Quienes laboran en la zona han instalado sus campamentos cerca de los socavones

Al menos tres mil personas del asentamiento minero de Mucumayo, ubicado en la selva del distrito de Ituata, provincia de Carabaya, al sur de Puno, corren el mismo riesgo de los seis mineros que murieron sepultados por un alud la madrugada del miércoles 20 de febrero.

Las víctimas pernoctaban en viviendas de esteras y plástico, en una pendiente del sector El Carmen. Las fuertes lluvias provocaron el deslizamiento de parte del cerro que ocupaban.

El drama podría repetirse. Quienes laboran en la zona han instalado sus campamentos cerca de los socavones, en pendientes elevadas. El panorama no podría ser distinto, pues la geografía no permite asentarse en otros puntos.

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“Es imposible pretender que las cosas sean mejores porque casi todos sobrevivimos a nuestra suerte. Acá no hay planilla ni empresas formales y lo que hacemos es explotar oro de manera artesanal. No se puede vivir de otra manera. Ni siquiera las carreteras de penetración son buenas, pero qué se hace si no tenemos trabajo y debemos sobrevivir”, dijo Aurelio Nina, minero del sector El Carmen, zona del accidente.

El alcalde distrital de Ituata, Vidal Saya, señaló que los mineros artesanales se arriesgan por necesidad de trabajo. En su mayoría, son colonos que llegan de otras provincias de la región Puno para beneficiarse de la explotación de oro en grupos.

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La Dirección Regional de Energía y Minas confirmó que el proceso de formalización en el lugar está en pleno desarrollo. El departamento de Fiscalización de Minería informó que los riesgos a los que se exponen los mineros no son materia de fiscalización. Peor aún si no son parte de una empresa formal a quien atribuirle responsabilidad. Según la Policía, desde 2016 hasta la fecha, en distintos centros mineros, murieron alrededor de 20 personas por distintos accidentes.

Fuente: La República