(Foto: La República)

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Economista, catedrático en la Pontificia Universidad Católica. Militante del Frente Amplio

Pedro Francke, una de las voces más lúcidas y activas de la heterodoxia económica peruana, repasa el debate sobre el modelo económico, la reducción de la pobreza, la desigualdad, la desaceleración  del crecimiento, el extractivismo y el postextractivismo. Propone qué elementos de la política económica-social deben ser mantenidos y modificados, en la línea de mejorar la capacidad reguladora del Estado de cara al próximo gobierno.
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En un balance referente al llamado modelo impuesto hace más de 20 años ¿Ha cambiado este; en qué medida es el mismo o ha sido innovado?
Creo que como política económica es un modelo con dos características, privilegia el libre mercado, es liberalizador, desregulador, que pone por delante la lógica del inversionista, y como estructura ha reprimarizado la economía, ha vuelto a darle un peso sustancial al sector primario exportador, sobre todo minero.
Pero ¿cuánto ha cambiado en 20 años?
Un estudio de Ricardo Hausmann, de la Universidad de Harvard, encuentra que la estructura económica luego de la crisis y recuperación de los 90 era el 2005, 25 años después, la misma estructura primario exportadora que la de 1980, con excepción del sector agroexportación. Ese estudio tiene un punto ciego porque no incluye el sector servicios y por lo tanto el turismo.
Pero como política económica, desde el primer quinquenio de Fujimori, ha cambiado.
Yo diría que muy poco.
¿No hay más inversión pública ahora, más infraestructura física, más dinero a las regiones?
Hay un poco más; bueno ahí estuvo la descentralización que es otro cambio ¿no? El otro gran cambio económico importante es lo que Richard Webb ha llamado el despegue rural basado en los caminos rurales y a mi juicio también una mayor educación.
¿Y este modelo no ha incentivado más demanda?
Sí claro. No creo que sea por distribución ¿ah? Si uno ve los datos de distribución del ingreso, muestran que hoy es más o menos la misma que hace 20 años, con subiditas y bajaditas, pero en la esencia es más o menos lo mismo. No se puede ocultar que hay crecimiento económico, que llega a distintos sectores de la población y hay sectores a los cuales no llega. Hay un sector de postergados, excluidos, pero hay un sector de profesionales, de clase media que mejora sus ingresos; esa mejora es sustancial y eso genera una demanda.
Ese modelo ha bajado 32 puntos de pobreza; los críticos podrían decir, es solamente pobreza por ingreso, pero vale ¿no?
Tengo varias críticas al tema de pobreza, pero comencemos por decir que vale, sí vale, y si uno ve un balance global de las estadísticas sociales, en estos 20 años la mortalidad y desnutrición infantil se ha reducido y la cobertura de educación se ha ampliado. Los datos son los datos. Ahora, sobre la pobreza monetaria tengo críticas conceptuales, desde el significado de solo medir pobreza por datos hasta más metodológica, a la idea que la misma línea de pobreza de hace 15 años sigue siendo válida cuando la gente cambia su forma de vida y tiene nuevas necesidades.
¿Por qué cambiar un modelo que ha bajado en 15 años 32 puntos de pobreza?
Por esas tres razones, porque estamos viendo la pobreza en ese sentido; esa medida de pobreza es inadecuada; yo puedo reconocer que hay un progreso pero yo creo que esa medida no es la correcta. Creo que la gente ha mejorado económicamente pero creo que hay una altísima desigualdad que nos parece mal en sí misma.
De cara a las elecciones, ¿no es cierto entonces que los economistas heterodoxos se proponen cambios radicales?
El tema es qué consideras por cambio radical y qué cosas dejarías.
¿Qué dejarías?
Dejaría un peso importante del mercado en la inversión privada, creo que con un mayor peso del Estado pero de ninguna manera una propuesta estatista; yo no creo en regresar a estatizar un montón de empresas; creo en un peso importante de la inversión privada y creo que también hay que reconocer algunos avances en este tema de la diversificación productiva, la agroexportación, el turismo, hay una clase media, un sector emprendedor, un avance educativo con problemas de calidad, creo que no se puede negar que el Perú ha avanzado en términos educativos. Entonces, creo que hay varias cosas que cuidar.
¿Y qué cambiarías?
Creo que los grandes cambios están en lo público versus lo privado; reconociendo la importancia de la inversión privada, tiene que haber una regulación y un mayor peso de lo público, y esto tiene que ver con la desigualdad pero incluso tiene que ver con la idea de lo común. Un ejemplo de esto, porque lo sufro todos los días, es el tránsito; mejorar el tránsito ni siquiera es de izquierdas o de derechas. El segundo, es la diversificación productiva; podemos discutir la estrategia, no hay que eliminar la minería para nada pero tenemos que dar mucho más peso al turismo, a la agricultura, a la agroexportación, a la industria, y una apuesta también para nuevas fronteras del conocimiento.
¿Esta desaceleración nos acerca a un nuevo modelo o impide un cambio sustantivo?
El cambio de modelo tiene que ver con la política más que con la economía. Ahora tenemos esta situación que nos debería llevar a cuestionarnos. ¿Esto será recogido por el sistema político? La verdad es que tengo muchas dudas sobre qué va a pasar con el sistema político.
El debate entre Castilla y Carranza refleja el fin de un consenso alrededor de crecimiento. ¿No te parece que ahí aparecen propuestas de cambio?
Sigo a Carranza pero no termino de ver que tenga una propuesta integral; se le ve a Castilla más defensor del gobierno y a Carranza más opositor, pero he visto a Carranza en algún momento ponerse de mano dura, liberalizar mucho más, que es profundizar el modelo y que es lo mismo por lo que luchaba Castilla.
Es un debate sobre los ritmos de la política económica…
Es más interesante la división entre los más primario-exportadores neoliberales que podrían ser Castilla, Segura y Carranza con los diversificadores como Piero Ghezzi, Gallardo, dentro del modelo.
¿Podrías decir que luego de Conga y Tía María el Perú ha empezado a transitar desde el extractivismo hacia algo nuevo?
El sector extractivo ha perdido impulso por condiciones internacionales y nacionales en menor grado, y política también, pero no tenemos una fuerza clara que empuje lo nuevo; como que tienes un motor con problemas de origen, el primario exportador que se está desacelerando, pero esperamos que el otro motor acelere para retomar el crecimiento, pero eso no está sucediendo porque las políticas no están acompañando eso de manera adecuada.
La defensa tan cerrada del extractivismo impide una discusión más profunda sobre cómo avanzar hacia una explotación minera distinta.
Impide un poco pero me parece que la discusión se da. Veo por ejemplo el artículo que publicó Piero Ghezzi en El Comercio y me pareció interesante; tengo mis discrepancias pero me pareció interesante. Algunos dicen que promover el sector minero es promover la diversificación. Discúlpame, en base a qué teoría, en qué lugar del mundo ha sucedido eso. Al mismo tiempo, yo preguntaría, dónde está la política para que la minería diversifique. En realidad, una gran apuesta de diversificación es la petroquímica pero el proyecto está paralizado.
Hay diferencias entre extractivismo depredador, el extractivismo sensato, y un extractivismo progresista como el de Ecuador y Bolivia, que veo que tampoco se han rasgado las vestiduras contra el modelo extractivista abiertamente. 
Cuáles son los dos elementos fundamentales de una propuesta de cambio. A mi juicio son dos, por un lado la diversificación productiva en genérico; y segundo, esa propuesta de diversificación en el caso del Perú tiene que pasar por el aprovechamiento de nuestra diversidad y biodiversidad. Pongo este ejemplo que me gusta: el Perú tiene tres millones y medio de turistas y México 50 millones; y en el Perú tenemos la mayor parte de turistas yendo a Machu Picchu. Si quieres ir a Kuélap tienes que tomar un vuelo a Chiclayo subirte a un ómnibus y luego de 12 horas llegas a Kuélap sin ningún hotel cerca, regresas en un ómnibus otras 12 horas a luego tomarte un avión a Lima. Y el tercer elemento es dónde se van a explotar los recursos primarios de manera de no generar un daño ambiental.
Me parece sensato, pero he leído conceptos más cerrados, como tierra sí minería no. 
La consigna agro sí mina no puede ser válida en una localidad específica como el Valle del Tambo (Arequipa) pero a nivel nacional yo no la comparto. Creo que el Perú también necesita la minería y tiene que desarrollarla, con el cuidado ambiental y democrático necesario por supuesto.
Tenemos elecciones el próximo año. ¿Cómo pactar el crecimiento y el desarrollo? Creo, por ejemplo, que es importante defender el crecimiento.
Yo también lo creo; el crecimiento es importante. Esa idea de que no nos interesa el crecimiento es incorrecta. Que uno diga que el crecimiento no lo es todo, que no es el fin sino el medio no quiere decir que no nos parezca interesante. Creo que hay empleo y mejores salarios pero hay momentos en los cuales uno dice hasta acá es el límite. Como objetivo general quisiera al mismo tiempo crecimiento económico, cuidado del medio ambiente y empleo digno.
En esa posibilidad de pacto, uno de los elementos en los que se incide es en la mejora de la capacidad reguladora del Estado.
Hay dos temas ahí, lo regulador y lo promotor. En lo regulador es el tema ambiental, el tema laboral. Creo que la regulación la legislación y fiscalización laboral son deficientes, la defensa del consumidor, hay monopolios, hay AFP que configuran oligopolio, la ley de la alimentación saludable que no está reglamentada. Toda la regulación pública de los mercados.
En el caso de promoción, lo mínimo en los próximos 5 años 
Lo mínimo es seguir con los esfuerzos de diversificación productiva que se están haciendo; tengo una serie de críticas al plan pero no creo que no hay que dejarlo. Hay que pensar en una estrategia global de competitividad de los sectores que podrían marcar una diversificación de la industria y de la agricultura.
HACE FALTA UNA GRAN REFORMA EN EL SECTOR SALUD Y LA CREACIÓN DE UN SISTEMA NACIONAL
En esta idea de encerrar opciones, qué elementos de la política social deberían ser conservados, Juntos, Pensión 65, supongo que habría que desarrollar Qali Warma.
Me parece que varios programas deben mejorar; Juntos tiene mucho que mejorar en nutrición infantil, Pensión 65 debería ampliarse; el SIS (Seguro Integral de Salud) me parece que no es un programa que debería analizarse por sí solo; hay que ver el sistema de salud.
Ahí sí debería producirse una gran reforma ¿no?
En general, hace falta una gran reforma en Salud. Hace hace falta lo que podríamos llamar un Sistema Nacional de Salud, un sistema único como el que tiene Brasil, que ordena el conjunto. Uno puede tener un sistema de salud que articule distintos niveles del gobierno y que articule al sector privado como sistema. Y el segundo gran tema tiene que ver con la descentralización, la demanda de la población ya no de los servicios básicos sino de un mayor nivel resolutivo.
¿No estamos ad portas de una gran batalla entre dos modelos como el 2011 y 2006, sino que caminamos a un pacto de cambios necesarios y mínimos?
Veo mucha confusión y no veo líneas tan claras en los debates políticos de cara al 2016. El 2011 se veía un poco más ¿no? Ollanta y los antisistemas versus los prosistemas, como que había una línea divisoria más clara; ahora esa línea se ve menos clara, o tal vez las fuerzas de izquierda están más atrás por el mismo cambio de Ollanta Humala y la consecuencia que eso ha tenido. Creo que la propuesta de cambios profundos ha sufrido un gran retroceso con lo que para mí no tiene otro nombre sino la traición de Ollanta Humala. Es como que estás esperando una batalla y de repente la mayor parte de tu ejército se pasó al lado contrario.
¿Crees del mismo modo que el 2011 tendremos en esta campaña una discusión económica profunda o no será la economía el tema de fondo?
Yo veo hasta ahora poca reflexión honestamente; es curioso, veo este debate más interesante entre la estrategia primario exportadora y la de diversificación dentro del gobierno, y desde las principales fuerzas de oposición, el fujimorismo Alan García, PPK, no veo una postura clara de decir “vamos por este lado”. Veo que se ha instalado en la opinión pública la crítica manejada desde la CONFIEP y los poderes económicos a la tramitología, aunque el representante más puro de ese sector, PPK, el que tiene más pergaminos neoliberales, ahora dice “yo soy de centro izquierda, no hay que privatizar el agua potable”, y desdibuja su mensaje para correrse hacia el centro.
La República