La representante de Canadá en el Perú explica cómo han evolucionado las relaciones entre su país y el nuestro, y cómo están decididos a mantener el nivel de inversión en empresas extractivas, pero sin dejar de preocuparse en la prevención de conflictos sociales, el cuidado del medioambiente y el intercambio en tecnología.
¿Diría que es el mejor momento de la relación Perú-Canadá?
Sí, porque se está dando un intercambio al más alto nivel, entre ministros, cancilleres e incluso jefes de Estado.
¿Y cómo explica este acercamiento inusual?
Hay una coincidencia de intereses entre los dos países. Somos socios en una manera inédita. Tenemos casi 75 años de relaciones bilaterales, pero antes había como una hermandad basada en cooperación, y en el 2000, 2001 se estrechó el vínculo a través de la OEA cuando se buscó restablecer la democracia en las mesas de diálogo. Ahora estamos agregando otras cosas…
Ahora tiene que ver con la inversión de su país en el nuestro.
Exacto. Ha crecido mucho. Tenemos como siete mil millones de dólares en inversión, sobre todo una inversión muy grande de los fondos de pensiones canadienses…
Y empresas mineras…
En ese sector tenemos 90 compañías canadienses de minería, seis minas activas –esperamos más el 2015–, y un gran interés en el sector financiero. También hay compañías de ingeniería, y una que abrió una fábrica de Omega 3 en Piura.
Se están diversificando..
Sí, sobre todo con la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio del 2009, hemos visto el ingreso de productos peruanos a Canadá. En ese marco, tenemos un fondo de 18 millones de dólares que ayuda a los productores peruanos a prepararse para vender sus proyectos en Canadá, con excelentes resultados.
¿El apoyo que dan a la oficina de resolución de conflictos tiene que ver con esa inversión en el sector minería?
Tenemos dos ejes en la inversión. El primero, grande, es en recursos naturales; y el otro, en educación. Para hablar de resolución de conflictos, hemos conversado mucho con la Defensoría del Pueblo, cuyas actividades apoyamos con Bélgica y España invirtiendo en la canasta de dinero para ello. Recientemente, hemos invertido casi 5 millones de dólares para impulsar la nueva Oficina de Diálogo y Sostenibilidad. Para nosotros eso es importante porque hemos visto excelentes resultados…
¿Cómo actúa su despacho cuando una comunidad se queja de una empresa canadiense?
Obviamente tenemos relaciones con nuestras compañías, pero sabemos que es el gobierno del Perú el que tiene el rol protagónico, a través de la Oficina de Diálogo y de la Defensoría del Pueblo. Así debe ser. También consideramos importante la transparencia. En la medida que la gente sepa lo que pasa realmente, disminuyen los conflictos. Por eso en noviembre lanzamos con el gobierno, la sociedad civil y el sector privado, una sociedad de transparencia en el sector extractivo. Eso puede ayudar…
¿Dice que si se hubiera aplicado bien eso no veríamos tantas denuncias en las regiones?
Exacto. Porque si hay sospechas en lo que hace una empresa o el gobierno, la buena práctica de la transparencia permitiría transmitir información a las comunidades cuando se genera desconfianza. Habrá 17 millones de dólares para promover cooperativas agrícolas en sectores con actividad minera para que los pobladores tengan otras fuentes de ingreso. A veces hay mucha presión sobre las minas, que no pueden dar empleo a todo el mundo…
…Y son recursos que se agotan.
Exacto. Por eso la idea es promover mejores prácticas para que haya mejores ingresos de los sectores tradicionales en la agricultura y los bosques.
En ese contexto, surgen denuncias de que el dinero de la cooperación internacional, y del canon, no fue bien usado en los gobiernos regionales. ¿Cuál es su sensación ante esa realidad?
También tenemos excelentes proyectos en eso. Uno es con CIES, que promueve mejor gestión de recursos naturales. Otro con el Ministerio de Ambiente para ayudarlos a establecer un sistema de control y compromisos de medioambiente. Se debe aceptar que algunos gobiernos regionales no tienen la capacidad para manejar el canon y compartir la información. Así, ellos se sienten empoderados…
Y ustedes, ¿cómo se sienten como aportantes cuando ven casos de corrupción?
Nosotros estamos aquí para ayudar, para compartir nuestra experiencia, no para decir “ustedes deberían hacer esto…”. Porque Canadá como Perú tenemos una riqueza extraordinaria en recursos naturales para el bien de las comunidades y la gente en general.
¿Por eso también su aporte en la Cumbre Mundial de Cambio Climático de las Naciones Unidas, COP 20, que tendrá a Lima como sede en diciembre?
Tenemos un proyecto con el Ministerio del Ambiente para establecer con ellos un nuevo sistema de permisos para proyectos medioambientales. A la vez, como parte del TLC tenemos pequeños fondos que pueden usarse rapidísmo para atacar pequeños problemas. Además, como parte de nuestra contribución a la COP 20, trabajaremos de cerca con el Ministerio del Ambiente. Quisiéramos hacer algo pragmático y útil con las comunidades donde hay problemas, y cuando se presente una buena idea podamos actuar con rapidez. Se trata de actuar…
Lo que la población espera…
Sí, soluciones inmediatas.
Se ha potenciado, además, la cooperación en Educación…
Sí. Cuando el primer ministro canadiense estuvo aquí en mayo del 2013 anunció varios proyectos con el Ministerio de Educación para encontrar modelos a seguir. También trabajamos con Unicef en educación bilingüe enfocada a niños.
Y también intercambio en el campo tecnológico…
Acabamos de anunciar proyectos con Concytec en el sector Salud, que incluyen becas en Perú sobre nuevas ideas de salud. Esa es otra parte de nuestra colaboración.
¿Y en qué consiste el apoyo en el campo militar?
Las relaciones militares son de largo tiempo, pero recientemente hemos dado un paso grande. El 10 de marzo del 2013 nuestros ministerios de Defensa firmaron un acuerdo, y ahora tenemos más posibilidades de capacitación al más alto nivel. Desde el 10 de abril de este año las puertas están totalmente abiertas a oficiales peruanos.
¿Qué intercambiamos en ello?
El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Canadá estuvo aquí en marzo en una conferencia de seguridad marítima, y en abril llegaron sesenta militares canadienses con helicópteros y aviones como parte de ejercicios en búsqueda y salvataje. Además, en octubre, en Arequipa, con la conferencia de ministerios de Defensa, se van a abrir más posibilidades. Además, ahora se pueden hacer compras militares con mayor facilidad.
La República