Perú se prepara para ser un protagonista clave en la revolución del litio con la construcción de la refinería de litio más grande de Sudamérica. Esta instalación, ubicada en Puno a más de 4,500 metros sobre el nivel del mar, apunta a una producción anual de 100,000 toneladas de carbonato de litio de alta pureza.
Falchani, la mina en la meseta de Macusani, es ya la cuarta mina más grande de litio en roca a nivel mundial. Con recursos de carbonato de litio que se han duplicado, alcanzando los 9.5 millones de toneladas, Falchani se sitúa detrás de minas en Congo y Australia, y está a solo un millón de toneladas del tercer lugar.
Ulises Solís, gerente general de Macusani Yellowcake, destaca que en Sudamérica, solo SQM en Chile tiene una refinería para la producción de litio en grado batería, pero no se abastece completamente y exporta gran parte del mineral concentrado. La futura refinería en Perú se enfocará en producir litio de alta pureza, llegando inicialmente al 99.82%.
La inversión inicial de $868 millones en el complejo de Macusani se destinará durante los primeros cuatro años. Posteriormente, se expandirá para alcanzar una capacidad de producción de 45,000 toneladas en el octavo año y 100,000 toneladas en el duodécimo año. La refinería se espera que esté operativa en 2027, al mismo tiempo que la mina.
Esta iniciativa no solo apunta a exportar concentrados de litio, sino a contribuir significativamente a la producción mundial de baterías. La ubicación estratégica de Perú, facilitando el intercambio con China, añade un elemento geoestratégico a la ecuación del litio en Sudamérica.
El proyecto Macusani también avanza con la perforación del proyecto Quelcaya, consolidando la posición de Perú en el triángulo del litio de Sudamérica, actualmente liderado por Argentina, Chile y Bolivia. Este paso refleja la ambición del país de ser un actor clave en la cadena de suministro global de baterías, en un momento en que la demanda de minerales críticos para la transición energética está en aumento.