ProActivo | Vinio Floris, director del Centro de Gestión del Agua y Medio Ambiente de Gerens, afirmó que existen herramientas tecnológicas y financieras innovadoras para contrarrestar los efectos de los gases invernadero y el calentamiento global, que permitan alcanzar las metas establecidas para proteger la vida en el planeta.
En el caso de las alternativas tecnológicas, un estudio de McKinsey Sustainability muestra cinco grandes áreas: electrificación, agricultura, red eléctrica, hidrógeno y captura de carbono, detalló Floris durante su exposición realizada en la sesión Crisis Climática, en el marco de los Premios ProActivo 2021: “Innovación en crisis sanitaria, económica y climática para la recuperación sostenible”, presidido por Daniel Camac.
De acuerdo al estudio de McKinsey, en EEUU se tendría que invertir 2,3 trillones cada año hasta el 2025 para reducir en 40% los gases de efecto invernadero (GEI) al año 2050.
Por su parte, las alternativas financieras no solo pueden costear esos proyectos, sino que pueden atraer fondos para crear una serie de productos tales como bonos vinculados a la sostenibilidad, financiación de transición climática, los bonos azules y los créditos de carbono.
Al respecto, Floris detalló que ya en África, Gabón ha empezado a recibir dinero de donantes bajo el compromiso de reducir carbono. En tanto, el IFC está activo con los bonos azules y ha puesto a disposición de la comunidad, las guías sobre cómo hacer esos bonos, para recoger comentarios.
PASOS ACELERADOS
Al hacer un balance del actual escenario ambiental, Floris advirtió que el calentamiento global se está intensificando con gran rapidez y su mayor impacto se percibe en los recursos hídricos. Por ello, se requiere acciones, más aún si se tiene en cuenta que no se alcanzará las metas de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
“Hace unas semanas se publicó el sexto informe de la IPCC (siglas en inglés de Intergovernmental Panel on Climate Change) que mostró información que para muchos no es mayor sorpresa: que el calentamiento global está bastante acelerado, generalizado. Se está intensificando más de lo que inicialmente se había previsto”, comentó.
“El gran impacto del calentamiento global, de esta crisis climática -porque lo es- se ve en los recursos hídricos. Estamos hablando de sequias, inundaciones, puede ser demasía o falta de recursos hídricos. Nieve y hielo, obviamente, zonas costeras y los océanos, puntualizó Floris.
Agregó que en el informe del IPCC también se advierte que la temperatura mundial no bajará en las estimaciones de 1.5 grados planteado. Ahora mismo, agregó, durante la Cumbre COP26, los grandes países emisores están dando propuestas sobre la base que no va a ser posible cumplir con este gran objetivo.
En el caso de Perú, recordó que, de acuerdo con el Inventario Nacional de Gases Efecto Invernadero 2016 (Ingei 2016) dado a conocer en junio de 2021, el mayor emisor de GEI es la agricultura y silvicultura (66%), seguido del sector energía (28%), procesos industriales (3%) y desechos (3%).
“Yo veo esta crisis tal vez, como una gran oportunidad, hay grandes desafíos. Es que proteger, conservar, alcanzar y sobrepasar esos retos ambientales son un buen negocio. Hay muchos mecanismos financieros que pueden ayudar a ser realidad opciones ambientalmente amigables, con resultados concretos”, expresó el especialista en recursos hídricos de Gerens.
Además de la banca comercial y la banca de desarrollo, los gobiernos pueden usar también esas herramientas, porque no se trata de solo poner límites a las emisiones sino de crear mercados para vender excedentes a otros. En el caso de Perú, estas iniciativas pueden ser incluidas en estos planes regionales de desarrollo.
“Creo que esto llama a un gran liderazgo de los cuatro grandes estamentos: gobierno, sociedad civil, empresa privada y obviamente la academia. Estos cuatro grandes estamentos deben diseñar y trabajar juntos en soluciones que pueden ser sinérgicas”, concluyó.