Empresa usa como defensa informe del Ingemmet, pero Defensoría señala que este no responde a interrogantes que deberían ser absueltas por el EIA.
La comunidad campesina de Huacho (Lima) denunció que sus tierras fueron afectadas y ya no pueden cultivarlas por la construcción de una central hidroeléctrica a cargo de la empresa Cheves. Según indicó la comunidad, las detonaciones que se realizaron para la edificación de dos túneles provocaron grietas, lo que dificulta el riego de sus cultivos, informó “Cuarto Poder”.
Ante la denuncia, Delia Morales, directora de Supervisión del OEFA, señaló que iniciarán una supervisión, a fin de detectar si el daño a las tierras obedece a los trabajos efectuados por la empresa, así como por qué en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) no se contemplaron los riesgos.
Cheves, que invertirá US$ 505.81 millones en el proyecto que generará 168 MW, sostiene que lo importante es lo que dice el informe del Ingemmet con base en los estudios que realizó en mayo y diciembre del 2013.
Estos indican que las filtraciones del agua del subsuelo y las malas técnicas de riesgo serían las causas de las grietas. Además, señala que la zona es susceptible de deslizamientos.
Alicia Abanto, adjunta para el Medio Ambiente de la Defensoría del Pueblo, sostiene que el Ingemmet no puede responder con dichos estudios la interrogante clave: Si es que las grietas existían antes de que llegara el proyecto. Al respecto, explicó que dicha repuesta debiera estar en el estudio de impacto ambiental del proyecto de la hidroeléctrica.
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