En el marco de PERUMIN 37, el auditorio de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa fue escenario el pasado 23 de setiembre de la conferencia internacional “Desafíos, proyectos y oportunidades Minería Perú – Chile”, organizada por la Cámara de Comercio Peruano-Chilena. El evento reunió a representantes de destacadas compañías del sector minero de ambos países y buscó fortalecer la cooperación, el análisis de inversiones y la discusión de oportunidades conjuntas en el marco de una industria clave para el desarrollo económico regional.
Los expositores fueron Jaime Arana, director de Proyectos de Inversión en Southern Perú; Ramiro Zúñiga, gerente general de Proyectos de Capital para Sudamérica en Glencore Cobre; y Dominique Viera, presidenta de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería de Chile (APRIMIN). Cada uno de ellos compartió la visión de su institución sobre las inversiones en curso, los desafíos técnicos, la importancia del relacionamiento comunitario y el rol estratégico de los proveedores.
Así, el vínculo entre Perú y Chile puede convertirse en un bloque minero estratégico en Sudamérica, capaz de liderar la transición energética mundial mediante el cobre y otros minerales críticos. El evento dejó en claro que las oportunidades eran enormes, pero que el reto principal consistía en equilibrar rentabilidad, sostenibilidad y responsabilidad social en cada proyecto.
Southern Perú y la visión de largo plazo en minería
La exposición de Jaime Arana se centró en el trabajo del Grupo México a través de su filial Southern Perú Copper Corporation, resaltando que la compañía mantiene operaciones en Toquepala y Cuajone, además de la fundición y refinería en Ilo. Arana detalló que desde 2010 hasta 2024 la empresa ha invertido aproximadamente 5,400 millones de dólares en ampliaciones de concentradoras, proyectos greenfield y modernización de instalaciones, consolidando a la compañía como una de las principales productoras de cobre en el país.
Entre los proyectos destacados, mencionó Tía María, en Arequipa, con una inversión de 1,800 millones de dólares; Los Chancas, en Apurímac, con 2,600 millones de dólares; y Michiquillay, en Cajamarca, valorizado en 2,500 millones de dólares. Todos ellos fueron concebidos bajo una visión de minería sostenible, con fuerte inversión social en comunidades cercanas, promoción de infraestructura y programas ambientales.
El ejecutivo resaltó que la misión de la empresa consistía en producir cobre con responsabilidad social y ambiental, garantizando un desarrollo sostenible. Además, destacó que Southern Perú impulsa proyectos de educación, salud, forestación y tecnificación del agro en regiones como Moquegua y Tacna. Su intervención dejó en claro que la estrategia corporativa apuntaba a integrar la rentabilidad con la sostenibilidad y el desarrollo comunitario.
Glencore y la apuesta por el sur andino
Por su parte, Ramiro Zúñiga expuso la estrategia de Glencore Cobre en Sudamérica, recordando que la multinacional cuenta con presencia en más de 30 países y operaciones relevantes en Chile, Argentina y Perú. En Perú, la compañía mantenía operaciones en Antapaccay (Cusco) y participación en Antamina, una de las minas de cobre más importantes del mundo.
Zúñiga explicó que Antapaccay ha producido en 2024 alrededor de 146,000 toneladas de cobre fino, generando 4,566 empleos entre directos e indirectos, con un 39% de mano de obra local. Además, precisó que en los últimos cinco años la empresa contribuyó con 4,000 millones de soles al fisco peruano, de los cuales más de 2,400 millones fueron transferidos a la región Cusco vía canon y regalías.
El expositor subrayó la importancia del proyecto Coroccohuayco, considerado clave para extender la vida útil de Antapaccay y duplicar la producción a más de 300,000 toneladas anuales de cobre en los próximos años. Señaló que ya se habían avanzado procesos de consulta previa con comunidades y estudios ambientales, proyectando que la construcción podría iniciarse tras 2026.
El representante de Glencore sostuvo que la minería moderna debe ser entendida como un motor de desarrollo económico regional, con énfasis en compras locales, programas de inversión social y fortalecimiento de capacidades en proveedores y comunidades.
Chile y el papel estratégico de los proveedores
La tercera intervención estuvo a cargo de Dominique Viera, presidenta de APRIMIN, quien abordó el rol de los proveedores mineros en el desarrollo de la industria. Recordó que en Chile, desde la privatización minera en los años 80 y 90, las empresas proveedoras se convirtieron en actores decisivos para la innovación tecnológica, la generación de empleo y la competitividad global.
Viera señaló que en su país, la minería representaba entre el 10% y 15% del PBI, pero que el 80% del gasto minero correspondía a los proveedores, principalmente en operaciones. Subrayó que tres de cada cuatro empleos en minería en Chile provenían del ecosistema de proveedores, demostrando el efecto multiplicador de estas empresas en la economía nacional.
La ejecutiva resaltó que la cooperación entre Perú y Chile debe orientarse también a fortalecer las cadenas de valor binacionales, de modo que proveedores peruanos pudieran acceder a contratos con mineras chilenas y viceversa. Asimismo, enfatizó la importancia de que la innovación de pequeños emprendedores encuentre oportunidades de validación en la industria, superando barreras de ingreso relacionadas con seguridad o falta de historial técnico.
En su mensaje final, Viera subrayó que “la minería no se desarrollaba de manera aislada, sino gracias a un ecosistema de proveedores que aportaba tecnología, empleo y soluciones sostenibles”.