio de referencia para los competidores, quienes, pese a tener un menor costo, se adhieren al precio de la petrolera estatal por estrategia comercial. Esta ineficiencia se atribuye a un exceso de personal en Petroperú en comparación con el sector privado que mantiene solo el personal necesario. Además, se considera que la falta de competencia y barreras de acceso para nuevos proveedores de derivados puede agudizar el incremento de precios de los combustibles en Perú.