- El incidente afectó zonas cercanas a playas turísticas en Talara y generó preocupación en la población local por sus posibles impactos ambientales y económicos.
El pasado 7 de julio de 2025, un nuevo derrame de petróleo fue reportado en el pozo 383, perteneciente al Lote VI de Petroperú, ubicado en el distrito de Lobitos, provincia de Talara, en la región Piura. El pozo se encontraba inoperativo, sin embargo, la aparición de fluidos de producción (agua, crudo y lodos) obligó a la activación inmediata del plan de contingencias de la empresa estatal, según lo estipulado en sus protocolos internos.
De acuerdo con el comunicado oficial, Petroperú desplegó personal especializado en labores de contención y limpieza desde el primer momento. No obstante, pobladores de la zona impidieron inicialmente el acceso del equipo técnico, lo que provocó una demora en la intervención y aumentó el riesgo de daño ambiental.
Petroperú denuncia sabotaje y pide intervención policial
La empresa denunció que la emergencia no fue accidental, sino que aparentemente fue provocada por una manipulación de la válvula del pozo y la violentación de la malla perimetral. Como parte del procedimiento, Petroperú notificó a la Policía Nacional del Perú (PNP) para que realice las investigaciones correspondientes y garantice la seguridad del lugar.
Adicionalmente, se reportaron indicios de intervención externa, situación que cobra especial relevancia por la proximidad del pozo con zonas turísticas como la playa Las Capullanas, un área ya afectada por un evento similar en diciembre de 2024.
Impacto ambiental y supervisión de OEFA
El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) se desplazó hasta la zona del Lote VI para fiscalizar la aplicación del plan de contingencia y verificar el grado de afectación ambiental. Según información preliminar, el derrame habría comprometido aproximadamente 40 barriles de petróleo, afectando una franja de 500 metros lineales a lo largo de una carretera que conduce a la playa.
A la fecha, Petroperú ha logrado limpiar el 95% del área afectada, pero anunció que las labores continuarán hasta garantizar una recuperación total. La empresa reafirmó su compromiso con el cuidado del entorno y la relación con las comunidades vecinas.
Preocupación social por daños al ecosistema y la economía local
Las reacciones de la comunidad no se hicieron esperar. Los habitantes de Lobitos expresaron su preocupación por el impacto potencial en la pesca artesanal, actividad que representa el sustento principal para muchas familias. También advirtieron sobre posibles consecuencias en el ecosistema marino y el atractivo turístico de la zona.
En ese contexto, la población ha solicitado mayor transparencia en las investigaciones y acciones inmediatas de remediación ambiental, así como una mayor fiscalización estatal sobre las operaciones del Lote VI.