Desde que Carrizales Infraestructura y Servicios Públicos asumió la administración de Doe Run Perú ha impulsado una estrategia basada en la reorganización simple de los bloques patrimoniales de Doe Run, para que el bloque correspondiente al Complejo Metalúrgico de La Oroya sea entregado en dación en pago a los acreedores laborales, mientras que el bloque de la Unidad Minera Cobriza sea vendido en subasta pública.
El día 31 de julio de 2020 concluyó el proceso de adhesión a la dación en pago, a esa fecha, acreedores laborales que representan el 81.85%, de la Deuda Laboral, equivalente a S/. 418,500,000 aceptaron la dación en pago. En paralelo, Doe Run continuaba ejecutando las tareas requeridas por Osinergmin para reactivar la Mina Cobriza, para su posterior venta.
Todas las acciones contaron con la aprobación previa de la junta de acreedores de Doe Run y la participación de los representantes de los acreedores laborales. Para concluir exitosamente el proceso de dación en pago, la junta de acreedores debió aprobar, en su sesión del 21 de agosto, una serie de acuerdos críticos, tales como la aprobación del cambio del fideicomiso PAMA, la constitución de garantías de cierre de minas de la Unidad Minera Cobriza, entre otros. Sin embargo, la junta de acreedores, presidida por el Ministerio de Energía y Minas, decidió evaluar otras alternativas distintas a la dación en pago. Estas otras alternativas estarían relacionadas con la solicitud del representante de los acreedores laborales de una adjudicación directa.
Este cambio de estrategia motivó la renuncia del actual administrador concursal, renuncia que fue presentada el día 14 de setiembre, un día antes de la sesión de junta de acreedores donde se aprobará efectivamente el cambio de estrategia de cierre, es decir, dejar de lado la dación en pago.