Repsol y el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) intercambiaron este fin de semana acusaciones de improcedencia relacionadas con el castigo que la agencia del Gobierno busca para la petrolera, tras el derrame que afectó a 106 kilómetros de litoral peruano.
La guerra de declaraciones inició luego de que la entidad encargada de protección al consumidor anunció una demanda civil por US$4.500 millones contra Repsol en representación de intereses difusos.
La demanda fue catalogada por Repsol como “infundada, improcedente e incongruente” a través de un comunicado de prensa. En él, detalló las acciones que ha puesto en marcha para mitigar el derrame que tuvo lugar el 15 de enero en el mar de Ventanilla en el Pacífico.
La demanda “no atiende las causas del derrame, ni las labores de limpieza y remediación ya completadas por Repsol; ni a los cauces de atención a los afectados establecidos por la compañía”, dijo la petrolera.
Repsol calcula el costo de remediación y compensación a los afectados en US$150 millones.
La respuesta de Indecopi no tardó en llegar. Su presidente, Julián Palacín Gutiérrez, señaló que los argumentos de Repsol carecían de fundamento jurídico.
Pretenden poner en debate “las tareas de limpieza, la ayuda económica de emergencia, los adelantos entregados, en razón a que no existe ninguna transacción extrajudicial con valor de cosa juzgada, ni sentencia judicial consentida y ejecutoriada que le exonere de este deber”, dijo Palacín en el comunicado.
Indecopi señaló que existen más de 700.000 habitantes y sus familias que se vieron perjudicados con la contaminación causada por el derrame, que ocasionó el cierre de más de 20 playas y balnearios.
El regulador señaló que la demanda no solo alcanza a Repsol sino a los codemandados, en este caso lMapfre Perú y Mapfre Global Risks España y sus reaseguradores internacionales. Repsol Comercial, Transtotal agencia Marítima S.A.,Fratelli d’ Amico Amrmatori y los que resulten responsables.
El derrame de crudo, equivalente a casi 12.000 barriles de petróleo, del 15 de enero, ha sido calificado de sin precedentes por autoridades de Perú.
El incidente se dio mientras un buque descargaba hidrocarburos en la refinería La Pampilla, propiedad de Repsol.
Fuente: Bloomberg