La megadiversidad de Perú le permite ostentar riqueza animal, vegetal y mineral. En la localidad de Vijus en Pataz, La Libertad, se concentran estas virtudes por su espléndido clima y el oro que guardan sus montañas de donde se extrae ancestralmente los minerales. Allí opera la mina Poderosa con su planta metalúrgica Marañón que para transformar los metales se convierte en un crisol de voluntades y capacidades de quienes allí trabajan.
Texto y fotos por Mónica Belling
A las 4 de la tarde del 28 de julio de 1982 arrancó la Planta Marañón. Se trató de un emprendimiento en el que apostó el empresario Jesús Arias Dávila con la visión de una minería moderna y a escala industrial. Su realización estuvo a cargo de los ingenieros Walter Sologuren, Alberto Samaniego y Roberto Hirakata.
La planta de procesos metalúrgicos nació preparada para procesar 120 toneladas por día, hoy, luego de mejoras e inversiones procesa alrededor de 700 toneladas por día con el objetivo de llegar a las 800 toneladas. La pusieron en marcha los ingenieros José Granados, Edgar Alvarado, Jesús García y Roberto Hirakata, quienes rescataron antiguos procesos de hidrometalurgia, no vistos en los 30 años anteriores.
Nació en momentos difíciles para el país, situación que no disuadió al equipo, para proyectarla en ser líder en Perú.
Años después, en 1998, la planta Marañón tuvo otro desafío cuando el precio del oro era 250 dólares y su costo operativo era 252 dólares.
“Toda la gente se puso a trabajar… Si algo había que arreglar nosotros mismos lo hacíamos inmediatamente… Pensábamos que si parábamos la planta mucha gente se iría a sus casas”, recuerda el ingeniero Máximo Simón, actual Asistente de Superintendencia de Planta.
Todo indica que en los momentos más difíciles, Poderosa saca fortaleza de su equipo humano con el que se respalda.
En los años 2001-2002 cuando Perú atravesaba otra de sus graves crisis económicas, salió a relucir los entonces nuevos Círculos de Mejoramiento Continuo que en competencias internas gana la gente de la planta Marañón y se despliega en Poderosa la filosofía COLPA, así, desde el 2002 participan exitosamente en el “Premio Nacional a la Gestión de Proyectos de Mejora”, organizado por la Sociedad Nacional de Industrias.
“Fue una época muy marcada de Poderosa en la que se vio el verdadero trabajo integrado y todos pasamos por esa etapa”, anota el metalurgista.
Procesos limpios y eficientes
Cuando arrancó la planta Marañón hace 30 años tenía más personal del que tiene en la actualidad. Los procesos mecanizados cada vez eran accionados con mayor eficiencia y a la fecha, la planta ya automatizó el área Precipitación y le seguirá Molienda, con el objetivo de lograr una mayor productividad.
La planta tiene sus equipos en orden y limpios, con la premisa “primero es la seguridad porque a todos nos esperan en casa”, resalta el ingeniero Simón.
“En los 30 años de existencia, nunca tuvimos persona intoxicada ni contaminación en los terrenos de alrededor”, resalta y agrega que para lograrlo los trabajadores son motivados para comprender las expectativas de los pobladores del entorno.
Máximo Simón, emocionado por los 30 años de Planta Marañón, anota que desde marzo del 2012 inició una nueva e importante tarea en Poderosa orientada a mejorar los depósitos de relaves.
El futuro de la refinería
Para tener mayor eficiencia en la comercialización, la empresa proyecta instalar una moderna refinería que le permitirá llevar un mejor control sobre su producción, evitar el pago de sobrefletes por las impurezas, que aunque son del orden del 0.1% se convierten en un monto importante, sumado a los intereses por los adelantos de liquidaciones al proceso de refinación y otros castigos que podrán ser controlables.
La producción actual de Poderosa se exporta en barras con un contenido de oro fino de alrededor del 60%, con un contenido de plata de otro 30%, constituyendo la diferencia, los metales menos valiosos como el cobre, zinc y plomo, así como impurezas. Con la refinería se logrará una pureza en oro de más del 98.5% y plata de más de 99.99%.
“Según el estudio que hicimos, la inversión para la nueva refinería asciende a un millón de dólares sólo en maquinarias y equipos. Otro monto correspondería a la compra del local”, precisa Simón.
Aclara que la empresa no puede controlar los precios del oro, como tampoco de los equipos, ni los costos por mano de obra que suben por la inflación. “Hay que tener cuidado y saber cómo reducir los costos en todas las operaciones”, anota.
Qué es COLPA
La gente de Poderosa, inspirada en la filosofía japonesa de las 5 S´s, crea COLPA que significa: clasificar, ordenar, limpiar, prevenir y autodisciplina. Como parte de ello trabajan en equipo y muestran respeto hacia las personas y la empresa.
Promoción a la formalización
Este año la compañía minera espera concretar la formalización de 195 mineros en la zona de Pataz, como parte de su política de responsabilidad social y ambiental, en coordinación con la Dirección de Energía, Minas e Hidrocarburos del Gobierno Regional de La Libertad.
Ya están formalizados 40 mineros y otros 155 están en proceso de hacerlo.
Peruanidad y producción El gerente general de la Compañía Minera Poderosa, Marcelo Santillana, conversó con ProActivo sobre el futuro de Poderosa empresa a la que vio crecer desde hace alrededor de 30 años. ¿Cómo marcha la Planta Marañón? ¿Cuánto ha crecido Poderosa? ¿Cuáles son las perspectivas? Crecemos a un ritmo de unas 200 toneladas, cada 5 años, todo en función de las reservas que encontramos. Lo hacemos, por ejemplo con las universidades de Québec, de Western Australia, la Universidad de Ginebra y hacemos intercambios de profesionales para que puedan desarrollar trabajos específicos en el batolito de Pataz. Eso nos abre los ojos porque empleamos técnicas con laboratorios que no tenemos en Perú y nos permite ver cuál es realmente la génesis del yacimiento. Así, a través de estudios, podemos predecir la presencia de nuevos objetivos geológicos. Respecto a las perspectivas en los próximos 10 años, tenemos la intención de llegar a las 240.000 onzas al año. El año pasado producimos 115.000 onzas, este año queremos tener una producción similar pero con la ampliación en Santa María podremos llegar a las 140.000 onzas. Todo depende del trabajo de los geólogos para encontrar más reservas que podamos integrar a la producción. Antes uno podía hacer un EIA con 20.000 dólares, ahora ninguno baja de 80.000 dólares. Hasta los proveedores de servicios cobran más por ser una mina de oro y ello encarece los costos y gastos de inversión. En este momento, con precios alrededor de 1.600 dólares la onza, tenemos un costo directo de producción de 539 dólares/onza. Ahora, con las nuevas normas contables, que ayudan a la transparencia -desde el año pasado- se carga al costo la amortiguación y depreciación: entonces, el costo es de 857 dólares la onza. |