Deja la presidencia de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) en una carrera de mil por hora. Pedro Martínez Carlevarino tuvo que caminar con la velocidad que se producían los cambios en el Estado y en el gobierno para que su gremio no pierda el tren de la inclusión social. Nuevas normas tributarias, sociales, cambios rápidos en el más alto nivel del gabinete, fueron algunas de las circunstancias que tuvo que sortear el empresario para que en ese contexto los proyectos mineroenergéticos sigan adelante. Aquí, en entrevista concedida a ProActivo detalla sin tapujos reveladores pasajes.
Por Mónica Belling
Usted arrancó su gestión en vísperas de las elecciones nacionales. ¿Cómo fue esa etapa?
En febrero del 2011 la lectura sobre las preferencias hacia los candidatos era distinta, surgieron actores preponderantes y las agendas se tornaron agresivas contra del sector privado, incluso el gravamen a la minería, que el Partido Nacionalista desde el inicio dijo que pondría, fue recogido por otros candidatos.
Hasta aquellos más liberales recogieron el aquel tema y la campaña se polarizó. Finalmente tuvimos el programa del Partido Nacionalista que se corrige arribando a su nueva propuesta “Hoja de Ruta”, que modificó los contenidos de la primera agenda.
En ese contexto trabajamos sostenidamente para resaltar tres aspectos: mantener la estabilidad jurídica, respetar los contratos y las reglas de juego; y mantener la competitividad del país.
Lo otro fue explicar cómo funcionan las inversiones porque en el nacionalismo habían trabajado en la academia, en el campo teórico y no veíamos mayor experiencia en lo práctico.
¿Entonces inician conversaciones con el nacionalismo?
Empezamos a tender puentes a efectos de hacer notar la importancia de la inversión en el país. En un mundo que empezaba a dar señales de crisis como la europea o americana, Perú no podía perderlas.
Prevenimos que durante los últimos 12 o 14 años la economía del país creció sostenidamente y resultaba preocupante que finalmente se pierda. Perú venía en la ruta del desarrollo con necesidad de mayor inversión, el lema de campaña “inclusión social” solo podía conseguirse en la medida en que los peruanos tuvieran más trabajo porque prestar ayuda asistencialista a toda la población, no es el rol del Estado.
Lima ya no era el único foco de desarrollo del país, aparecieron en el norte, sur, centro y en el oriente; y surgieron por las nuevas oportunidades de inversión.
Esa corriente, con velocidad de crucero, no podía pararse y resultaba contraproducente que el candidato, luego presidente electo trunque ese desarrollo, por eso nuestra competencia fue hacer notar el avance de la economía gracias a la inversión de los privados más que a la estatal.
¿Qué otra situación le tocó afrontar?
Conversar sobre el primer punto de la agenda del presidente electo, que era el gravamen minero.
Dialogamos con Salomón Lerner y los ministros de Economía y Finanzas; y Energía y Minas. Hubo una interesante participación del sector privado mediante un grupo muy profesional con experiencia en minería que representaba a empresas grandes y chicas; extranjeras y nacionales; estabilizadas y no estabilizadas. Ellos veían la parte técnica; y el rol político me correspondía llevarlo.
¿Fue difícil tender aquellos puentes?
Las percepciones cambiaron y eso lo vimos en la mesa de las conversaciones.
Además, cabe destacar la actitud de las empresas con contrato de estabilidad tributaria, por la concurrencia voluntaria para colaborar con el gravamen.
El presidente había sido claro, mientras las regiones con actividad minera reciben canon, hay las que carecen de minería, no reciben esos montos y la idea era homogenizar el desarrollo.
A nadie le gusta que lo graven pero viendo el destino de los fondos y la necesidad de ciertos lugares del país, se arriba a una solución que recoge tres aspectos: un impuesto adicional a la minería para los que no tenían contrato de estabilidad, un gravamen especial a la minería para las empresas con contrato de estabilidad y se corrigió una distorsión que había en el sistema de regalías.
¿Cómo eran las regalías?
El sistema era regresivo, había proyectos con escasa rentabilidad pero alta carga fiscal y había otros con mayor rentabilidad y baja carga fiscal. Se aprovechó para corregirlo y darle progresividad.
¿Consideran que es equitativo?
Es equitativo y responde al principio de quien más gana más paga.
Esto nos equipara con el sistema de Chile, así las autoridades comprendieron que había que captar más recursos para el fisco y que el país no podía perder competitividad respecto a Chile, Canadá y Australia, debíamos estar a la par.
Hoy, el sistema impositivo de la minería se parece al de los países con los que competimos y el inversionista solo busca la riqueza geológica porque el resto de requerimientos son parejos. Tienen similares estándares en temas de tratamiento ambiental y Perú tiene la ventaja de su gran riqueza geológica, a partir de la Cordillera de los Andes.
Fue uno de los puntos más importantes durante su gestión en la SNMPE
Digamos que resolverlo. El presidente se dio perfecta cuenta que el desarrollo del país venía con velocidad de crucero y que el trabajo por hacer era cómo profundizo y promuevo que haya más desarrollo para poder cumplir la verdadera inclusión social.
Inclusión social que para nosotros es gente con trabajo, dinero y la oportunidad de llegar a su bienestar.
Ese fue el primer gran tema que prácticamente consumió el primer año de mi gestión. Casi al final surgen problemas en Cajamarca por el conflicto de Conga y luego tuvimos cambio de gabinete.
Al iniciar mi segundo año empezamos casi de cero porque la agenda se volvió a tratar con las nuevas autoridades y Conga entró a una fase muy virulenta.
En ese período salimos en muchos medios a defender a la inversión privada en general que estaba en juego. Podían bloquear otras inversiones con ese tipo de protesta organizada, en que una autoridad miente a la población.
En Cajamarca hay una autoridad de espaldas al desarrollo de su población. Que cuando al final cae el telón, muestra su verdadero interés: no era el agua sino las elecciones del 2016.
Esto generó pérdidas, como recientemente lo ha confirmado el Premier: la pérdida de 77.000 empleos en Cajamarca, 6.000 de ellos, fue gente que trabajaba en la construcción del proyecto Conga que sumaron a las 71.000 personas vinculadas al mismo.
Los siguientes meses fueron muy duros, tratando de evitar que la pésima autoridad contagie a otros.
La Ley de la consulta previa fue otro desafío que afrontó
Fue promulgada en septiembre del 2011 y recoge el espíritu del Convenio 169 de la OIT, al igual que su reglamento de abril del 2012, el problema está en su aplicabilidad.
En la actualidad hay gente que piensa que es originario o indígena y que serán consultados; cuando la ley dice, solo serán consultados los pueblos originarios o indígenas que hubieron antes de la llegada de los españoles, antes de 1492.
¿Qué sucede? Así como hay traficantes de terreno que invaden para estafar a la población, hay grupos asentándose alrededor de proyectos para exigir ser consultados cuando no son ni originarios ni indígenas. Vemos un movimiento que piensa usufructuar a partir de la ley.
¿Cuál sería la acción a tomar?
Debe haber un manejo adecuado de las expectativas. La ley se creó como herramienta de desarrollo y no para el bloqueo de inversiones, situación que podría darse de no actuar debidamente.
La autoridad debe establecer con claridad qué consultar, a quiénes y cuál es el tiempo máximo que debe durar la consulta.
Asimismo recordar que la norma no es vinculante, al final el Estado decide si se lleva a cabo o no la inversión y que si hay alguna afectación, la ley contempla elementos de mitigación o compensación a esas poblaciones, si se vieran afectadas. Esa compensación la tiene que brindar el propio Estado que maneja el dinero de todos los peruanos.
Tiene que tener mucho cuidado de a quién, cómo y cuándo hace las consultas para que no aparezcan traficantes.
¿Cuál ha sido la principal inquietud del mundo financiero internacional?
Si partimos del hecho que la minería en Perú es el motor que jala al resto de la economía, que entre minería e hidrocarburos explican el 74% de las exportaciones del país, que entre los dos sectores captan el 38% del Impuesto a la Renta, no hay duda que es clave en el desarrollo del país.
Las preocupaciones de los inversionistas son consulta previa, conflictos sociales y la inestabilidad ocasionada cuando los permisos y autorizaciones se traban ya sea por conflictos sociales o trabas burocráticas.
El reto es darle confianza a los inversionistas para que las consultas sean lo más objetivas posible y darle velocidad a las autorizaciones y permisos.
Aquí he repetido varias veces que celeridad no significa que se flexibilicen las leyes, ni los controles ni las normas, que deben seguir siendo rigurosas pero hay que dar rapidez a los expedientes.
¿La producción ha bajado según el reciente estudio del IPE ¿Qué opinan los empresarios al respecto?
En los últimos tres años Perú mostraba que su producción minera declinaba. El 2011 creció hierro y molibdeno pero los otros metales bajaron. El 2012 fue el cobre y el oro, trabajaron con leyes menores y no entraron las inversiones en los tiempos por trabas burocráticas o conflictos sociales. Algún atractivo perdimos y alguno ganaron otros países.
Si nos referimos al índice Fraser en el que perdimos varias posiciones, para recuperarnos tenemos que profundizar el nivel exploratorio.
La cartera de inversiones para los próximos 8 a 10 años es: en minería, 54.000 millones de dólares; en hidrocarburos, 9.000 millones; y en electricidad, 6.000 millones.
Pero esas inversiones tienen que entrar en el tiempo que corresponde. En la medida que se demoren, el país se afecta; puede variar el precio de los commodities (de los metales) hacia la baja y hay otra amenaza, la raletización del crecimiento económico en China que afecta nuestro nivel de exportación. Si bajan las exportaciones y tenemos menos producción, jugamos un mal partido.
Tenemos que hacer mayor exploración en minería e hidrocarburos porque nos falta encontrar más reservas. El país crece y necesitaremos más electricidad. Habrá que generarla o con más gas, o petróleo, o energía hidráulica pero Perú no puede parar su desarrollo.
Mi deseo es que al 2021, a los 200 años de independencia de Perú, entremos al umbral de desarrollo; estamos algo tarde pero aún podemos, simplemente es una cuestión de voluntad política.
¿Qué acuerdos tiene el empresariado en el sector energético?
Hoy tenemos un nivel de reserva suficiente porque estamos en época de lluvia. Cuando entre en funciones la reserva fría del sur y la del norte tendremos un nivel de reserva que sin ser el que debiera tenerse, no será tan ajustado.
Sin embargo, recordemos que para concretar un nuevo proyecto hidráulico se requiere siete años. Si es térmico toma tiempo y necesita disponibilidad de gas; por lo tanto reitero hay que seguir con los esfuerzos exploratorios.
Tenemos solvencia energética hasta el 2017 por eso debemos invertir ahora.
La ejecución del Gasoducto Sur Andino, permitiría darle redundancia al actual gasoducto. Además, dará oportunidades a la macroregión sur y a los industriales; y afrontará la necesidad de energía de los nuevos proyectos mineros como Las Bambas, Quellaveco, Tía María, Pucamarca y otros del sur.
La energía sigue concentrándose en el centro del país por la facilidad del ducto y tendremos dos centrales hidroeléctricas: Chaglla y Cerro del Águila, que son también del centro; por lo tanto necesitaremos una nueva línea de 500 Kv porque la actual -de Chilca a Montalvo- será insuficiente para evacuar energía de las dos centrales hidroeléctricas nuevas hacia el sur.
Es clave la ejecución del Gasoducto Sur Andino, además permitirá construir un polo energético -al igual que en Chilca, con generadoras térmicas- que eventualmente podrían vender valor agregado a otros países.
Esa posibilidad del Gasoducto Sur Andino ¿la ve cercana?
El proyecto de Kuntur tenía la ruta trazada y tiene Estudio de Impacto Ambiental aprobado. Odebrecht compró dichas acciones, pero el problema era oferta de gas y demanda de energía.
El Gasoducto Sur Andino va en la misma ruta que el gasoducto de Kuntur y tiene dos ventajas: la garantía de red principal y el contrato de take or pay por Electroperú.
Si recordamos el gasoducto de Camisea hacia la costa también tuvo estos dos elementos que propiciaron la inversión.
Para algunas personas puede sonar que la Garantía de Red Principal (GRP) o el contrato de take or pay es excesivo yo creo necesario darle seguridad al inversionista porque de manera automática esos costos se pagan una vez que se haga el ducto, así como fue Camisea. De no haber sido así, estaríamos generando esa energía con petróleo a un alto costo.
¿Siendo optimista para cuando podría estar dicho gasoducto?
Las autoridades dicen que en tres años y eso no se puede hacer, debe tomar unos cuatro años y medio. Ojalá sea mas pronto posible, Camisea se hizo en dos años y algo más, pero es otra geografía, el tramo es más corto.
Lo inteligente es que Kuntur haga ese proyecto pero tendrá que entrar a la licitación que ProInversión, ya lanzó del Gasoducto Sur Andino.
Pasando a la industria petroquímica ¿qué pasó con las propuestas?
Cambiaron las cosas a nivel mundial, con la aparición de shale gas de menor precio. La petroquímica generalmente se coloca en el lugar de demanda y algunos negocios en el mundo quedaron desactualizados.
Perú tiene demanda interna importante al igual que la región, creo que aún podría ser viable un proyecto de petroquímica en la medida que tengamos gas suficiente.
Además el gas de Camisea es más rico en promedio en etano que otros y esa podría ser una oportunidad que Perú podría explotar. Empezar con los nitratos y la petroquímica avanzada de plásticos sería en una segunda etapa.
¿El proyecto del grupo Brescia?
La información que tenemos es que quedó suspendida. Por otro lado, CFI de Estados Unidos dejó el proyecto.
¿Quién entonces pondría el polo petroquímico?
Ahí hay un oportunidad pero el Estado debería licitarla para ver si hay interesados y empresas de primer nivel que puedan venir, ya sea de Corea, Brasil o EE. UU.
¿Cuál sería el mejor lugar?
Si consideramos el tendido del Gasoducto Sur Andino que llega hasta Ilo podría ser interesante. Ese puede ser un lugar de desarrollo de petroquímico.
¿El trazado de Kuntur?
El original. Claro, el de Kuntur que en ese entonces veía que la brasilera Braskem podría ser un candidato al polo petroquímico.
En mi opinión creo que el Estado debe licitarlo internacionalmente.
¿Cuál es la situación de las empresas en hidrocarburos?
Hay 31 contratos declarados en fuerza mayor y básicamente por trabas burocráticas y conflictos sociales. La semana pasada nos reunimos con el ministro de Energía y Minas, acompañando a 40 representantes de empresas de hidrocarburos y cada uno expuso sus problemas, algunos comunes y otros particulares.
El ministro nos hizo saber que existe la decisión política para resolver estos problemas en el menor tiempo posible y se estableció una agenda que al día siguiente fue consensuada entre las autoridades.
Empezamos a trabajar temas vinculados con permisos específicos, retrasos en la ANA, en el ministerio de Cultura, en el ministerio del Ambiente y en el Sernanp, los que estamos destrabando.
El ministro de Cultura, por ejemplo, dio instrucciones muy claras al respecto. Esperamos encontrar la misma disposición en Sernanp y en la ANA.
Los inversionistas se van cuando esperan hasta cuatro años, como ha sucedido con dos empresas que se fueron del país, uno por conflictividad social y el otro porque los trámites eran engorrosos y largos.
¿Cuáles son esas empresas?
Talisman por conflictividad social y Conoco Phillips por tiempo excesivo en trámites.
Ahora, respecto a la consulta, efectivamente hidrocarburos es la más pasible de llevarla por estar en la selva. En la costa, ya se dijo que no hay ningún pueblo originario ni indígena; y en la sierra, hay lugares que el viceministerio de Interculturalidad está definiendo.
La consulta previa en el Lote 1AB
A mi juicio no debería hacerse porque tiene más de 40 años explotándose y alrededor no había ningún pueblo originario ni indígena, por lo tanto creo que hace mal la autoridad al generar expectativa. No les corresponde hacer una consulta previa.
Lo que hay es la continuación de un contrato que vence y uno que comienza pero sobre un lote existente.
¿Cuáles fueron los puntos que trataron con el ministro Merino?
Básicamente los retrasos en permisos. Que un contrato caiga en fuerza mayor es porque los tiempos establecidos fueron excedidos y el Estado es responsable por la lentitud en los trámites. Algunos también pueden deberse a observaciones que tomaron más de tiempo en ser levantadas.
¿Qué proponen?
Que a partir de Perupetro se cree la Ventanilla Única, un pedido de hace 10 años de la SNMPE mediante su comité de Hidrocarburos.
En otros países el inversionista presenta en una sola institución su expediente y de allí lo recoge terminado. En Perú deben pasearse por toda las agencias del Estado, como mendigos, para ver el estado de su expediente. Ese no es un lujo que podamos darnos cuando competimos en inversión petrolera, no tiene sentido.
¿Con el ministerio del Ambiente como van las coordinaciones?
Tenemos el tema del SENACE, el ministro nos ofreció participar en la reglamentación de la ley pero debo decir que hasta hoy, pese a nuestras múltiples llamadas, no tenemos reunión alguna.
Insistimos porque el ofrecimiento partió de él y sería una pésima señal que no cumpla.
¿Cómo puede resumir su gestión?
Me tocó presidir una etapa compleja y a la vez satisfactoria con el soporte de tres vicepresidentes, de la gerencia y del personal de la sociedad. Dejamos varias cosas.
Con Apoyo Consultoría levantamos información sobre las necesidades prioritarias que identificaban las poblaciones de diversas partes del país y se determinó que son tres comunes: agua capacitación y trabajo.
Respecto al agua empezamos a trabajar una entidad prístina, sobre el bien y el mal, con soporte de la Academia y la ciencia, a efectos de dar seguridad a la población y a los inversionistas sobre cantidad y calidad de agua. En el camino encontramos que el Presidente de la República encomendó a la ANA que trabaje un proyecto similar.
Le brindamos a la ANA lo avanzado para que sea la rectora en temas de cantidad y calidad de agua; y así el nuevo ente pueda dar tranquilidad a la población, inversionistas y a las autoridades.
¿Qué les ha referido la ANA?
Según la ANA, la mitad del agua disponible en el país no es susceptible de ser usada en agricultura ni ganadería, menos por el consumo humano porque como Perú tiene la Cordillera de los Andes y es una formación volcánica, ese 50% del agua que no es consumible, viene naturalmente cargada de sulfuros, minerales y metales.
Entonces, la mitad del agua no es consumible, tiene que ser tratada; y además, cuatro quintas partes del agua disponible en Perú se van a la Cuenca del Pacífico o a la del Atlántico. Asimismo, la minería usa el 2% del agua disponible en el país con una eficiencia de casi 100%, la agricultura usa el 86% con eficiencia del 15%.
¿Dónde hay desperdicio? En agricultura porque no hay riego tecnificado y se inundan áreas completas.
¿Cuál es la solución?, Además de crear ese instituto, se puede construir reservorios para rescatar la mitad del agua que ahora se pierde… habría mucho más para la ganadería y la agricultura; y la población no sería engañada con mitos de contaminación. Ese es un proyecto.
Sobre capacitación, hacemos pilotos para recoger información y experiencia; y con ello crear un programa para diferentes regiones que podrán generar empleo.
El otro proyecto es de comunicación, también con Apoyo Consultoría. El gremio, las empresas y los medios comunican pero todo siempre será poco. Se debe llegar a la población de forma sistematizada, con la comunicación adecuada, en los medios, idioma, dialecto o con los modismos que usan en cada zona. Perú es un país diverso.
Adicionalmente redimensionamos el rol de la SNMPE acorde al nuevo entorno en el país. Hoy tenemos nuevos grupos de interés, un nuevo entorno de comunidades y autoridades y la SNMPE se pone a tono con los tiempos actuales.