Almacén Central en Ilo, Moquegua (Southern Perú)

Almacén Central en Ilo, Moquegua (Foto: Southern Perú)

La producción de cobre en el país ya se encuentra al mismo ritmo que tuvo antes de la pandemia y con perspectivas favorables en su cotización. Su precio ha alcanzado los US$3,5 la libra ante el impulso de la recuperación de las economías de China y Estados Unidos.

Según los últimos datos del Ministerio de Energía y Minas, el volumen del metal rojo en octubre alcanzó las 207.034 toneladas métricas finas, lo que significó un crecimiento de 1,4% con relación al mismo mes del 2019.

Para Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), si bien estos niveles son favorables, no lograrán revertir la caída de su producción, que se estima al cierre de este año entre -15% y -20%.

“Ya se ha recuperado la producción con un estándar sanitario distinto y con un costo de operación más alto, pero todavía las minas siguen invirtiendo en levantar su capacidad de alojamiento para no retrasar sus proyectos”, expresó.

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Sin embargo, el también gerente general de Antamina confía en que el próximo año se superarán los 2,5 millones de toneladas que se alcanzaron en el 2019. “Esto se dará en la segunda mitad del año porque entra el proyecto Mina Justa (Ica), que aportará entre 120 mil y 150 mil toneladas anuales, y también se debe mantener la construcción de Quellaveco (Moquegua)”, refirió.

Precio estable

De acuerdo a Ricardo Carrión, gerente de Mercado de Capitales de Kallpa SAB, el precio del cobre jugará un papel importante para seguir con mayores niveles de producción.

“La tendencia es clara. En un mediano plazo no hay ningún factor que afecte el precio del metal rojo. Estos niveles de US$3,5 se van a mantener y en el 2023 se puede llegar mucho más arriba, quizás sea US$4”, manifestó.

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Agregó que las empresas mineras han invertido en tecnología para ser más eficientes, generando más producción y reduciendo costos, ante la alta demanda que hay en China y Estados Unidos.

En tanto, Gobitz explicó que el país asiático se ha convertido en un gran productor de artefactos electrodomésticos y automóviles, por lo que su demanda de cobre será intensa durante el próximo año.

Impulsar más obras

El representante de Kallpa SAB mencionó que para el 2021 se espera la construcción de Yanacocha Sulfuros (Cajamarca), que hará su transición de oro al cobre. Luego en el 2022 entrará el proyecto Quellaveco (Moquegua), Zafranal (Arequipa) y la expansión de la mina Toromocho (Junín).

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“Tiene que haber voluntad política para viabilizar los proyectos porque hay que preguntarnos qué pasará de acá a 10 años. Los proyectos no son eternos, por eso requieren inversión y exploración”, apuntó Carrión.

Por su parte, Amado Yataco, exministro de Energía y Minas, sostuvo que la única posibilidad de seguir produciendo cobre por más años es con el paquete de proyectos mineros que tiene Southern Copper: Tía María (Arequipa), Los Chancas (Apurímac) y Michiquillay (Cajamarca).

“A Tía María nadie lo quiere, pero es el mejor proyecto de producción de metal porque no pasa por fundición. En cobre daría 120 mil toneladas al año. El Gobierno tiene que ir de la mano con la compañía minera para que la gente vea ese apoyo y así se le dé luz verde”, puntualizó. 

Fuente: El Comercio