La minera Rio Tinto anunció este lunes que ha firmado un acuerdo de restitución, que incluye una indemnización no revelada, con una comunidad aborigen tras destruir en 2020 dos cuevas sagradas de 46,000 años de antigüedad en el desfiladero de Juukan, en el noroeste de Australia.
En virtud de este acuerdo con la Corporación Aborigen Puutu Kunti Kurrama y Pinikura (PKKP), dueños tradicionales del desfiladero de Juukan, Rio Tinto también buscará restaurar el lugar destruido y creará una fundación para conservar el legado aborigen, de acuerdo a un comunicado de la minera.
“Hemos faltado a nuestros valores como empresa y hemos quebrantado la confianza depositada en nosotros por el pueblo del PKKP al permitir la destrucción de los refugios rocosos del desfiladero de Juukan”, admitió en el comunicado el director ejecutivo de Rio Tinto, Jakob Stausholm.
En virtud del acuerdo, Rio Tinto creará una fundación, que será gestionada y liderada por los dueños tradicionales del desfiladero de Juukan, considerado como el único lugar del interior de Australia con evidencias de haber sido ocupado por humanos desde la Edad de Hielo.
La minera financiará a esta fundación que servirá para desarrollar proyectos culturales y sociales, que incluyen la conservación de material cultural significativo.
Pero a pedido de la Corporación Aborigen PKKP, los términos financieros de este acuerdo se mantendrán en secreto, recalcó en el comunicado.
Este acuerdo se da después de que gobierno de Australia se comprometiera el jueves a impulsar una serie de reformas legislativas con el objetivo de proteger el patrimonio aborigen, en respuesta a las ocho recomendaciones -dadas en octubre de 2021 por un comité legislativo- tras la destrucción en Juukan.
Rio Tinto realizó el 24 de mayo de 2020 detonaciones cerca del desfiladero de Juukan, una remota zona sagrada para pueblo aborigen Puutu Kunti Kurrama y situada en la región de Pilbara, en el noroeste del país oceánico.
Rio Tinto pudo realizar esta voladura sin infringir las leyes australianas amparado en los acuerdos firmados en 2013 por la minera con los indígenas -antes de hallarse evidencias arqueológicas en Juukan, aunque el escándalo le costó el puesto a tres altos directivos y dos miembros del directorio.
Fuente: EFE