Chavimochic III, un megaproyecto de irrigación de US$ 620 millones al norte del Perú, puede paralizarse a fin de este mes por retrasos en la entrega de los terrenos, dijo su empresa constructora.
“Hacia fines de agosto, llegaremos a una situación en que no se puede continuar ejecutando obras. No porque no tengamos la disposición, sino porque el contrato no nos permite seguir en la ejecución. Tenemos que entrar en un proceso de paralización”, dijo director de inversiones de Odebrecht, Alfonso Pinillos.
Detalló que el contrato firmado con el gobierno establece que tanto la construcción de una presa -conocida como Palo Redondo- y la de un canal madre de distribución del agua, debían hacerse en paralelo.
La versión es replicada por las autoridades de La Libertad, región donde se realizan las obras y que proporciona los terrenos, quienes aseguran que el proyecto no puede parar.
Lo concreto es que sin los terrenos a disposición, la única forma de continuar, según Odebrecht, es con una adenda al contrato. “La situación es crítica”, explicó Pinillos de Odebrecht.
La modificación fue solicitada en junio al Ministerio de Economía del gobierno saliente de Ollanta Humala, pero se rechazó. Ahora quedó en manos del nuevo presidente Pedro Pablo Kuczynski, que considera el proyecto una prioridad.
TERRENOS CASI LISTOS
“Las tierras a expropiar no son un problema. Está liberado el 85% de las tierras. El resto se viene liberando a través de procesos que son serios”, dijo a la AFP el gobernador Luis Valdez, quien aseguró que la constructora tiene espacio para seguir trabajando.
Paralelamente, dijo, está impulsando la firma de la adenda que debe pasar por el ministerio de Economía y Finanzas, para extender los plazos de entrega de terrenos.
“El Estado garantiza el 100% de su inversión. Yo no veo paralización salvo que… ya es bastante conocido lo que ellos pasan a nivel internacional”, dijo el gobernador, en alusión al sonado caso de corrupción en el que la firma se ha visto envuelta en Brasil.
Chavimochic es el acrónimo de los valles costeros de Chao, Viru, Moche y Chicama, en el norte peruano. Administra el agua del rio Santa -que nace en los Andes- para la irrigación de esta zona agroexportadora, emergente motor de la economía peruana, tradicionalmente minera.
Con Chavimochic en marcha, a fines de 2018, las exportaciones agroindustriales aumentarían en US$1.200 millones de dólares al año, según el Banco Central.
El Comercio