ENTREVISTA A ELMER CUBA

Foto: Peru21

Elmer Cuba
Socio director de Macroconsult

La política monetaria durante el 2013 ha tenido dos fases muy diferentes. Una primera, con elevación de encajes y compra neta de dólares. Y una segunda, haciendo lo opuesto. En promedio, este comportamiento puede resumirse como anticíclico. El resultado sobre el ciclo ha sido positivo, pero pudo ser mejor si no se dejaba caer tanto el dólar en el 2012.

El crédito en soles ha reaccionado bien, pero la devaluación ha tenido efectos colaterales en la evolución del gasto en sectores no transables. En general, en un contexto de expectativas inflacionarias ancladas, pero con una infl ación subyacente sistemáticamente por encima del límite del rango objetivo del BCRP, la política monetaria ha mirado hacia otros objetivos.

La respuesta de reducción de tasas de interés en noviembre tomó por sorpresa al mercado porque colisiona con el discurso oficial de cómo se comporta la autoridad monetaria.

Al parecer se ha mostrado más sensible al ciclo económico que a la tasa de inflación, aunque esto no entraña mayores riesgos macroeconómicos. En cualquier caso, ayudará a la recuperación de la demanda agregada. La política monetaria en Estados Unidos ha dejado de basarse solamente en el manejo de las tasas de interés de corto plazo.

Se ha extendido a emisiones masivas de dólares. Una vez resuelto -por ahora- el problema del techo de la deuda y en la medida que la actividad económica y la creación de nuevos empleos se consoliden, el FED moderará primero el impulso cuantitativo y luego pasará al retiro paulatino del mismo.

Las tasas de interés de corto plazo más bien permanecerían estancadas cerca al cero por lo menos hasta bien entrado el 2015.

En 2014 los riesgos principales vienen de Estados Unidos, tanto por su política monetaria como fiscal (nunca pensé escribir esta frase) y de si China logra su aterrizaje suave a tasas del 7%. El inicio del cambio de la postura expansiva de la política monetaria norteamericana se traducirá en efectos contractivos de corto plazo sobre el Perú: endurecimiento de condiciones crediticias y presiones devaluatorias. Los retos del BCRP serán la administración de sus encajes, la tasa de referencia y su política de compra/venta de dólares, para evitar los efectos colaterales sobre el ciclo peruano.

En particular sobre la evolución del crédito, el tipo de cambio y finalmente, sobre la tasa de inflación. Por el lado de los determinantes de la infl ación, no se esperan choques exógenos en los precios internacionales del maíz, soya, trigo y petróleo.

Sin embargo, es probable que los mercados laborales comiencen a mostrarse más apretados y presionen al alza los salarios nominales.

En los siguientes años, la autoridad tendría que evaluar su actual rango meta y estar dispuesto a aumentarlo 1%, apenas la inflación esté por debajo del rango meta. Así, podrá cumplir su meta, evitará ser sistemáticamente contractiva y no afectaría su credibilidad.

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