RIMAY

Con la participación de los ministros de Energía y Minas, Jaime Gálvez, y del Ambiente, Gabriel Quijandría, se instaló el “Grupo Técnico Multiactor para la promoción de mejores prácticas en la gestión de recursos hídricos en minería” en el marco del Centro de Convergencia y Buenas Prácticas Minero-Energéticas (RIMAY).

Este grupo técnico identificará las mejores prácticas nacionales e internacionales, orientadas a minimizar los impactos negativos, aprovechar las oportunidades de crear valor compartido, y fortalecer la gestión integrada de los recursos hídricos en toda la cadena de valor minera. Asimismo, se identificará modelos y procesos que puedan ser replicados, los cuales se consolidarán en una propuesta de proyecto piloto.

“Estamos poniendo sobre la mesa uno de los aspectos más importantes del sector minero como es el manejo del agua, se promoverán las mejores prácticas y se buscará que las mineras no solo se preocupen por el recurso hídrico en sus operaciones, sino también en su entorno”, señaló el ministro Gálvez, quien destacó la cooperación y asistencia técnica del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

“Nos llena de alegría la creación del grupo técnico porque permitirá cerrar la brecha de información que existe respecto al manejo del agua, una materia que suele generar discusiones y que demanda un enfoque sostenible y de desarrollo territorial”, manifestó a su turno el ministro Gabriel Quijandría.

El grupo técnico, facilitado por Vinio Floris, asesor del BID, congrega a representantes del Estado, del sector privado, de la sociedad civil y de la academia, que son los estamentos que reúne RIMAY.

Para llevar a cabo la labor encargada, el grupo de trabajo realizará tres talleres técnicos, en diez sesiones a realizarse de forma semanal entre abril y junio. El resultado será un informe con las mejores prácticas en la gestión del agua en el sector minero y un perfil de proyecto piloto para su replicabilidad.

La creación del grupo técnico es parte de la segunda etapa del primer proyecto de RIMAY que contempla, entre otros, la realización de diálogos multiactor regionales en los que se socializa la propuesta de la Visión de la Minería al 2030, y se busca construir consensos sobre las prioridades para el desarrollo sostenible de las regiones y cómo la minería puede contribuir de una mejor manera en dicho desarrollo.