Por: Dr. Miguel Cardozo, segundo vicepresidente IIMP.
Dejamos atrás el 2020, un año desafiante para todos, que ha puesto a prueba la resiliencia y la capacidad de adaptación del país entero y comenzamos este 2021 con optimismo y mejores ánimos debido a las proyecciones que se vislumbran sobre el desempeño de nuestra minería, que será uno de los sectores con mayor crecimiento en el marco del Bicentenario, en un mercado con sólidos indicadores a favor de precios altos para el cobre y el oro, que juntos representan el 80% del PBI minero nacional.
Según cifras del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) el 2021 se proyecta que el PBI minero metálico crecerá un 14.4%, reflejando una rápida y sostenida recuperación de esta industria.
Actualmente tenemos cinco proyectos en etapa de construcción, de los cuales: Mina Justa, Quellaveco y Ampliación Toromocho, iniciaron en 2018 con un monto total estimado de inversión de US$ 8,255 millones para empezar a producir entre el 2021 y 2022. Asimismo, el 2019 Compañía Minera Poderosa inició su proyecto de ampliación Santa María que sería terminado en 2023.
En el 2020 no se logró poner en marcha ninguna iniciativa minera, sin embargo, se espera que para el 2021 se inicie la construcción de siete proyectos que con una inversión total de US$ 3,577 millones, empezarían a producir entre el 2022 y el 2024. Cuatro de estos aún necesitan concluir sus permisos en el más corto plazo.
Por otro lado, aún tenemos grandes proyectos paralizados como Tía María, Minas Conga y Río Blanco, cuyas inversiones es timadas sumarían US$ 8,700 millones y su producción de cobre, oro y molibdeno ele varía las exportaciones mineras en más de US$ 4,500 millones a los precios actuales.
Es difícil entender que mientras los ciudadanos chilenos y ecuatorianos reconocen que la minería es un sustento fundamental de la economía y promueve su desarrollo, los peruanos miremos impasibles como se pierde la oportunidad de impulsar el aprovechamiento de nuestros recursos minerales en beneficio del país.
El punto fundamental de la agenda de mediano y largo plazo es lograr insertar a nuestra minería en el proyecto de desarrollo nacional, tal como se ha señalado en la Visión del Sector Minero al 2030 y en el informe de la Comisión para el Desarrollo Minero Sostenible, documentos que cuentan con un consenso amplio desde diversas posturas políticas.
Entre otros, esta agenda incluye el desarrollo territorial del país con el respaldo de nuestra minería, un nuevo modelo para incentivar la exploración minera, la remediación de los pasivos ambientales y una política para la minería no formal, entre los más destacados.
Trabajemos juntos por el bienestar del Perú.
Fuente: Minería (IIMP)