Ricardo Carrión, gerente de Mercado de Capitales de Kallpa SAB y miembro del comité organizador de proEXPLO 2023, evento organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, enumera las acciones que debería poner en práctica nuestro país para gatillar inversiones en la búsqueda de nuevos yacimientos, los países con los que competimos por deslumbrar a las mineras junior y algunos de los proyectos de exploración que tienen mejor futuro.
¿Qué son las mineras junior y por qué son tan importantes?
Son aquellas compañías dedicadas a la actividad de exploración y son importantes porque realizan un trabajo especializado para la búsqueda y prospección de los yacimientos que podrán ser puestos en producción a futuro, sean pequeños, medianos o grandes. Además, asumen grandes riesgos para el descubrimiento de depósitos minerales que podrían ser económicamente explotables o no, por lo que este trabajo debe ser liderado por profesionales con vasta experiencia para maximizar la oportunidad de éxito del proyecto de exploración y minimizar la amenaza de no encontrar nada.
¿Cuán interesadas se muestran las mineras junior en el Perú?
El interés está marcado por tres pilares. El primero es el potencial geológico, donde resaltamos por nuestra gran diversidad mineralógica, la cual ha dado nacimiento a grandes megaproyectos hoy en día y es muy probable que tengamos la capacidad de seguir encontrando más grandes minas. El segundo es la estabilidad macroeconómica, con la que hemos contado durante los últimos 30 años. Y el tercer pilar es el ecosistema político-social, en el que hemos tenido altibajos desde hace dos años, lo que ha pausado parcialmente la exploración.
La actividad de exploración está correlacionada con el mundo de las inversiones, por lo que podemos afirmar que, si los inversionistas observan que un país posee potencial geológico y estabilidad macroeconómica, pero no tiene voluntad de hacer bien las cosas en el ámbito político ni social, el proceso de inversión en exploración se detiene. Entonces, actualmente hay interés en el primer y segundo pilar, pero también preocupación por el tercero.
¿Cuántas empresas de este tipo exploran o listan en el país?
Debemos entender que la actividad de exploración puede ser ejecutada tanto por compañías enfocadas en desarrollar proyectos nuevos, como por empresas grandes necesitadas de ampliar operaciones o reponer reservas. Entre estos dos grupos se calcula que existen de 300 a 400 proyectos de exploración en el Perú, según estadísticas oficiales.
Las mineras que lideran buena parte de estos emprendimientos en nuestro país se encuentran listadas en los mercados de Australia, Canadá, Estados Unidos o Reino Unido. Y de este universo, alrededor de 10 mineras también mantienen un listado en la Bolsa de Valores de Lima.
¿Qué proyectos de exploración son los que más destacan?
Tenemos proyectos de exploración en etapa temprana y avanzada. En el primer grupo podemos resaltar los proyectos Soledad de Chakana Resources, Elida de Element 29 y Dorita de Silver Mountain Resources, los cuales presentan buenos avances e interesantes resultados en la prospección de cobre y plata. En tanto, en el segundo grupo destacan los proyectos Cotabambas de Panoro Minerals, Cañariaco de Candente Copper y Ayawilca de Tinka Resources, las cuales son de origen cuprífero o argentífero, muestran una estimación a nivel de recursos y reservas y tienen mayores probabilidades de ingresar al pipeline de futuras unidades productivas del sector minero nacional.
¿Cuáles son los mayores desafíos para la exploración minera?
Históricamente, el desafío ha sido geológico, pues la actividad de exploración es de alto riesgo y eso puede mitigarse con equipos que tengan los conocimientos y experiencia suficientes para sacar adelante un proyecto. Otro desafío es la búsqueda de inversionistas, pues factores como guerras, recesiones u otros, restringen el flujo de capital para la continuidad del proyecto. Y también está el desafío del ambiente político y social, que es propio de cada jurisdicción y que se traduce en problemas como los conflictos sociales o la alta burocracia pública, los cuales dilatan la ejecución de los proyectos de exploración y elevan los costos de los mismos.
¿Cómo nuestro país podría atraer a las mineras junior?
Primero, como país debemos ofrecer un mensaje político que reivindique a la minería como una de las palancas para el crecimiento económico y social, y que deba ser considerada en la agenda de desarrollo de los distintos gobiernos que elijamos. Segundo, debemos reducir la tramitología para estimular el desarrollo de los proyectos en menores plazos, y todo lo que concierne en cuanto a permisos y financiamiento. Y, tercero, es mejorar la interacción con las comunidades del entorno, lo cual es mucho más complejo, pues implica el cierre de brechas a medida que avanza el proyecto y eso se resuelve en el largo plazo.
Entonces, si queremos aprovechar los buenos precios de los minerales para elevar la recaudación tributaria, construir infraestructura y generar bienestar social, es decir, alcanzar un desarrollo sostenible a futuro, es imperante que nos enfoquemos en los proyectos de exploración del presente, tomando en cuenta que todos los prospectos mineros que empecemos a evaluar ahora probablemente rendirán sus frutos dentro de 15 o 20 años.
¿Con qué países competimos por empresas de este tipo?
Es difícil establecer una competencia, porque cada país tiene sus pros y contras. Por ejemplo, Canadá y Estados Unidos tienen una mezcla de potencial geológico y estabilidad política y macroeconómica, lo que las hace jurisdicciones bastante atractivas. Por su parte, Chile tiene buenas condiciones respecto a la permisología. En cambio, Perú tiene un potencial un potencial geológico muchísimo más interesante y orden macroeconómico, pero no completa estabilidad política o social. Por ende, resulta más factible para las empresas invertir en exploración en los países anteriormente mencionados que en el nuestro. Entonces, yo creo que hay que recoger cada una de estas experiencias y adaptarlas a nuestra realidad para ser más competitivos.
¿Cuáles son sus expectativas respecto a proEXPLO 2023?
ProEXPLO 2023 ha recibido un amplio interés de la comunidad de profesionales, empresarios e inversionistas, y se realiza en una coyuntura particular de altos precios de los minerales, lo que debería ser un motor para impulsar el hallazgo de nuevos prospectos y la consolidación de los proyectos de exploración en cartera, por los que precisamente estamos compitiendo con otros países para captar mayores capitales del exterior, y para ello nuestra mejor carta de presentación como país es nuestro potencial geológico y estabilidad macroeconómica.
En ese sentido, el evento contará con la presentación de ocho proyectos de exploración minera prometedores, con los cuales pretendemos motivar el arribo de compañías mineras junior y de las grandes empresas mineras para incrementar su participación en el mercado peruano.
Hemos recibido el interés de corporaciones, inversionistas y prospectores en remar hacia un mismo lado por reavivar el sector de la exploración minera en el Perú, y si eso viene acompañado de voluntad política será espectacular. Así que creo que tendremos probablemente una de las mejores ediciones de proEXPLO en los últimos diez años.
Fuente: IIMP