Hugo César Espinoza Palza, gerente general del gobierno regional de Moquegua.

Hugo César Espinoza Palza, gerente general del gobierno regional de Moquegua.

Moquegua ha crecido con el desarrollo de la minería, pero sin un efectivo desarrollo integral de la región, pues los casi únicos beneficiados son las poblaciones del entorno de la actividad minera, que sólo representan el 2.6 por ciento de la población económicamente activa (PEA) de la jurisdicción. Quellaveco es la oportunidad para su desarrollo integral.

“La minería representa un crecimiento nominal, no un desarrollo real de la región”, sostuvo el gerente general del gobierno regional de Moquegua, Hugo César Espinoza Palza al hacer un balance del desarrollo minero de su región.

Calificó de “una realidad engañosa”, la que se produce en Moquegua porque tiene el mayor ingreso per cápita nacional -unos 144.000 dólares por persona en promedio- pero solo en las comunidades del entorno minero, que son apenas el 2.6 por ciento de la PEA regional. “Mientras el sector agrícola, que es el 27 por ciento de la PEA, tiene 491 dólares de ingreso per cápita al año”, precisó.

En tal sentido, dijo que el gobierno regional tiene como objetivo acortar esa brecha, que ocasiona conflictos. Al mismo tiempo reclamó que el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), solo permite destinar el dinero del canon a construcciones, cuando podría servir para crear empleo sostenible con proyectos productivos, “que revertirían la situación de los sectores agrícola e industrial”.

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“Muchos pobladores abandonaron la agricultura porque genera pocas oportunidades de empleo y bajos ingresos, y optaron por trabajos eventuales de mayores ingresos”, agregó.

Retos para Moquegua

El funcionario puntualizó que “Moquegua tiene una excelente geografía y buenas condiciones edáficas y climáticas, donde se puede cultivar de todo, y es parte del corredor Perú-Brasil-Bolivia”, por lo que buscará su desarrollo a partir de una mayor rentabilidad, producción y productividad del sector agrario y pecuario, para lo que requieren garantizar el abastecimiento del recurso hídrico y la energía.

Mesa de diálogo con Quellaveco

De otro lado, dio a conocer los resultados de la mesa de diálogo en torno a las operaciones de la minera Quellaveco, integrada por representantes del Estado, sociedad civil y la empresa minera, que durante 16 meses tuvo reuniones ininterrumpidas desde el 17 de marzo del 2011.

Apreció que así identificaron y consensuaron los mecanismos que garanticen el abastecimiento y uso óptimo de los recursos hídricos para consumo humano, agropecuario y minero.

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Lo propio se hizo con los mecanismos para el cumplimiento y vigilancia de los compromisos ambientales, en especial de las medidas de mitigación asociadas a la ejecución del proyecto minero, para allanar el desarrollo sostenible en el departamento, dentro la política de responsabilidad social de la empresa, resaltó.

Monitoreo ambiental

Detalló que además, la empresa deberá entregar información actualizada de los recursos hídricos del ámbito de influencia del proyecto (caudales de micro cuencas, lagunas, bofedales, manantiales, cabeceras de cuencas y otros), tomando en cuenta que este rubro es fuente de conflictos socio ambiéntales en la región.

Según pormenorizó, se creará un Comité de Monitoreo Participativo y Vigilancia Ambiental, con participación de la sociedad civil, gobierno local y regional.

El monitoreo del agua superficial y subterránea será desde el río Ilo hasta el río Asana, en conjunto con la Autoridad Local del Agua (ALA).

Material estéril y Fondo de Desarrollo

Dentro de los trabajos en el río Asana, ponderó que se implementará un depósito de material estéril, con una membrana impermeable en el subsuelo y un dique capaz de sostener una venida extraordinaria de agua, asegurando la descarga cero de agua contaminada. Entonces, retornará el material estéril del botadero al tajo de mina luego de concluidas sus operaciones, y así restaurará las condiciones naturales del río Asana.

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En otro acápite, anotó, acordaron establecer el Fondo de Desarrollo de Moquegua, que dispondrá de un total de mil millones de soles -S/ 350 millones en la etapa de construcción del proyecto minero y S/. 650 millones para la fase de operaciones- que se destinarán para realizar importantes obras hídricas, de preservación del medio ambiente y de desarrollo productivo.

“La distribución del aporte social de Anglo American Quellaveco debe ser equitativa entre las tres provincias de Moquegua”, puntualizó Espinoza.

Compromisos sobre recursos hídricos

Será evaluada técnicamente la disponibilidad de recursos hídricos en la cuenca del Vizcachas y el represamiento del río Asana, así como el esquema de aprovechamiento hídrico del proyecto Quellaveco.

Se fijó que la minera construya una represa con capacidad de 60 millones de metros cúbicos, de tal manera que en promedio, el 82% de agua utilizada por Quellaveco será extraída del río Titire, de la cuenca del río Tambo. No está destinada al consumo humano por su alto contenido de boro y sales.

El restante 18% será canalizado de excedentes del río Vizcachas.