El grupo petrolero Repsol concretó la venta de sus activos de gas natural licuado (GNL) en Perú (Pampa Melchorita) y Trinidad y Tobago a la firma angloholandesa Shell, que retornará al país tras 16 años de ausencia.
Esta operación representó ingresos por US$ 4,100 millones para la compañía española, así como la liberación de compromisos financieros y deuda no consolidada. Como se recuerda, Repsol venía luchando por recuperar su equilibrio financiero y evitar una rebaja de la calificación crediticia a la categoría de ‘bonos basura’, tras la incautación de su filial YPF de Argentina en el 2012.
Asimismo, a estos ingresos se le suman otros US$ 200 millones por la venta de su participación en la planta de energía Bahia Bizkaia Electricidad (BBE) a BP, en octubre. Las plusvalía generada, que ascendió a US$ 2,900 millones, después de impuestos, habría sido ligeramente superior a lo anunciado en febrero del 2013 (US$ 3,500 millones, antes de impuestos), informó la compañía.
La petrolera indicó que su endeudamiento neto se reducirá en US$ 3,300 millones, con lo cual “fortalece significativamente su balance y liquidez”, aseguró.
Meta
Tras la operación, Repsol se ha desprendido de activos por más de 5,000 millones de euros, superando los objetivos de desinversión establecidos en su Plan Estratégico para el periodo 2012-2016 (entre 4,000 y 5,000 millones de euros).
LOS DATOS
Operación. La transacción también incluye los contratos de comercialización de GNL y de fletamento de los buques metaneros.
Más acuerdos. Shell suministrará GNL a la planta de regasificación de Repsol en el complejo Canaport (Canadá) por diez años.
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