Salomón Lerner, Rolando Breña y Roque Benavides tejen discursivamente un mensaje históricamente recurrente, sobre cómo Perú pierde oportunidades de desarrollo. Conga fue una llave más que se perdió pero que aún podría reencontrase por factores del destino o mejor aún, por convicción.
Todo texto tiene un contexto y este fue descrito minuciosamente por el autor, pues dividió en tres las aristas de un conflicto por un megaproyecto minero de extracción de cobre y oro, que implicaba US$ 4,800 millones de inversión y cuestionado porque requería remover las lagunas Perol, Cortada, Azul y Chica para trasladarlas a reservorios.
Este trío de factores marcan la relación tensa entre la empresa Yanacocha y el pueblo cajamarquino, el accionar de Gregorio Santos como actor político, y la errónea performance del gobierno de turno, al mando de un dúo, Humala- Heredia.
Sobre estos ámbitos, los comentaristas contaron verdades jamás escuchadas oficialmente, en torno a la mal denominada guerra entre el oro y el agua, de la que fatalmente nadie salió ganador.
Salomón Lerner Ghitis
Era el jefe del gabinete, y el hombre elegido por el presidente Humala para, en teoría, solucionar el conflicto, pero como él mismo lo indica terminó siendo el opositor de las decisiones del mandatario durante las negociaciones previas a la declaratoria del estado de emergencia. “Entre los militares no hay heridos, hay muertos, y el muerto tenía que ser Gregorio Santos, me dijo el presidente. El entendía que Santos le había declarado la guerra, pero no fue así, Ollanta lo malinterpretó”, lamentó el ex premier.
Lerner hizo referencia a los tensos días en que las rondas campesinas se levantaron en Cajamarca azuzadas por operadores políticos y era en ese instante en el que el juego en equipo de Santos y Humala de la campaña del 2011 debía resurgir, sin embargo, el mandatario -según él- por malos consejos, vio a Santos como su férreo opositor. Error de costo gravísimo.
Refiere que el presidente perdió el rumbo sin observar que Santos solo se dejaba llevar por la corriente priorizando sus intereses personales, y recién, tras la exacerbación por el estado de emergencia, es cuando Santos decidió darle la espalda a Humala y a la empresa para ser el parlante de los intereses antimineros radicales.
Lerner considera que la actuación de Humala en la mesa de diálogo de noviembre del 2011 con el gobierno regional, la población y Yanacocha fue desatinada y contó pasajes de gran interés para historiadores y periodistas.
“Las dos palabras claves eran suspender o levantar el paro, eran conceptos distintos para la población uno implicaba dar un plazo de 48 horas para que los dirigentes vuelvan a hablar con sus bases y posteriormente se negocie un levantamiento y el otro significaba acabar con la medida de fuerza al breve plazo. (…) Ollanta escuchaba desde Palacio todo lo que se discutía en Cajamarca por los micrófonos, ya llegada la noche cuando parecía que habían ventanas para lograr un consenso, recibí su llamada”. Lerner describe aquella conversación así:
-Presidente, si usted acepta que se suspenda el paro en 48 horas, se levantará el conflicto y se solucionarán las cosas.
– Esto no se puede permitir, Salomón. Les das una hora de plazo y si en una hora no se llega a un acuerdo las fuerzas armadas toman Cajamarca.
La respuesta fue traumática para el primer ministro. Se declaró el estado de emergencia y a partir de allí, también una campaña contra Conga. Tras narrar detalles que conllevaron a su renuncia invocó a no dar todo por perdido: “Es uno de los corredores más importantes para el desarrollo del país sobre todo por el cobre y hay que retomar el camino. Es el gran reto que le queda a todos los peruanos”.
Rolando Breña
Por su parte, el exsenador y actual secretario general de Patria Roja, Rolando Breña incidió en describir factores que el Ejecutivo no observó a su momento.
Sostuvo que Santos, a quien Patria Roja eligió para encabezar su proyecto regional en Cajamarca, tuvo una actitud camaleónica. Gregorio asumió un papel caudillista, Patria Roja en Cajamarca se convirtió en partido de Santos. Siempre dialogó con Yanacocha y su oposición fue tras el desetendimiento con Humala”, narra.
Más adelante, reconoció que Patria Roja tuvo en Santos un cuadro político incapaz de gobernar con éxito, aun despúes de ganar en las ánforas. “Santos se dejó absorver por la prédica extremista ambientalista”, comentó sin dejar de criticar el rol de Wilfredo Saavedra o Marco Arana y las ong internacionales que respaldaron su discurso, al grado de calificarlo como un ex amigo.
Roque Benavides
El CEO de Buenaventura tuvo el discurso más breve de los comentaristas y expresó con congoja que lo ocurrido con Conga “fue una tragedia, una pantomima, en fin algo penoso para el país, por eso este libro es parte de la historia económica del Perú, parte de un proyecto fracasado que marcó un antes y un después”.
Respecto al ámbito técnico ambiental, que fue la herramienta discursiva para proliferar un acérrimo rechazo, Benavides dijo que “fue una excusa decir que Perol y las otras lagunas no se podian desaguar”, pues explicó que la historia de Cajamarca refleja iniciativas de traslado del agua de lagunas a otros puntos como el ocurrido en Celendín durante el gobierno de Manuel Prado en 1949 para potenciar la agricultura.
Para Benavides, tal y como lo demostraron los peritajes y estudio de EIA, sí era posible el traslado del agua a reservorios para asegurar y fortalecer la capacidad hídrica de la región. Aclaró historias y mitos sobre la real intencionalidad de los viajes aéreos que tuvo en compañía de los ministros de entonces Luis Herrera y Ricardo Giesecke.
Al referirse a Santos, dijo: “(El) imaginaba muchas cosas, por ejemplo que yo lo metí a la cárcel, pero no tengo el poder para tal cosa”.
En general, compartió como Lerner y Breña decepción pero no desesperanza en cuanto a la posibilidad de desarrollar Conga como parte de un corredor minero de gran valía. “Tenemos el gran corredor de cobre, por Michiqullay, Galeno y La Granja. Lo que se puede lograr allí es construir un ferrocarril de Cajamarca a Piura, que posibilite a los agricultores transportar su producción. Sin embargo, tenemos Cajamarca en recesión desde hace 4 años. No hay derecho con lo ocurrido con Cajamarca y Conga”, concluyó.