Carlos Santa Cruz, vicepresidente regional de Newmont Sudamérica.

Carlos Santa Cruz, vicepresidente regional de Newmont Sudamérica.

Por Mónica Belling

El proyecto Minas Conga, se ha vuelto complejo. Los impredecibles matices políticos que tomó pusieron en cuitas a la minería que está atenta a lo que ocurre con un megaproyecto que prometía apalancar la economía nacional y que ahora resiste una serie de embates. ProActivo conversó al respecto con el vicepresidente regional de Newmont Sudamérica, Carlos Santa Cruz.

¿Cuál es la situación del proyecto Minas Conga?
Bueno, luego de la crisis de noviembre tuvimos que suspender sus actividades, lo que tiene un alto costo para el proyecto, pero en el tema social el clima está más calmado y de acuerdo con lo indicado por el gobierno colaboramos con el peritaje técnico sobre el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para enriquecerlo y buscar esas mejoras que se puedan lograr.

¿Cuáles serían esas mejoras?
En principio creo que todo estudio, toda obra es perfectible.
En ese sentido consideramos que el EIA es un estudio bastante sólido que ha tomando mucho esfuerzo y tiempo y que se ha hecho a conciencia teniendo como criterio central darle un tratamiento responsable al recurso agua, que es una preocupación de las comunidades.
El estudio contempla las medidas adecuadas para manejar estos recursos, si en esa línea -digamos el peritaje- encuentra alternativas creativas que puedan mejorar lo que se ha hecho son bienvenidas y nosotros tenemos la mejor disposición de incorporarlas.

¿Cuánto tardó hacer el estudio?
Casi dos años, pero venimos recolectando información medioambiental y de línea base desde hace más de quince años.

¿Cuántos años de experiencia en este tema tiene la empresa encargada de realizar el EIA?
Son varias empresas que participaron en este estudio, la gran mayoría tiene renombre mundial, podemos mencionar Knight Piésold. En otras áreas también han participado una serie de consultoras de primer nivel en el mundo que trabajan estos temas desde hace muchos años y no solo acá, sino que en todas partes del mundo han participado en los principales proyectos.

¿Se cumplen las exigencias que impone el Banco Mundial?
En nuestro caso, sí. El Banco Mundial es nuestro socio. Los estándares que tiene Perú son buenos, después de veinte años de minería moderna en el Perú.
No debemos sentirnos mal si comparamos los estándares de Perú con los mundiales, aparte de eso este es un proyecto que tiene que ser sometido a las exigencias que requieren los bancos de financiamiento de proyectos.
El estudio fue preparado para soportar ese escrutinio de parte de los bancos que prestan dinero para llevar a cabo un proyecto de esta dimensión.

Posiblemente los requerimientos que se hagan para mejorar aún más el proyecto demanden mayor costo de inversión ¿están dispuestos a elevar sus inversiones?
Bueno, hay que tener cuidado, particularmente con proyectos como Conga donde los márgenes no son muy altos. Si vemos las cifras, es un proyecto grande que va a generar flujos de caja importantes, pero por otro lado los retornos de inversión no son tan altos.
Entonces, hay un límite de manejo con respecto a las exigencias financieras de un proyecto de estas características; hay que tenerlo en cuenta y obviamente estoy seguro que se va a contemplar.

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¿Para que el proyecto sea rentable qué precios del oro y cobre están considerando?
Normalmente cuando uno hace una evaluación de estos proyectos, no se puede tomar los precios actuales porque nadie nos garantiza que en diez años los precios se mantengan. Por eso este proyecto está evaluado en oro a 1.300 (onza /en dólares) y cobre a 4 dólares.
Son precios altos si consideramos -digamos- las posibles curvas de proyección más que nada en el tema del cobre en el que 4 dólares es un precio bastante alto, hoy día está por debajo de esos niveles.
Pero la minería es una actividad de riesgo y hay que tomar los riesgos de manera responsable, razonable; pero vuelvo a repetir no es que Conga pueda soportar cargas financieras muy grandes.

Respecto al tema que fue motivo del argumento para la protesta que fueron las cuatro lagunas ¿es posible dejar de utilizar alguna de las lagunas para hacer construcciones?
Todo eso es posible pero todo tiene un costo y todo también tiene un costo ambiental.
Mover instalaciones en un proyecto de estas características no es sencillo y la propuesta que se tiene en el proyecto, contemplada en el EIA, es la que minimiza los costos ambientales, no solamente ayuda y busca la rentabilidad del proyecto sino que por el otro lado minimiza los costos ambientales y eso hay que tenerlo muy presente.
El mover instalaciones e incrementar el riesgo ambiental en más de una cuenca tiene un costo social mucho más alto que restringir toda la actividad y los riesgos ambientales a una sola cuenca. Eso eso es lo que se trata en los enfoques ambientales en estos estudios para manejar el proyecto.
Entiendo que probablemente política y socialmente no tenga mucho sentido, pero creo que debemos de educar a la población en ello o sino terminaremos siendo terriblemente ineficientes.
No nos olvidemos que nosotros como país competimos por la atracción de los capitales, entonces tenemos que mantener nuestra competitividad y es un balance difícil porque tenemos que tener la aprobación social, la rentabilidad económica y mantener la competitividad como país y eso no es sencillo de lograr pero hay que hacer el esfuerzo para hacerlo.

A estas alturas, cuando la población y la empresa son vecinos ¿Cuál es la relación que mantienen con las diferentes organizaciones en Cajamarca?
Ya se da una relación de muchos años y existe un gran sector de la población cajamarquina que está acostumbrada a vivir con la minería.
Hay una parte de la población que aprueba la minería y también hay un gran sector de la población que no se siente parte porque no recibe los beneficios de la minería.
Entonces, nos hemos ido relacionando con todos aquellos estamentos. En primer lugar, con el ámbito rural con el que tenemos un contacto más directo.
En dicho ámbito tenemos 135 comunidades alrededor de la actual zona de operaciones, que involucra una población de casi 60.000 personas y también tenemos en la zona de Conga -que es menos poblada, en el área de influencia directa e indirecta- aproximadamente más de 30 comunidades, una población de alrededor de 10.000 personas.
Además, buscamos contactos con más comunidades que están en la periferia y que obviamente tienen una legítima preocupación por el proyecto para así informarlos y para trabajar con ellos en algunos programas que pueden ser de interés común.

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Como ellos ya han participado en talleres informativos, supuestamente tendrán ciertas expectativas de la realización del proyecto en algunos temas puntuales.
Si, bueno, en el área de influencia directa definida por el EIA sí tenemos, con otras 32 comunidades se han hecho todos los planes de desarrollo de los centros poblados de manera coordinada que involucra no solo los temas relacionados con el agua sino al desarrollo social y económico de estas poblaciones.
Este se viene realizando hace más o menos tres años y esta población es la que apoya al proyecto.
Un buen grupo de la población que se ha sumando a la protesta son las poblaciones de la áreas periféricas, son las comunidades que sienten que pueden ser afectados y que no reciben beneficios del proyecto.
Creo que (para ellos) la empresa y el Estado deben hacer un esfuerzo para poder atender a esas expectativas de los que no se sienten incluidos, es un esfuerzo importante que creo puede ser la llave para la tranquilidad y paz social que Perú necesita y seguir adelante con un proyecto importante.

En concreto ¿Qué proyectos de desarrollo tienen con las comunidades directamente vinculadas?
Hay proyectos que van desde la mejora de la productividad agropecuaria como de la lechera, asociados al mejoramiento de pastos, de la calidad del ganado y su mejor manejo de la salubridad. Asimismo la mejora en manejo del riego.
En el área de la nutrición, por ejemplo de los niños de 0 a 5 años, tenemos un programa donde rápidamente se logran resultados importantes para disminuir la malnutrición infantil; y en el mejoramiento de las escuelas -porque en muchos de estos centros poblados no habían escuelas y tenían que ir a las zonas bajas- ahora hay un programa orientado a esto.
Todo está relacionado a la producción, a su mejoramiento, tiene que ir encadenado al mercado y entonces no son esfuerzos aislados sino que tienen un correlato con el mercado de tal manera que lo que se produzca tenga un lugar donde se consuma.

¿Diría que Conga sería un proyecto de Yanacocha con un trabajo social poco más rápido, directo, efectivo de lo que fue Yanacocha cuando empezó?
Bueno, ya pasaron muchos años y hemos aprendido cuáles son las cosas que le preocupa a la comunidad. En este caso, el tema del agua es fundamental y el principio ha sido el agua primero y después la producción minera.
El proyecto es muy fuerte, se duplica el suministro de agua y se aumenta la dotación de agua también durante todo el año para las comunidades.
Pienso que esto es fundamental y da mucha tranquilidad a las poblaciones que están incorporadas al estudio de impacto ambiental, me parece que es central.
Por otro lado, otro tema es buscar los mecanismos que trasciendan las oportunidades que ofrece la actividad minera como tal; es decir, nosotros como actividad minera no podemos satisfacer las expectativas de toda la población circundante al proyecto porque a todos no les podemos dar trabajo.
La expectativa número uno es trabajo y es evidente que hay una capacidad limitada de oferta de trabajo.
Hay que ver la manera de ir dándole oportunidad también –no necesariamente en la actividad minera- a los pobladores en otro tipo de actividad no minera para que puedan mejorar sus ingresos y que de esa manera puedan mejorar su calidad de vida. También hay proyectos en esa dirección como proyectos de capacitación, entrenamiento para actividades que no necesariamente tienen que ver con la actividad minera.

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¿Esto lo habían conversado con el presidente del gobierno regional de Cajamarca?
Con el presidente del gobierno regional no hemos visto mucho detalle porque no ha habido oportunidad, este es un gobierno nuevo, nosotros hemos tenido contacto directo con él recién en agosto de este año porque ha estado ocupado en otro tipo de gestión. A partir de agosto sostuvimos una relación muy fluida en la que intercambiamos los puntos de vista respecto al proyecto.
Pero el EIA y la información relativa al proyecto está en el gobierno regional desde el año pasado y antes del inicio de la gestión actual, entonces ellos tienen la información disponible desde ese entonces.

¿Y sobre los trabajos de desarrollo local lo trataron con las autoridades locales también?
Todo eso se maneja con las autoridades locales y de los centros poblados. Con los tenientes gobernadores, es decir con los líderes locales que son obviamente los mas interesados que sus comunidades reciban un beneficio.

Entonces ¿ellos están también a la expectativa de lo que pueda cumplirse?
Yo creo que esas comunidades son las más interesadas, ellos que no marchan al vaivén de la política, sino que lo hacen al compás de las oportunidades de desarrollo que puedan existir para sus comunidades, para sus pueblos y en ese sentido hay necesidades urgentes y mucha expectativa.

¿Hay algo que quisiera aclarar con respecto a todo lo que llevó Conga?
Bueno, decir que no perdemos el entusiasmo. Nuestro país es complicado, gran parte de las razones por las que hay poblaciones que todavía no entienden el aporte del sector minero es porque hay una expectativa y una gran necesidad atrás y aquellas poblaciones que no se sienten parte del beneficio de la inversión tienen una justificada razón para manifestar su descontento.
Sin embargo, creo que es obligación de todos los que sabemos cómo se erradica la pobreza y la falta de oportunidades explicar a estas poblaciones que es necesario más inversión, no hay forma de generar más oportunidades para aquellos que no las tienen sino logramos atraer más inversión.
En este sentido creemos que nuestro proyecto es el inicio de la era de la producción de un nuevo desarrollo en Cajamarca que ha venido dándose paulatinamente durante los últimos veinte años. Con nosotros primero -que hemos crecido como empresa, con una operación pequeña- y que después han venido otras empresas que se han instalado en la zona, pero un proyecto de la envergadura de Conga que le daría un horizonte de 20 años atraerá mas inversión para la zona y esa es la inversión que se necesita para generar mas oportunidades y un desarrollo sostenido en la región Cajamarca que tiene un gran futuro en la medida que nos pongamos de acuerdo para ir construyendo ese futuro juntos.