exportaciones de cobre

(Foto: GEC)

Este año será positivo para los precios de los metales, lo que beneficia a un país productor como Perú. Sin embargo, nuestra dependiencia genera riesgos ante una eventual volatilidad a la baja en las cotizaciones.

La pandemia de la COVID-19 causó no solo una crisis de salud pública, sino una recesión de las economías. Ello supuso una conmoción en el mercado de los commodities, pues los precios del petróleo cayeron un 60% entre los niveles anteriores a la pandemia, y los precios de los metales disminuyeron 16%.

La caída en los precios se debió principalmente a la recesión económica causada por la pandemia. Sin embargo, esto afectó más el precio del petróleo que el de los metales. Ello, por las medidas de confinamiento obligatorias que disminuyeron el uso de vehículos para transporte y los viajes.

Esta caída en los precios de las materias primas puede tener repercusiones macroeconómicas significativas para los ingresos de los países que las exportan, dada la dependencia de muchas economías en el desarrollo de los metales, en especial del cobre y el aluminio.

Sin embargo, según el informe Commodity Markets Outlook (CMO), publicado el 20 de abril por el Banco Mundial, los precios de las materias primas continuaron su recuperación en el primer trimestre del 2021, con niveles por encima de los registrados antes de la pandemia.

Esto, a causa de la recuperación progresiva de las economías mundiales, la mejora en las perspectivas de crecimiento y los factores de oferta específicos de los productos como el petróleo, el cobre y varias materias primas alimentarias.

Además, el Banco Mundial proyecta que los precios del petróleo se situarán en una media de US$ 56 por barril en el 2021, un tercio más alto que en el 2020 y la tendencia seguiría hasta el 2022, llegando a una media de US$ 60 por barril, puesto que se observa que la demanda continúa en aumento.

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Situación de los metales

Los precios de los metales en marzo del 2021 crecieron cerca del 70% y se espera que este año se incrementen en 30%, respecto del 2020, aunque se prevé que los precios disminuyan en el 2022.

Más a detalle, el precio internacional del cobre se disparó un 18% en el primer trimestre del 2021, llegando a un promedio de US$ 9.000 por tonelada en marzo, nivel no observado en casi 10 años. Este resultado favorable fue impulsado por el aumento de la demanda, liderado principalmente por China, con una fuerte inversión en infraestructura y construcción.

Además, se prevé que el cobre se verá favorecido por la transición energética en el futuro, sobre todo por el uso de vehículos eléctricos y la energía renovable. De la misma manera, los precios del zinc también aumentaron durante el primer trimestre del 2021 más de 4%.

Ello debido a la demanda de la infraestructura china, la recuperación de la producción mundial de automóviles y el aumento de la demanda de bienes de consumo duradero, ya que el zinc se utiliza para galvanizar acero.

En cuanto a los metales preciosos, el precio del oro cayó un 4% en el primer trimestre del 2021; mientras que el precio de la plata se incrementó 8%, a causa de un repunte en la demanda industrial como bienes electrónicos, automóviles y la energía solar.

Por ello, se espera que los precios de la plata se incrementen alrededor del 22% durante el presente año, pero disminuyan en el 2022, por su posible sustitución en aplicaciones industriales.

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Implicancia para el Perú

Es de conocimiento que los minerales tienen un peso significativo en la canasta exportadora peruana, particularmente durante el 2020 los envíos mineros representaron el 59,54% (US$ 24.501 millones) del total de exportaciones peruanas.

Durante el primer trimestre del presente año, las exportaciones mineras peruanas sumaron US$ 6.206 millones (55,71% de participación), cifra que representó un incremento de 4,88% en relación con el mismo periodo del año anterior.

El primer mercado de destino de nuestros minerales fue China, país que acumuló el 47,18% del total exportado, con un valor que ascendió a los US$ 2.928 millones (+25,03%), siendo los productos más vendidos los minerales de cobre por el precio de US$ 1.717 millones (+9,43%); seguido por los minerales de hierro valorizados en US$ 609 millones (+124,41%); y los cátodos de cobre refinado, US$ 276 millones (+102,73%).

El segundo destino de nuestros minerales fue Canadá, que representó el 8,48% de participación al importar US$ 526 millones (+19,49%), siendo el oro el principal producto, valorizado en US$ 489 millones (+19,76%).

De la misma manera, la India ocupa el tercer lugar de nuestros principales destinos mineros, pues acumuló el 8,71% de participación totalizando US$ 507 millones (+54,54%), siendo el oro el principal producto importado con un valor de US$ 479 millones (+67,61%).

Como se puede observar, durante el primer trimestre del 2021, las exportaciones mineras peruanas han mostrado un desempeño positivo respecto al mismo periodo del año anterior.

Ello se debe a la recuperación económica de muchos países industrializados, entre ellos China, el principal destino de nuestros minerales. Además, las perspectivas positivas en la evolución de los precios internacionales de las materias primas suponen mayores ingresos para el Perú.

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Sin embargo, puesto que los envíos de minerales representan una parte importante de las exportaciones peruanas, ello supone también un riesgo, pues la estabilidad macroeconómica es vulnerable a las perturbaciones en los precios de los metales, por su alta volatilidad.

La variación de los precios depende principalmente de la demanda mundial de estas materias primas, por lo que, en un contexto como el actual, si bien las economías mundiales muestran signos de recuperación, existe el riesgo de que el nivel de contagios se incremente de nuevo, lo que forzaría una vez más la implementación de medidas totales o parciales de confinamiento.

En consecuencia, sectores económicos, en su mayoría industriales, que demanden este tipo de metales, podrían paralizarse temporalmente, lo que podría llevar a los precios de las materias a la baja.

Debido a esta volatilidad en el precio de los metales, según el informe del Banco Mundial, se deberían implementar políticas anticíclicas para proteger a la economía de este carácter temporal de las subidas de los precios, es decir, se sugiere el ahorro de los excedentes de estos ingresos para el apoyo a las actividades durante la época de precios bajos.

Asimismo, marcos fiscales más sólidos, que incluyan reglas fiscales y normas presupuestarias estructurales, pueden ayudar a resistir las presiones para gastar los ingresos extraordinarios o reducir los impuestos no relacionados con los recursos.

Por otra parte, estudios empíricos sugieren que una mayor diversificación de la canasta exportadora puede atenuar el impacto negativo de las caídas de los precios de materias primas; además de políticas para mejorar y evitar la fuga de capital humano, mejora en las instituciones y medidas que den mayor valor agregado a los sectores para apoyar a la diversificación.

Fuente: La Cámara (CCL)