En un escenario global de creciente demanda de minerales cruciales para la matriz energética mundial, el Perú, conocido por su producción minera, enfrenta restricciones en el desarrollo de esta industria. Aunque la minería es esencial para la economía peruana, cifras oficiales muestran un aumento constante en las áreas donde se prohíbe la exploración y explotación minera. Este panorama desafiante coincide con advertencias de que la minería ilegal ahora abarca más territorio que la formal.
Expansión de restricciones a la minería formal
Hasta octubre de 2023, el área restringida para la minería abarca 52.4 millones de hectáreas, lo que representa el 40.8% del territorio peruano, según el Ministerio de Energía y Minas (Minem). En comparación, en octubre de 2019, las restricciones cubrían 39.8 millones de hectáreas, un 31.04% del territorio. En estos cuatro años, el Estado peruano ha extendido las áreas no permitidas para la industria minera en 12.5 millones de hectáreas adicionales, un crecimiento del 31.32%.
Razones para las restricciones
Hasta 2019, se contaban con 14 razones para restringir la actividad minera, destacando la creación de áreas naturales de uso directo y la designación de sitios Ramsar (humedales). En los últimos cuatro años, se han agregado nuevas razones, como restricciones en concesiones forestales, reservas indígenas, reservas territoriales y áreas a lo largo de carreteras de red vial nacional. La creación de reservas indígenas y territoriales se intensificó después de la aprobación de la Ley Piaci en 2020.
Minería informal e ilegal en aumento
A medida que crecen las restricciones a la minería formal, la minería informal e ilegal, operando sin regulación estatal, ocupa más espacio. La ONG CooperAcción estima, basándose en cifras oficiales, que la minería informal e ilegal abarcaría actualmente 25 millones de hectáreas, superando las 20 millones de hectáreas ocupadas por concesiones mineras formales. Este fenómeno se ha visto exacerbado por la falta de regulación estatal y ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos 15 años, aprovechando precios altos, especialmente en el caso del oro.
Desafíos para la minería formal
La expansión de las restricciones a la minería formal presenta desafíos significativos para el desarrollo económico del Perú. Aunque las medidas buscan preservar áreas naturales y proteger poblaciones indígenas, también han generado un aumento en la minería informal e ilegal, con consecuencias ambientales y sociales.