Leonardo García-Polo
COUNTRY MANAGER FALCON MP
Si bien las relaciones entre el Perú y Chile han pasado por altos y bajos debido a los acontecimientos históricos que todos conocemos, hoy es más lo que nos une que lo que nos separa. Y es que si bien estamos ad portas de un fallo histórico, como lo será la resolución que en los próximos días dará a conocer La Haya por el diferendo marítimo entre ambos países y que data de un largo historial de controversias, lo cierto es que en materia de intercambio comercial, las relaciones entre ambos países no podrían ser más óptimas.
Según la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), el Perú es el cuarto destino de la inversión de Chile en el exterior (después de Argentina, Colombia y Brasil), con una inversión de US$ 11,637 millones, siendo el comercio, transporte y construcción los sectores que más crecen. De hecho, es el sector retail uno de los que más crecerá, más que nada por las oportunidades que ven los empresarios sureños en el mercado peruano, sobre todo en provincias, donde todavía queda un largo camino por recorrer.
¿Qué gana el Perú con esto? Claramente el empleo es lo más privilegiado. Según la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú), en los últimos tres años las inversiones mutuas entre Chile y Perú han generado más de un millón de empleos en ambos países. De esa cifra se beneficiaron más peruanos, así como de una mayor dinámica económica en la que participan los proveedores locales que son requeridos por las nuevas operaciones comerciales e industriales.
Por otra parte, Chile también se muestra como un mercado sumamente atractivo para los grandes grupos peruanos. Sus políticas macroeconómicas sanas, la competitividad y su creciente economía son un potencial a considerar. No por nada los grupos peruanos Brescia, Graña y Montero, Romero y Belmont ya han aterrizado en la nación sureña, y pronto se espera que lleguen la minera Buenaventura y otras firmas importantes de construcción e ingeniería.
Otro rubro que se ha abierto con gran fuerza en el mercado chileno es el de la gastronomía. El despegue de las franquicias peruanas en Chile contribuye a aumentar las inversiones peruanas en ese país. Al pasear por Santiago, se hace común ver las cadenas de restaurantes de Gastón Acurio, los chifas y la comida nikkei. Gracias a esta importante contribución, se estima que las inversiones peruanas en Chile podrían haber llegado a US$ 10,000 millones en el 2013, aumentando considerablemente los US$ 7,000 millones alcanzados el año anterior (2012).
A esto hay que sumar que ambos países, junto con México y Colombia, forman parte de la Alianza del Pacífico, que fue creada con el fin de alentar la integración regional, de manera de aportar con un mayor crecimiento, desarrollo y competitividad a las economías de sus países.
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