El abastecimiento de electricidad en el Perú durante la pandemia del COVID-19 es una prioridad debido a las medidas de aislamiento social y las necesidades de realizar actividades de manera remota. Al respecto, es importante analizar los principales desafíos energéticos del Perú y cómo se abordarán, de cara a los próximos años.
El abastecimiento de electricidad en el Perú durante la pandemia del COVID-19 es una prioridad, por ser un componente clave para salvaguardar la vida de la población. A ello debemos sumar la necesidad de energía eléctrica para las personas afectadas por el confinamiento y que necesitan seguir laborando desde casa. En ese sentido, es importante analizar los principales desafíos que enfrenta este sector y cómo se abordarán de cara a los próximos años.
Respuestas del sector
Una de las medidas impulsadas para apoyar la economía de los hogares en esta coyuntura fue la emisión de los Decretos de Urgencia N° 035-2020 y N° 062-2020 que aprobaron el prorrateo de los recibos de luz hasta en 24 meses, lo cual benefició a 28 millones de peruanos. No obstante, debido a la ampliación del estado de emergencia y en vista de que muchas familias fueron afectadas económicamente producto del confinamiento, mediante el Decreto de Urgencia N° 074-2020 se creó el Bono Electricidad, que tiene por objeto otorgar un subsidio de S/ 160 a favor de los usuarios residenciales de los estratos socioeconómico C, D y E para cubrir los montos de sus recibos por el servicio público de electricidad que comprendan consumos pendientes de pago que se registren en el periodo marzo a diciembre de 2020. El Gobierno ha destinado un total de S/ 827 millones para financiar la implementación del Bono Electricidad beneficiando a más de 24 millones de habitantes.
A la fecha, ya se reactivaron más de US$ 3 061 millones de inversión que conforman la cartera de proyectos del sector electricidad y que esta desagregada de la siguiente manera:
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Proyectos que conforman el Plan Nacional de Infraestructura para Competitividad (USD 1 285 millones de inversión)
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Proyectos encargados a Proinversión (US$ 64 millones de inversión)
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Proyectos de transmisión en ejecución (US$ 436 millones de inversión)
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Proyectos del Plan de Inversiones en Transmisión (US$ 360 millones de inversión)
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Proyectos de construcción de centrales de generación (US$ 224 millones de inversión) y Proyectos considerados en el Plan de Transmisión 2021-2030 (US$ 692 millones de inversión).
El siguiente paso será ejecutar proyectos para resolver los problemas de infraestructura en la transmisión. Aquí tenemos obras pendientes de ejecución desde el año 2014, por un monto de US$ 364 MM, lo que ha generado sobrecargas en equipos estratégicos como el equipamiento en subestaciones de potencia.
Otro aspecto importante a resaltar es que la ejecución del plan de electrificación rural para el cierre de brechas de acceso a la energía eléctrica. Desde nuestra perspectiva, la brecha de acceso a la electricidad en el Perú debería alcanzarse el 2023. En ese sentido, se aprobó en julio 2020, el nuevo Reglamento de la Ley General de Electrificación Rural mediante el Decreto Supremo N° 018-2020-EM que nos permitirá acelerar los programas de electrificación rural sobre la base de cuatro ejes: celeridad, simplicidad, eficacia y tecnología. Además, encarga al Ministerio de Energía y Minas realizar proyectos de transmisión eléctrica rural. Asimismo, el Estado podrá participar en la ejecución de obras necesarias para ampliar la frontera eléctrica y terminar aquellas obras de electrificación rural que se encuentran inconclusas.
Otro objetivo importante a lograr es la interconexión eléctrica en la Amazonía al Sistema Eléctrico Interconectado Nacional – SEIN. Al respecto, se evalúa el desarrollo de líneas de transmisión eléctrica entre Moyobamba – Yurimaguas – Saramuro – Nauta – Iquitos, que permitan la implementación de proyectos de electrificación rural que beneficiarían a todos los pueblos en el ámbito de influencia de la línea de transmisión que se estima podrán ser 300 localidades. La interconexión de Iquitos al SEIN será realizada en cuatro etapas, debido a la complejidad geográfica de la zona.
Retos pendientes
La modernización de la modernización del sector eléctrico se realizará gracias a los trabajos que viene realizando la Comisión Multisectorial para la Reforma del Subsector Electricidad (CRSE) presidida por el Viceministerio de Electricidad. A largo plazo, este equipo de trabajo busca desarrollar un Libro Blanco con propuestas de reformas que permitan modernizar este sector eléctrico peruano. Para lograrlo, se trabaja con base en cuatro ejes temáticos.
El primer eje consiste en el fortalecimiento del marco institucional de cara hacia una nueva arquitectura sectorial y de mercado. Bajo esa línea, se busca la consolidación de un esquema de planeamiento energético integral; la dinamización del mercado de gas natural con la electricidad; el perfeccionamiento del régimen administrativo de las empresas eléctricas de derecho público; la definición y delimitación de funciones, y la coordinación adecuada entre las distintas entidades del sector energético.
El segundo eje se relaciona con la transformación del mercado mayorista. El objetivo es analizar el modelo más conveniente para enfrentar los retos de integrar todas las energías renovables a la matriz de generación, garantizar la seguridad del suministro de electricidad y lograr precios competitivos. En ese sentido, es importante la evaluación y adecuación del mercado de corto plazo, la reformulación del mecanismo de suficiencia de generación y el desarrollo de nuevos servicios complementarios.
El tercer eje consiste en el desarrollo de la innovación en la distribución y comercialización minorista de electricidad. Esto permitiría la incorporación de energías renovables y otros recursos distribuidos; el desarrollo de un nuevo modelo de regulación económica que permita una distribución que fomente la mejora de la calidad del servicio; la expansión de la cobertura de electricidad; la implementación de medidores inteligentes, y la generación distribuida. Asimismo, se busca el desarrollo independiente de la actividad de comercialización y el empoderamiento del consumidor.
El cuarto y último eje es la regulación y gestión de la transmisión eléctrica. El reto principal será diseñar mecanismos que permitan brindar agilidad a la expansión de la red de transmisión, simplificar los esquemas de remuneración de la infraestructura de transmisión, brindar eficacia y transparencia en el acceso a la red de transmisión y armonizar el marco regulatorio de las interconexiones internacionales que, poco a poco, se harán más presentes.
El Perú debe estar preparado para atender la demanda de electricidad en la nueva normalidad, teniendo en cuenta que el sistema eléctrico debe desarrollarse de forma armónica sustentada en principios técnico y económicos que permitan garantizar un desarrollo sostenible y eficiente del sector eléctrico peruano.
Fuente: ESAN