Los 2.5 TCF de gas natural ganados para mercado interno no serían suficientes para más ductos, señala Carlos Herrera.
Los anuncios que este lunes hizo el Gobierno, que el 2015 prevé dar la buena pro de gasoductos en el centro y norte del país, habrían tomado por sorpresa a funcionarios de ProInversión, pues esa entidad ya habría desechado la posibilidad de hacer nuevos ductos, al menos en la zona central.
Así lo revelaron a Gestión fuentes cercanas al Ejecutivo, según las cuales ProInversión analizó en su momento la posibilidad de sacar un ramal del actual gasoducto de Camisea, que, partiendo de la zona de Kepashiato (Cusco), llegaría a Ayacucho, Huancayo, Chimbote y Trujillo, pero lo descartaron. “Desecharon el proyecto porque no hay demanda.
Hoy la planta de Doe Run no consume nada; Chimbote consumiría 6 a 7 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd) de gas, y sumando la fábrica de Cementos Pacasmayo, el consumo se elevaría apenas a 17 mmpcd, cuando para hacer viable tal proyecto se requeriría demandar 400 mmpcd”, explicaron.
Precisamente ante tal inviabilidad, es que ProInversión optó por concesionar el transporte de gas natural liquefactado (LNG) en vehículos especiales al norte y sur del país, a fin de generar demanda que, a largo plazo, haga viable nuevos gasoductos.
Reservas insuficientes
De otro lado, si bien el Ejecutivo adelantó que los 2.5 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas natural recuperados esta semana del lote 88 servirán para los nuevos proyectos de gasoductos, el exministro de Energía y Minas, Carlos Herrera, puso reparos a tal anuncio.
Señaló que, sumando la actual demanda en Lima y Callao, más la que tendrá el Gasoducto Sur Peruano, cada año se requerirán 0.5 trillones de pies cúbicos diarios (TCF) de gas, con lo cual, los 2.5 TCF liberados del lote 88 solo alcanzarían para cinco años y no para nuevos ductos.
Por su parte, Aurelio Ochoa, expresidente de Perupetro, observó que las actuales reservas de Camisea alcanzarían para 20 años, lo cual, anotó, no es mucho, por lo que planteó agilizar los permisos que permitan nuevas inversiones en exploración, para asegurarnos la provisión de más gas a futuro.
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