Los precios de los metales se recuperan y la minería comienza a experimentar un nuevo ‘miniboom’, en palabras del economista Elmer Cuba.

Los precios de los metales se recuperan y la minería comienza a experimentar un nuevo ‘miniboom’, en palabras del economista Elmer Cuba.

“Las cotizaciones del cobre, oro y zinc están mejorando y los términos de intercambio se ubican en los mismos niveles del 2007, cuando ya eran altos. Esa es la mejor señal para que la minería avance con el desarrollo de nuevos proyectos y ampliaciones”, apunta Cuba.

Así lo espera también el Gobierno, deseoso de relanzar los grandes proyectos, paralizados por factores financieros durante la crisis minera (2012-2016). ¿Cuáles son las perspectivas de reactivarlos? ¿Y cuándo sucederá esto?

NUEVA OLA

El Ministerio de Energía y Minas (MEM) tiene motivos para alegrarse. En los primeros siete meses del año, la inversión en minería creció 1,5%, su primer resultado positivo en los últimos tres años.

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Más ilustrativo aun: la exploración minera creció 25,2%, indicio de que las empresas del sector vuelven a mirar con buenos ojos sus proyectos de inversión ‘greenfield’ (de mayor riesgo).

“Las estadísticas acumuladas a julio muestran que se ha llegado a un punto de inflexión favorable para la inversión minera”, anota el viceministro de Minas, Ricardo Labó.

Por esta razón, el Gobierno confía en que las empresas con megaproyectos en estado de desarrollo más avanzado, como Quellaveco (US$5.000 millones), Mina Justa (US$1.300 millones) y Pampa de Pongo (US$1.500 millones), iniciarán labores de construcción el próximo año.

“Somos optimistas y esperamos que Anglo American anunciará en el 2018 el inicio de actividades en Quellaveco (cobre). Actualmente, tiene aprobados los permisos para iniciar la operación del tajo, así como la autorización para la construcción de la planta concentradora”, señala Labó.

El funcionario también confía en que la peruana Minsur adoptará una decisión final de inversión en Mina Justa (cobre) durante el primer trimestre del 2018.

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Y en lo que respecta a Pampa de Pongo (hierro), remarca que su operador, la china Zhongrong, se ha comprometido a comenzar la construcción en el 2018, razón por la cual viene acelerando la ingeniería de detalle y realizando perforaciones adicionales.

Los analistas del mercado de metales dudan, empero, que las empresas puedan cumplir con las expectativas del Gobierno de forma tan rápida.

CAUTELA EMPRESARIAL

Sebastián Cruz, analista de minería de Kallpa Securities, apunta que Minsur podría demorar la construcción de Mina Justa, en Ica, pues aún no ha completado la factibilidad y debe recabar otros estudios y licencias.

Además, preferiría avanzar su proyecto de recuperación de relaves B2, en Puno, el cual es más barato (US$350 millones) y menos complejo de desarrollar.

“El 2018 arrancarán producción dos megaproyectos: la ampliación de Toquepala (US$1.200 millones) y la ampliación de Marcona (US$1.500 millones), pero no se iniciaría la construcción de ninguno parecido, solo proyectos más chicos. Decir que entrarán Quellaveco, Mina Justa y otros similares el próximo año es muy optimista”, advierte Cruz.

La explicación es que las empresas mineras han aprendido a proceder con cautela, una lección obtenida con sudor y lágrimas de los excesos cometidos durante el ‘boom’ (2004-2011). De allí que prefieran aprovechar el ‘miniboom’ que recién se está gestando para hacer caja, fortalecer sus hojas de balance y volver a invertir en grande, pero en mejores condiciones financieras.

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“Es inevitable que la minería va a mejorar, pero va a ser cauta con el desarrollo de sus proyectos”, anota Juan Carlos Guajardo, CEO de la consultora Plusmining.

Si los precios de los metales se mantienen, volveríamos a ver -allí sí- nuevas fusiones y adquisiciones, así como el relanzamiento de grandes proyectos. Mientras tanto, las mineras optimizan sus inversiones y esperan el momento apropiado.

Fuente: El Comercio