- El crecimiento principal vendrá con la electromovilidad, pero también crecerá con las baterías para almacenamiento.
Importantes presiones a la oferta de litio son las que se esperan para este mercado en el mediano plazo, por ejemplo, en base a que los fabricantes de vehículos eléctricos –considerados como los principales usuarios del mineral-, podrían llegar a duplicar la producción de 6,9 millones de unidades en 2022 a alrededor de 13,6 millones de unidades para 2024. Así, este segmento reforzaría su posición como impulsor de la demanda, según detalla un informe elaborado por el Bank of America.
A estos consumidores tradicionales se deben sumar aquellos que están demandando el mineral a través de otras tecnologías ecológicas, como por ejemplo, a través de la integración de más fuentes renovables en la red eléctrica. Esto, en el marco de la transición energética, donde las necesidades de almacenamiento de electricidad también aumentan.
Según el reporte, se estima que las soluciones de almacenamiento de energía podrían llegar a representar casi el 15 % de la demanda de litio para 2030. Lo anterior, además, impulsaría a que para fines de la década, exista un déficit del mercado de litio de 274 kilotoneladas.
De esta manera, pese al aumento de la oferta de los principales productores, entre ellos la minera nacional SQM, en el informe del banco de inversiones apuntan a que, incluso con todo el suministro primario y secundario adicional, el litio puede tener dificultades para mantenerse equilibrado en el mediano plazo. Lo anterior, obligará a que el crecimiento de la demanda se ralentice, por ejemplo, desplazando parte de los consumos.
“Esto significa que, con toda probabilidad, los participantes del mercado tendrán que buscar dos soluciones: el crecimiento de la demanda se ralentiza, por ejemplo, desplazando parte de la demanda de las baterías de iones de litio para el almacenamiento de energía, o sigue habiendo más oferta. Si bien vemos fundamentos más débiles en 2023, en última instancia, el litio permanece en una posición incómoda”, aseguran en el Bank of America.
Fuente: El Mercurio