La masificación del gas de Camisea en el norte del país arrancó a finales del 2017. Desde entonces, el concesionario del proyecto, la colombiana Quavii (otrora Promigas), ha llevado el preciado hidrocarburo a 13 mil hogares y una decena de industrias en Chimbote, Huaraz, Trujillo, Chiclayo, Lambayeque, Pacasmayo y Cajamarca. Su obligación es llevar el gas a 150 mil viviendas en cinco años, pero estima que puede superar esta meta, pese a los retos en el horizonte. ¿Cuáles son estos y cómo planea vencerlos? Responde Alberto Polifroni, CEO de Quavii.
¿El gas de Camisea ya arribó a todas las ciudades de la concesión?
Sí. Como estaba previsto, arrancamos el suministro de gas en las siete ciudades en forma paralela, aunque hay dos que están más avanzadas que las demás.
¿Qué ciudades son esas?
Trujillo, en primer lugar, y luego Chimbote. Y también Cajamarca, en la sierra.
¿Cuántas viviendas cuentan con gas?
Hemos registrado 13 mil conexiones. Es una respuesta bastante favorable, lo cual demuestra que la población ha entendido que el gas es un combustible económico y fácil de manipular en los hogares. Es más, ya tenemos las primeras solicitudes para conectar dos puntos en un mismo domicilio. Eso quiere decir que no solo suministraremos gas para cocinar, sino también para calentar agua en termas, lo cual representa un salto en el bienestar de la población de la sierra.
¿Cocinar y calentar agua son las dos utilidades del gas natural?
El gas natural es una revolución en el hogar que comienza con lo prioritario, que es la cocina, pero que se puede ampliar a otras aplicaciones. Por ejemplo, podemos conectar un tercer punto para una secadora de ropa, una parrilla, una piscina o un calentador de ambiente. Los usos del gas natural son múltiples.
¿A cuántos hogares llevarán estos beneficios?
Debemos llegar a 30 mil este año. Nuestra obligación, según contrato, es conectar 150 mil viviendas en cinco años, pero apostamos a que esa meta será superada. Es un objetivo ambicioso si la comparamos con el avance ejecutado en otras concesiones de distribución de gas.
¿Cuánto invertirán en la masificación?
La inversión total es de US$220 millones, de los cuales hemos invertido US$60 millones. Eso incluye las siete estaciones de regasificaciones -una por ciudad- y el tendido de redes, que irá creciendo a medida que conectemos a más usuarios.
¿Cuál es el costo de la tarifa mensual de gas?
Tenemos una tarifa de 16 soles, que sumado al ‘margen de promoción’ totaliza 38 soles para un volumen promedio de consumo.
¿Y cuánto cuesta el derecho de conexión?
La conexión ya está incluida en la tarifa mensual. En nuestra concesión, los usuarios no tienen que pagar un cargo inicial para acceder al suministro. Basta que un usuario firme con nosotros y automáticamente recibe el servicio.
Ustedes están pidiendo aplicar el Fondo de Inclusión Social Energético (FISE) en el norte. ¿Cómo ayudaría este subsidio a la masificación del gas?
Si logramos aplicar el FISE, beneficiaremos a 90 mil usuarios residenciales, porque la tarifa bajará para ellos de 38 a 16 soles mensuales. Sin embargo, hay una traba que nos impide acceder a este subsidio. Por ello, estamos presentando una solicitud a la Dirección General de Hidrocarburos (DGH) del Ministerio de Energía y Minas (MEM).
¿Cuál es esa traba?
Se trata de una aclaración. En nuestro contrato de concesión tenemos un componente que se denomina ‘margen de promoción’, el cual es interpretado como un subsidio. Y la ley dice que no se deben otorgar dos subsidios. Por eso, estamos solicitando a la DGH que aclare que el ‘margen de promoción’ no es un subsidio.
¿Eso evitaría una adenda al contrato?
Lo que queremos es que se haga una aclaración. Si nos la dan, obtendríamos los recursos del FISE para nuestra población, como ocurre en otras concesiones [Lima e Ica].
¿Cuántos camiones forman hoy el gasoducto virtual (flota de camiones) de Quavii?
Ahora empleamos 24 camiones y debemos recibir otros ocho en los próximos meses, más unos de dimensiones más pequeñas que usaremos para llevar el gas a Huaraz.
¿Ese será el tamaño definitivo de la flota?
Es el volumen ideal para el gas que vamos a vender en los próximos 24 meses, el cual asciende a 1,5 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd).
¿Cuál es el tope de gas que pueden suministrar?
No tenemos un tope. El contrato de suministro de gas que tenemos con Shell asciende a 13,7 mmpcd.
¿Es decir que hoy usan el 10% del total?
Estamos cerca del 10%, pero a finales de año llegaremos a los 5 mmpcd [36%] con los contratos firmados y con los planes de reconversión de la industria.
El sector industrial es clave para financiar la masificación. ¿Cuántas industrias han conectado?
Vamos muy bien. Hemos firmado contratos para llevar el gas a 32 industrias y, de esos, diez ya están operativos. Estamos teniendo una respuesta positiva del sector pesquero. Por ejemplo, Exalmar ya firmó con nosotros, y viene otra pesquera en camino. Se trata de un tema de competitividad, porque el precio del petróleo residual que utilizan en sus procesos está subiendo y eso hace que el gas sea más atractivo.
¿Eso significa que apostarán por la pesca?
Por la pesca y la agroindustria. Acabamos de conectar a Danper, en La Libertad.
¿No han conversado con Sider-Perú?
Ellos han recibido una oferta nuestra hace meses. Los retrasos que tuvimos para llevar el gas [por la demora en la construcción del cargadero de camiones de Shell] los obligaron a buscar una solución alterna. Pero tienen el ducto de Quavii cerca y pueden obtener la garantía de calidad de nuestro suministro cuando lo necesiten.
La demora en la masificación dejó el campo abierto a los comercializadores de gas. Pero el gobierno de PPK ideó una norma para alejarlos de las áreas de concesión. ¿Qué fue de ella?
Hablamos de la resolución ministerial que modifica el DS 057-2008-EM [el cual permite la libre comercialización]. No tenemos noticia, pero para las concesiones nuevas es de vital importancia que esa modificación se haga a la brevedad, porque se trata de un problema que nos afecta.
¿Aún puede aprobarse?
Conversamos con el MEM para agilizar la norma, pero no hemos tenido respuesta. Debe quedar claro, sin embargo, que no queremos prohibir la competencia, sino que haya reglas de juego más claras y que los comercializadores de gas, que no van a masificar, se replieguen fuera de la concesión.
¿Insistirán con el MEM?
Nos hemos reunido con el nuevo equipo del MEM para decirles lo importante que es para la masificación. Por ejemplo, el Gobierno quiere sacar este año la concesión centro-sur, de US$350 millones. Si el DS 057-2008 no se modifica, seguramente habrá pocos interesados para esa licitación, y esos pocos no apostarán igual que si las reglas de juego estuvieran claras.
Pasando a otro tema, ¿qué pasó con la concesión de gas para Piura?
Hemos avanzado en lograr el entendimiento de todos los stakeholders: productores de gas, autoridades, gremios y asociaciones de consumidores. Hemos trabajado seriamente en eso estos últimos meses. Siendo así, estamos a la espera de la firma del contrato de concesión con el MEM.
¿Y qué hay de las aspiraciones de Gastalsa a la concesión de Talara?
a medida cautelar que la justicia otorgó a Gastalsa fue suspendida. Hay otro proceso judicial, pero que no impide que el MEM pueda firmar con nosotros. Es más, hemos propuesto implementar en nuestro contrato una figura legal que permita adecuarlo a cualquier decisión judicial. Estamos siendo muy abiertos buscando fórmulas para que todos quedemos cómodos.
¿Siguen confiados en lograr la concesión?
Hablamos de un proyecto de US$260 millones, que beneficiar á a 65 mil familias. Industrias como Miski Mayo y Pacasmayo están a la espera de que esto se concrete. Y una cosa muy importante: el Gobierno está pensando en reactivar la inversión en las regiones. Qué mejor manera que esta para que la inversión se reactive en Piura, la única región con gas natural en toda la costa peruana, pero que no goza de este beneficio.
Fuente: El Comercio