Por: Darío Zegarra, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú
Del 5 al 8 de marzo, en la ciudad de Toronto, Canadá, se realizará una nueva edición del PDAC, el principal evento minero a nivel mundial, que contará con una importante delegación peruana, conformada por representantes del sector público y privado, vinculados al sector.
Este evento es una suerte de termómetro que permite medir el desempeño de la industria minera a nivel global, y a su vez realizar una evaluación comparativa entre todas las jurisdicciones mineras, en términos de atracción de capital de inversión.
En el PDAC 2023, las principales jurisdicciones mineras mostrarán ante los miles de inversionistas sus mejores atributos con el objetivo de atraer la mayor cantidad de capitales a sus respectivos territorios. Y nuestro país no será la excepción.
Perú, uno de los líderes mundiales en minería, buscará captar mayores inversiones sobre todo de aquellas destinadas a la búsqueda de nuevos yacimientos, ya que sin exploración es imposible darle continuidad y sostenibilidad a nuestra industria minera.
En esa línea, la idea es despertar el interés de las mineras juniors, empresas orientadas principalmente a explorar y que levantan capitales en la bolsa para desarrollar sus actividades. En la última década, el número de estas mineras se ha ido reduciendo progresivamente en nuestro país, debido a una serie de factores.
Atraer nuevamente a las mineras junior es una ardua tarea, pero no imposible. Para ello debemos generar un entorno donde exista predictibilidad jurídica, convivencia pacífica y un mayor compromiso político a todo nivel, nacional y regional. Debemos estimular también inversiones en proyectos mineros avanzados o yacimientos en producción.
En este evento además del atractivo programa que presentará nuestro país, se pondrá a disposición para los inversionistas la interesante “Guía para la Inversión Minera en el Perú 2023/2024”, publicación impulsada por el Ministerio de Relaciones Exteriores y la firma de servicios profesionales EY Perú.
De otro lado, esta semana se dio a conocer que la Unidad Minera San Rafael de Minsur, la principal mina de estaño en Sudamérica, ubicada en Puno, reinició sus operaciones luego de un acuerdo con los pobladores de Antauta, tras más de 40 días de bloqueo, que no solo puso en riesgo el empleo de 4500 peruanos, sino que afectó la economía local y regional.
Al igual que el nuevo bloqueo que sufre minera Las Bambas, que le impide transportar sus concentrados hacia el puerto de Matarani, consideramos que estas son acciones que no buscan soluciones de largo plazo, sino que traban las inversiones e incrementan la crisis existente. Debemos buscar otros caminos, otras salidas.
Y lo que hoy se requiere es una agenda de desarrollo territorial, que incluya al Estado, las empresas, la academia y la sociedad civil, como lo venimos proponiendo desde nuestra institución desde hace varios años y a través de nuestros distintos eventos. Esta es la manera más realista para el cierre de las brechas sociales y mejor futuro para más peruanos.
Fuente: IIMP