Escribe: Felipe Cantuarias, presidente de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos
El sistema eléctrico peruano atraviesa una etapa de transición que exige preservar su confiabilidad. El crecimiento de tecnologías con producción variable plantea desafíos importantes para mantener el equilibrio entre oferta y demanda, función que tradicionalmente han cumplido las centrales hidroeléctricas y térmicas. Este nuevo contexto requiere planificación rigurosa para garantizar un suministro continuo y seguro de electricidad.
Desde la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH) se considera que esta transformación debe estar acompañada de algunas medidas complementarias. La creciente participación de fuentes intermitentes implica una mayor inestabilidad si no se adoptan acciones urgentes. Resulta esencial asegurar la disponibilidad efectiva de las centrales térmicas mediante el suministro firme de gas natural, reforzar la infraestructura de transmisión y regular adecuadamente los servicios complementarios, sin trasladar sus costos a los usuarios eléctricos.
En este escenario, el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) ha establecido recientemente el Factor de Referencia a la Contratación (FRC), que determina el mínimo de transporte firme de gas que deben contratar las generadoras térmicas para recibir pagos por potencia. Esta remuneración depende de la disponibilidad en horas de alta demanda, por lo que resulta lógico exigir respaldo de combustible.
No obstante, el FRC propuesto contradice las políticas energéticas del Estado, desalienta la inversión privada en infraestructura de transporte para nuevas centrales térmicas de gas natural y pone en riesgo el proceso de masificación de este hidrocarburo. Esta medida, que pretende reflejar condiciones de seguridad operativa, debería evaluarse bajo escenarios críticos de producción hidroeléctrica y de fuentes renovables no convencionales, como se hace con la potencia firme.
Asimismo, es necesario incorporar incentivos adecuados que permitan dotar al sistema de seguridad en el transporte de gas natural en un escenario de producción térmica cada vez más inestable.
Desde una perspectiva regulatoria, el gremio sostiene que la incorporación de energías renovables debe acompañarse de mecanismos que garanticen la confiabilidad del sistema. Solo mediante este equilibrio será posible una transición energética sostenible, segura y económicamente viable. La normativa no debe privilegiar una fuente específica, sino asegurar un sistema eléctrico confiable al menor costo posible, con señales claras al mercado. La confiabilidad y los precios competitivos han sido fortalezas históricas del sistema eléctrico nacional.
Finalmente, para la SPH se hace imprescindible que el valor del FRC sea coherente con uno de los principios básicos sobre los cuales se basa la Ley 28832 cuyo fin es garantizar el abastecimiento seguro, confiable y eficiente del suministro eléctrico para todos los peruanos.
Fuente: Gestión