La 33 edición de la Convención Minera arrancó ayer en la sede de la Unsa. Ministra de Minas Cayetana Aljovín y vicepresidente Martín Vizcarra dijeron que se debe discutir políticas para que la minería sea responsable y sostenible.
Perumin 33–Convención Minera arrancó con muchas expectativas para los empresarios de este sector. Estas se dan porque existe una recuperación en el precio del cobre y otros metales. Ante este escenario, los representantes de las mineras esperan que la cartera de proyectos pendientes en Perú salgan adelante.
La expectativa fue reafirmada por el vicepresidente de la República, Martín Vizcarra Cornejo, quien fue el encargado de inaugurar la Feria de Exhibición Tecnológica (Extemin) en las instalaciones del área de Ingenierías de la Universidad Nacional de San Agustín (Unsa). Este evento forma parte de la Convención Minera.
SE NECESITA RECURSOS
Durante su discurso de inauguración, el vicepresidente de la República, Martín Vizcarra, mencionó que en los cinco años, el gobierno del mandatario Pedro Pablo Kuczynski propone una revolución social mediante mejoras en salud y educación; y para lograrlo necesita recursos económicos que se generen a partir de lo que el sector minero tribute al fisco.
No obstante, dijo que la actividad minera debe respetar el medioambiente y garantizar responsabilidad social y bienestar, sobre todo, para el entorno más cercano a la explotación. “Si logramos ello, ¿quién se podría oponer a la minería?”, dijo.
La ministra de Energía y Minas, Cayetana Aljovín, reforzó lo dicho por Vizcarra. Sostuvo que en esta convención se discutirán políticas públicas para que la minería sea responsable y sostenible con el medioambiente. La tarea pendiente –dijo la ministra- es cómo hacer que tenga un planeamiento a largo plazo y sentarse a dialogar sobre ello.
El SUR y sus PROYECTOS
En una exposición de antesala al Perumín, el presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), Víctor Gobitz Colchado, señaló que la región sur del país (Ica, Arequipa, Apurímac, Cusco, Ayacucho y Moquegua) concentra el 55% del portafolio de proyectos mineros que tiene el país. La cartera total asciende a 49 mil millones de dólares.
Arequipa por su ubicación geográfica, puertos marítimos y su interconectividad “está llamada a ser líder y clúster minero del sur”, dijo Gobitz.
Para entrar en la competencia, se requiere costos competitivos, materiales con estándares mundiales, mayor conectividad (puertos líneas férreas y vías), energía y capital humano. Gobitz explicó que para mejorar la infraestructura vial que lleve a la región Arequipa a convertirse en clúster minero, se necesitaría una inversión de dos mil millones de dólares, sin incluir el mejoramiento de líneas férreas.
También es relevante la preparación del capital humano. “Tiene que haber mejor planificación para que recursos del Estado en universidades públicas se empleen en preparar a profesionales competitivos para el sector minero”, mencionó.
Incidió en que la planificación no solo viene del sector privado, sino del público. “La industria minera es un ingrediente”.
QUE SEA PARA SIEMPRE
Durante la inauguración del Extemin, la gobernadora regional Yamila Osorio invocó a los organizadores de la Convención Minera a que esta actividad se quede para siempre en Arequipa. “Motivos abundan para que siga siendo la sede (…) tenemos la mayor cartera de proyectos en cobre”, dijo.
Por su parte, el alcalde Alfredo Zegarra dijo que la minería tiene que contribuir a la reducción de la pobreza, pues es un soporte fundamental del Producto Bruto Interno.
En la cita mundial de la minería participan cerca de 68 mil asistentes, cerca de 6 mil convencionistas. Mientras que en el Extemin, están presentes 18 delegaciones internacionales y 829 proveedores de maquinaria, insumos y tecnología para la minería, distribuidos en 1468 estands.
Anoche se realizó una misa por la convención Minera. A esta asistieron autoridades nacionales y regionales, además de representantes de las empresas mineras. Al término de la homilía se hizo una exhibición del baile del Wititi de Caylloma.
Fuente: La República