Rómulo Mucho

Por RÓMULO MUCHO (Exviceministro de Energía y Minas)

Debido a las medidas de aislamiento social decretadas por el Gobierno-en el marco de la emergencia sanitaria-, gran parte de la población peruana que radicaba en las ciudades se ha visto obligada a retornara sus lugares de origen, más por un tema de sobrevivencia que por un tema de desarrollo personal. Al respecto, se debe adoptar medidas innovadoras, audaces y, sobre todo, responsables, para generar puestos de trabajo a quienes están retornando a su tierra.

Es la oportunidad para aprovechar las competencias y habilidades que los jóvenes han logrado en los centros urbanos en los que hace poco vivían. Muchos tienen estudios en universidades o institutos superiores y tienen ahora, u na nueva visión de desarrollo, el cual, sumado al conocimiento de sus territorios, conforman un capital humano que el Estado tiene que saber aprovechar.

Los siguientes pasos son importantes: 1) realizar un censo o empadronamiento por distritos y regiones de los peruanos que han retornado y conocer las competencias que han desarrollado. 2) Conocer los recursos disponibles y potenciales de cada territorio. Pueden desarrollarse actividades agrícolas, pecuarias, forestales, acuícolas, mineras, energético-renovables y turísticas. 3) Una vez mapeadas las competencias personales y los recursos territoriales, se debe brindar capacitación en incremento de la productividad y gestión empresarial, para lograr emprendimientos empresariales exitosos, que consideren la sostenibilidad económica y ambiental de los negocios. 4) El siguiente paso será la búsqueda de financia miento no solo para el programa de capacitación, sino también para poner en marcha los emprendimientos locales.

Aquí el Estado tiene un rol fundamental no solo para destinar fondos de las arcas del Estado, sino también para buscar el financiamiento a través de entidades multilaterales que brindan estas facilidades. Si se diera esta situación, muchas poblaciones de los conos o asentamientos humanos que actualmente viven sin las mínimas condiciones de urbanismo, en las periferias de las ciudades más importantes del Perú, retornarían a sus lugares de origen para mejorar su calidad de vida.

Otro objetivo, no menos importante, sería lograr el repoblamiento del campo. En las últimas décadas ha sucedido una acelerada migración del campo a la ciudad en busca de mejores oportunidades. No todos aspiran a un puesto de trabajo en una empresa, hay quienes desean emprender una micro o pequeña empresa por su cuenta. Pero para ello es esencial un estudio detallado de la oferta y la demanda del producto.

Muchos lugares de nuestra Sierra ofrecen enormes oportunidades de desarrollo en la agricultura familiar con productos de alto valor muy solicitados en el Perú y el mundo. Lo más importante es generar ingresos. Esto debe ser acompañado de infraestructura con servicios básicos en educación, salud, saneamiento, energía limpia, vialidad, entre otros. Existen ejemplos de casos de comunidades que han logrado un desarrollo digno de replicar en el Perú.

El covid-19 infringirá al país enormes pérdidas de vidas y económicas -un estimado del 27% del PBI-y hará retroceder unos 8 puntos porcentuales en la reducción de la pobreza. Esto significa que unos 2 millones y medio de peruanos volverán a la condición de pobreza, sumando a otros 6 millones que ya se encontraban en esta situación antes de la pandemia. De no actuar como Estado, no llamaría la atención que la población muestre su justificada impaciencia social, con manifestaciones violentas.

El gran desafío es generar propuestas y soluciones, y tenemos las condiciones y capacidades para hacerlo. Un antiguo pensamiento chino dice: “Cuando los vientos soplan fuerte, unos construyen muros, otros construyen molinos”.

Fuente: Gestión