Se estima que tendrá un fuerte salto productivo en los próximos meses con impacto económico tanto o más relevante que la explotación de oro, cobre o litio.

La minería no metalífera, sustentada en rocas de aplicación (para usos ornamentales, industriales y en la construcción), prevé un fuerte salto productivo en los próximos meses con impacto económico tanto o más relevante que la explotación de oro, cobre o litio, según los empresarios y funcionarios del sector.

“El repunte en obras viales, de infraestructura y de vivienda alienta la demanda de rocas para construcción, que incluyen los áridos: triturados pétreos, canto rodado, ripio, granza, arena y tosca, entre otros”, explicaron a Télam funcionarios de la Secretaría de Minería.

Entre las rocas para uso fabril, en tanto, las mayores expectativas se concentran en aquellas utilizadas como insumo de un proceso del que se obtienen un material para la construcción, como es el caso de la caliza, de la que se obtienen cemento y cal.

Ver también:  Rio Tinto expande su presencia en el mercado del litio con el Proyecto Rincon en Argentina

“Un kilómetro de autopista consume más de 25.000 toneladas de materia prima mineral y en conjunto la obra pública demanda casi 350 millones de toneladas de piedras y minerales industriales en todo el país, la mitad de los cuales se extrae en las provincias de Córdoba y Buenos Aires”, precisó Bonalumi.

Mientras, entre las rocas ornamentales se incluyen las piedras utilizadas con fines decorativos, entre las que se destacan los pórfidos, granitos, mármoles y piedra laja.

La industria marmolera, por caso, “puede llenar un nicho inexistente en la Argentina: la ornamentación artística con rocas, que en los últimos años exhibe una demanda de alta y mediana gama cuya oferta está ausente en el país”, dicen en Minería.

Autoridades nacionales y de la provincia de Córdoba organizan en ese sentido, para septiembre próximo, una misión empresarial a Verona, Italia, donde se realizará Marmomacc, la feria de la industria marmolera más importante del mundo, para incentivar a los productores locales e impulsar la transformación industrial.

Ver también:  Argentina: Rio Tinto invertirá US$ 2,500 millones para ampliar la capacidad del proyecto de litio Rincón hasta las 60,000 toneladas al año

El impacto de la minería no metalífera es relevante en Córdoba, “que actualmente provee de materiales primarios y elaborados a Santa Fe y al norte de Buenos Aires, por lo cual se mueven unos 3.200 camiones diarios”, precisó Aldo Bonalumi, secretario de Minería de esa provincia mediterránea.

“Un kilómetro de autopista consume más de 25.000 toneladas de materia prima mineral y en conjunto la obra pública demanda casi 350 millones de toneladas de piedras y minerales industriales en todo el país, la mitad de los cuales se extrae en las provincias de Córdoba y Buenos Aires”, precisó Bonalumi.

En declaraciones a la prensa local con motivo del Día de la Minería, el funcionario recordó que Córdoba aloja a una de las mayores fábricas de cerámica roja del país, una de las principales cementeras y las dos plantas de corte y pulido de granito más grandes del territorio nacional.

“Proveemos materiales para la siderurgia y el 30% de los minerales industriales se extraen en esta provincia”, puntualizó el secretario.

Ver también:  Argentina YPF y Shell firman acuerdo para desarrollo de proyecto de GNL

La oferta de la minería no metalífera se complementa con el desarrollo de empresas orientadas a proveer minerales agroutilizables y los que se procesan en las industrias del caucho, plásticos, pinturas, vidrio, papel, alimentos balanceados, cosmética, etc.

Los agrominerales presentan buenas chances porque el campo es considerado el principal productor minero argentino: extrae del suelo casi 4 millones de toneladas por año que necesariamente deben ser repuestos.

En el Ministerio de Agroindustria admiten que el territorio argentino posee más de 20 millones de hectáreas de suelos a remineralizar, principalmente en las zonas núcleo de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y La Pampa.

Esas tierras, se estima, requerirán unas 66 millones de toneladas de minerales, especialmente carbonatos, de origen nacional provenientes de los yacimientos existentes en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Neuquén, San Juan, Jujuy, entre otras.

Para la remineralización de los suelos se utilizan calizas (carbonatos de calcio) y dolomitas (carbonatos de calcio y magnesio) que la Argentina tiene en cantidad suficiente.

Fuente: Reuters